𝐔𝐧 𝐀𝐥𝐟𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥𝐚𝐝𝐨 ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣ

17

Me desperté, alguien llamaba a la puerta, miré a Félix y seguía en la misma posición, me levanté despacio y bajé, abrí la puerta y me encontré con Minho.

- Hola - Dijo algo fuerte.

- Shh más despacio que Felix está durmiendo y a mi me duele la cabeza - Contesté.

- Oh, está bien - Dijo.

- ¿Que paso? - Pregunté.

- Solo venía a ver cómo estaban, no contestabas el teléfono - Respondió.

- Ah, perdón estaba durmiendo y el teléfono está aquí abajo - Hablé.

- Está bien...hmn como están, me refiero a ti y a Félix, ¿Que han hecho? - Preguntó, que se supone que le diría, oh no mucho, solo lloramos toda la mañana por qué yo lo rechacé, cuando aún estoy muy enamorado de él y siento que no lo haré feliz.

- Hmn no mucho, dormimos toda la mañana, no hemos comido, seguro ya debe estar por levantarse - Contesté.

- Oh ok - Dijo para quedarse callado, estaba pensando algo - Y no a, ya sabes, ¿Intentado seducirte? - Conocía a Minho a pesar de como se mostraba con los demás él realmente se preocupaba por mi, aunque sea imposible de creer siempre estaba al pendiente de mi preguntando si necesitaba algo o si quería hablar, era bastante reflexivo.

- Si lo intentó - Dije recordando la tarde de ayer.

- ¿Y que paso? - Preguntó, ahora sí estaba curioso.

- Hmn creo que debería tener su aprobación para contarte lo que hicimos - Dije para dejarlo con la duda, obviamente no le diría lo que hicimos.

- Eres malo sabes, está bien si no me dirás me iré, adiós - Dijo para girar en sus talones e irse.

- Adiós Minho - Saludé.

Cerré la puerta, quise subir las escaleras pero me encontré con Félix en esta, venía bajando.

- Oh, hola, ¿Dormiste bien? - Pregunté.

- ¿Donde estabas? - Preguntó, me sorprendió escuchar eso.

- Hmn fui a abrir la puerta, Minho vino a saludar pero ya se fue, ¿Por qué preguntas? - Respondí.

- Por más que mi amor hacia ti no fuera correspondido, necesito tu olor, no solo para saciar mi lobo sino que me recuerda mucho a mi madre y me hace feliz recordarla - Contestó, al menos ya se encontraba de buen humor.

- Está bien, lo siento - Dije - ¿Tienes hambre?, ¿Quieres comer? - Pregunté.

- Si por favor - Respondió.

Me di la vuelta y nos dirigimos a la cocina, calenté el arroz, tomamos nuestros platos y unas bandejas y salimos a la sala, la misma donde habíamos estado llorando hace unas horas, nos acomodamos en el sillón y nos pusimos a ver televisión, esa tarde la pasamos bien, no hubieron más momentos tristes, la noche cayó y nos acostamos a dormir, el otro día transcurrió igual, la mitad viendo películas o series y la mitad durmiendo, "creo que estamos descansando mucho", había sido un fin de semana con muchas emociones y mañana debía volver a la escuela, por la noche Seungmin vino a recoger a Félix, nos despedimos, habíamos estado tranquilos desde ayer a la mañana, ninguno había vuelto a nombrar nada acerca de eso, y creo que era lo mejor, debíamos olvidar lo que había pasado, le pedí que no le contara a nadie lo que había pasado en la casa. Yo seguía enamorado de él, no era la primera vez que me enamoraba de alguien pero si era la primera vez así de fuerte y doloroso, me hacía recordar a cuando estaba empezado a controlar mi lobo, este era el dolor que sentía.