La semana pasó rápido, después de el encuentro con Matheo me ignoró toda la semana, me sentí usada, y triste, en el fondo me ponía triste porque quería que volviera pasar, eso no borraba el hecho de que me había usado, odiaba sentirme así, sobre todo después de que dije qué lo ignoraría.
Era viernes al fin, no había descubierto nada nuevo sobre el caso que nos entregó el profesor, era estresante, había estado toda la semana investigando y nada me ayudaba lo suficiente, solo había desbloqueado una cinta de declaración.
Estaba volviendo a casa, estoy cansada, los profesores no tienen misericordia, tenía muchas tareas, no había parado en toda la semana, sin mencionar que no he pegado el ojo desde el lunes, ya que mi estúpido cerebro estuvo recreando la escena con Matheo, odiaba sentirme tan vulnerable, pero ya me había decidido a no volver a caer, lo decidí el martes en la tarde, él volvió irritado y me cerró la puerta en la cara, me sentí humillada y tonta, no quería volver a sentirme así, asi que me vi en la tarea de intentar ignorarlo, otra vez, al menos esta vez me estaba yendo mejor, no habíamos hablado en toda la semana.
Introduje la llave en la cerradura de la puerta y giré, la puerta se abrió y entré.
Me encontré de frente con la pelirroja que conocí el otro día la que era amiga de Matheo, no recordaba su nombre.
—Hola —dijo sonriente.
—Hola —correspondí el saludo.
Hubo un extraño silencio incomodo que ella rompió— Matheo nos invitó, si quieres puedes venir con nosotros, estamos en la sala.
No estaba segura de querer ver a Matheo después de lo que pasó, pero mi orgullo me ganó y respondí- Sí, claro, voy ahora, iré a cambiarme.
—Bien te esperamos —dijo la pelirroja.
Comencé a caminar por el pasillo, entré en mi habitación y como era costumbre me quité el brasier, luego me puse un top apretado y unos shorts, encima de eso me puse una sudadera con una cremallera en el medio.
Entré en la sala, al estar ahí volteé hacia un lado, Matheo estaba sentado en el sofá con las piernas de Nicky sobre su regazo.
Él me miró de pies a cabeza con enojo, y Nicky me miró con despectica, me encantaba que lo hiciera, solo me hacía sentir más importante.
Seguí caminando y me senté junto a Mike, quien me miraba con una sonrisa picara en los labios, aún no olvido sus palabras "Nos volveremos a ver, bonita".
Me senté en un cojin que había en el piso junto a Mike, levanté la mirada entrontrandome con los ojos de Matheo que me miraban con advertencia, sabía que le daba celos que estuviera cerca de Mike, iba a aprovechar eso.
Tomé dos shots que estaban en la mesita de centro.
La pelirroja habló— Juguemos a verdad o reto —no lo había notado pero ella estaba un poco ebria.
Todos aceptaron el juego empezó Mike— Matheo, ¿Verdad o reto
—Verdad —respondió Matheo.
—¿Alguna vez has dicho el nombre de otra mientras estas cojiendo?
—No, nunca, ¿para que voy a acostarme una si quiero estar con otra? —me dedicó una mirada mientras le daba un sorbo a su cerveza, volvió a hablar— Nicky, ¿Verdad o reto?
—Reto —dijo sonriendo con coquetería.
—Besa a Mike —dijo sin inmutarse.
La chica se acercó a Mike y se dieron un beso que duró más de 10 segundos, nadie dijo nada pero todos tenían la boca abierta Matheo me miró casi como esperando una reacción, lo que esperaba nunca llegó, a mí no me provocaba nada que Mike besara a Nicky.
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Ángeles y Demonios
RomanceClaramente el dicho "No juzgues un libro por su portada" solo aplica a libros y no personas. Lo entendí el día que los conocí, tan bonito y agradable, por fuera, tan oscuro y misterioso por dentro. Definitivamente una cara de ángel puede ocultar a u...