Cap 5: Venganza.

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Me quede parada en donde él me dejó intentando recuperar el aliento y pensando en qué hacer, decidí que no me quedaría con las ganas y que si el podía tentarme y dejarme a medias, yo también podría hacerlo, así que caminé por el pasillo hasta llegar a mi habitación, entré en el cuarto y cerré la puerta detrás de mi, sin poner el seguro, por si Matheo decidía entrar.

Tomé mi teléfono y lo conecté con mi pequeño parlante poniendo mix de canciones para hacer el delicioso, o eso era lo que decía la playlist. Comenzó a sonar la música sensual, y comencé a quitarme la ropa hasta quedar en tanga, subí el volumen del parlante. Lo suficientemente alto como para que la música se escuchara hasta la otra habitación, y lo suficientemente bajo como para que se escuchara lo que haría.

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Me recosté en la cama con mi cuerpo semi sentado entonces comencé a estimular mis pechos con pellizcos y suaves bofetadas y con mi mente haciendo la mayor parte del trabajo, se me escapaban pequeños jadeos por es dolor que luego se convertía en placer.

Con una mano aún en uno de mis pechos masajeando y pellizcando, baje mi otra mano por mi abdomen casi como una suave caricia, hasta llegar al punto en el que estaba el elástico de la tanga continúe por encima de la tela llegando justo donde necesitaba mas atención abrí las piernas lentamente casi como si estuviera dando un espectáculo a alguien invisible, acaricié el interior de mis muslos y volví a bajar mi mano a ese botón de placer y tracé un circulo, suave, casi tortuoso, eché mi cabeza hacia atrás soltando un jadeo que sonó mas a suspiro, continué con un patrón de arriba hacia abajo y en circulo y a propósito soltaba gemidos fuertes y ahogados que no eran nada falsos.

Sabía que él me estaba escuchando, eso me excitaba aún más, saber que podía escucharme mientras me desbordaba de placer.

Quité la tela casi con desesperación, y comencé a tocarme directamente, estaba tan mojada que mis dedos resbalaban por mi intimidad, lleve un dedo a mi entrada y lo introduje soltando un fuerte gemido apretando uno de mis pechos con fuerza llegando casi al limite de placer, entonces decidí joder aún más a Matheo gimiendo bien fuerte el nombre de Mike, luego de eso seguí gimiendo como antes solo que ahora un poquitín mas fuerte porque estaba llegando al orgasmo así que empecé con palmaditas sobre mi intimidad que era una combinación perfecta entre el dolor punzante que provocaba y el placer, entonces comenzaron los espasmos del orgasmo, se sintió como el mejor orgasmo que me había provocado en mi vida.

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Matheo

Odiaba que Mike se acercara a Leo, y no son celos es solo que yo no quería que se acercara, él era un mujeriego y ella a pesar de que inocente inocente no era, no debería estar con él.

Vi que Mike había susurrado algo en el oído de Léonore antes de irse, me moría por saber qué le había dicho, le pregunté a Leo, pero ella no me lo dijo.

Ayer cuando salí de su casa dejándola con las ganas, me había arrepentido, pude hacerla mía, pero esta vez, cuando la deje en la cocina, se lo merecía por no decirme lo que Mike le había dicho.

Me encerré en mi habitación y me puse un audífono y tomé un libro que estaba a punto de terminar, entonces escucho que ella entra a su habitación, y pone música, recordándome a ayer cuando vine por las llaves y estaba semi desnuda solo con esa maldita polera cubriendo sus pechos.

Toda la atención que le había puesto al libro se fue a la mierda mientras pensaba en qué podría estar haciendo en su habitación con esa música, hasta que escuché un gemido, fue el sonido mas excitante que había escuchado nunca, se estaba tocando, en el segundo gemido mi amiguito estaba preparado y listo para la acción, nunca he sido de excitarme rápido, pero, era ella, ese cuerpo, ese pelito corto, esa carita de inocencia, que me hacían perder el control.

Ángeles y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora