*20*

1.9K 241 150
                                    

Después fue todo un jaleo tremendo...

Llegaron dos patrullas de policía y dos coches oficiales. Uno negro con el escudo del dragón de la Casa Real con Jisung y Minho al volante y expresión urgente. Los dos ataviados con sus ropas de combate y armados hasta los dientes. Se repartieron casi sin saludar a su Rey a lo largo de la escena, ayudando a los que podían. Realmente no era para tanto. No habíamos salido heridos ni tampoco habían habido daños colaterales.

Y cuando vi llegar el coche de mi hermano con dos brujos más ya me pareció que aquello era un circo.

Chan dio órdenes precisas a sus brujos y se aseguró de que todos estaban bien antes de acercarse a Ben.

—¿Cómo está él? —Me preguntó mientras revisaba el estado del núcleo mágico del pequeño.

—Solo dormido.

Hyunjin se había recostado para "descansar la espalda" según había dicho y no había tardado en quedarse dormido. No me extrañaba. Ellos no se daban cuenta de que no había sido solo un susto, su alma se había sometido a mucho estrés. De hecho era sorprendente que no hubiera perdido el conocimiento en el momento en que JeongIn purificó su alma otra vez.

—¿Por qué has venido? lo teníamos todo bajo control.

Me arrodillé a su lado. Esa noche iba con una gabardina larga color crema y suéter de cuello alto. Casi parecía él otra vez.

—Lo sé pero he sentido en peligro el núcleo de Ben. —Frunció el ceño cuando sus manos pasaron sobre el corazón del chico. —Mierda...

Miré atentamente. Yo no había detectado nada raro. Parecía todo bien.

—¿Qué ves?

—Casi se ha contaminado. —Dibujó un pentagrama sobre su pecho y mi piel hormigueó al sentir la potencia de su magia actuando en él. Negó con la cabeza. —Va a necesitar varias sesiones mágicas antes de volver a ser lo que era. Quizá no pueda...

—¡Sí puedes! —Lo corté agarrándole por el antebrazo. —Eres nuestro líder y salvarás a este chico. Ben confía en ti. Yo confío en ti. Y si no puedes, nos pides ayuda y punto. No lo hagas todo solo.

La sonrisa deslumbrante de mi hermano apareció con una carcajada. Una risa sincera.

—De verdad que eres de lo que no hay.

Estábamos avanzando. Ya habíamos recuperado a uno de los chicos. Y cuando Ben se despertara, quizá recordara algo que nos fuera de ayuda. Todo iba bien.

Chan se sacó del bolsillo de la chaqueta un botecito negro y me lo dio. Lo miré extrañado.

—Es un antídoto. —Abrí los ojos como platos. Y supongo que leyó la pregunta en mi cara. —He visto que había una batalla. He visto las consecuencias sin eso. Llévaselo y haz que se lo ponga antes del amanecer.

Vale, el problemilla era como que a él no se le podía ordenar nada...

Y estaba seguro de que no se iba a dejar curar en público. quiero decir, que las posibilidades eran nulas y punto, pero las posibilidades se reducían a menos cien si pretendía que fuera allí.

Saqué mi teléfono del bolsillo y tecleé el texto.

--🦇--

—¿Por qué otra vez?

—Va hermano, hace un montón que no veo a Felix. Tú estás con él ahora, puedes traerlo. —Insistió Lore.

—Seguro que se querrá ir a su casa, esta noche ha sido difícil. —Traté de convencerla.

Et Sanguis Magicae ||ChangLix|| [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora