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Sus labios estaban rosados, nos mirábamos, sentía una gran paz al verlo, me acercaba despacio, con algo de miedo, sentía como nuestras respiraciones comenzaban a chocar, rocé nuestras narices, la distancia desaparecía, vi como cerró sus ojos haciendo yo lo mismo, el corazón me latía fuerte, junté valor y uni nuestros labios, sentía muchas emociones a la vez, empecé a mover mis labios despacio y él me siguió, se sentía tan bien poder al fin besar sus labios, eran dulces como él, estaba relajado entonces empecé a bajar mi pecho, lo hice despacio hasta quedar sobre él, tiró de sus brazos hacia arriba haciendo que me pegue más, pasó sus piernas por mi cintura.

Rogaba para que lo que estuviera pasando no fuera un sueño, manteníamos un beso dulce, los labios seguían su propio ritmo, sentía su sabor, uno que siempre había querido probar, después de unos minutos el aire se empezó a acabar, no quería separarme de él, quería besarlo más, lo necesitaba.

Nos separamos sin querer hacerlo por la falta de aire, nos miramos, Felix tenía una pequeña sonrisa en su rostro, sus mejillas estaban rojas al igual que su nariz, se veía hermoso. El sonido del teléfono hizo que volviéramos a la tierra, estire un poco mi brazo hasta la mesita de la sala y lo tomé, era Minho.

- ¿Hola? - Hablé.

- ¿Dónde estás? - Preguntó.

- Oh en mi casa - Contesté.

- ¿En tu casa?, ¿Por qué te fuiste? - Cuestionó.

- Hmn es una larga historia, después te cuento - Dije.

- Ah ok, dime, ¿Has visto a Félix?, Seungmin lo ha buscado y llamado pero no contesta - Miré al niño debajo mío.

- Oh Felix, hmn no, no lo he visto, debe estar con amigos - Mentí con una sonrisa en la cara.

- Ash está bien, gracias, adiós - Dijo para después colgar, dejé el teléfono devuelta en la mesa.

- ¿Quien era? - Preguntó el omega.

- Minho - Respondí.

- ¿Que quería? - Cuestionó.

- Hmn primero preguntó por qué me había ido de la escuela y después pregunto por ti, Seungmin te busca - Contesté.

- Oh ok - dijo.

Todavía estaba sobre él, nuestras manos estaban entrelazadas, simplemente nos mirábamos, una pequeña risa se me escapó.

- ¿Que? - Preguntó riendo, se veía tan lindo cuando sonreía.

- Hmn nada, ponte la ropa, te va a dar frío - dije saliendome despacio.

- Pero ya no hace tanto frío - Contestó.

- Entonces ponte una manta, sino no puedo concentrarme - Dije levantándome del sillón.

- Está bien - Rió para después buscar su remera.

Entré a la cocina, tenía hambre así que haría algo para que comamos, la puerta se abrió y Félix entró.

- ¿Cocinaras? - Preguntó sentándose en la barra, estaba descalzo.

- Hmn si, ¿Quieres comer? - Contesté.

- Si - Respondió.




Nos encontrábamos en el sillón acostados, veíamos tele mientras él me abrazaba por la cintura, de a ratos enterraba su cabeza en mi abdomen, yo le hacía mimos en el pelo y la cara.

- Extrañé mucho estar así - Dijo escondiéndose en mi.

- Yo también - Contesté, observé sus manos, bajé hasta sus muñecas, me detuve a observar sus marcas - ¿Te duelen? - Pregunté acariciando una.

𝐔𝐧 𝐀𝐥𝐟𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥𝐚𝐝𝐨 ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora