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Narrado por Félix

- ¿Tienes hora? - Preguntó Jeongin.

- Oh sí - Dije buscando mi teléfono en mis bolsillos - Hmn espera - No lo encontraba en ningún bolsillo - Oh no tengo - Dije.

- Ok está bien - Contestó Innie.

- Oye, si Changbin pregunta dónde estoy dile que fui a la cabaña, ya vuelvo - Dije hacia el omega, él asintió.

Caminaba tranquilo por el camino hacia las hermosas cabañas, estaba casi oscuro pero no se notaba gracias al resplandor de la luna, estaba en su máximo punto, parecía una pelota de golf, siendo blanca y divina, con sus bellos cráteres, ella era la perfecta definición de imperfección, nunca me cansaría de verla.

Uno de los pocos recuerdos con mis padres era de una noche en la cual estábamos sentados en mi patio, había luna llena al igual que hoy, estábamos a oscuras simplemente siendo alumbrados por su blancura, además de estar acompañado de las personas más lindas que podían existir, amaba la compañía que dejaban ellos dos cuando estaban a mi lado, era fuerte y amorosa, cada vez que me siento a observar la luna, sea llena o no, recuerdo esa noche, una noche que vivirá en mis recuerdos como una bella cicatriz.



Estaba a punto de llegar a mi cabaña, hasta que sentí un olor, ese olor, uno que no quería volver a sentir en mi vida, uno que odiaba, uno que me hacía sentir temor, me hacía temblar, me hacía débil. Con miedo de pies a cabeza me di vuelta lentamente, rogaba no encontrarlo, no quiera volver a verlo.

- Con que aquí estás - Se escucho su voz fría, mi piel se erizo completamente.

- ¿G-Gyu? - Dije, la voz me temblaba.

- ¿Me extrañaste? - Notaba como me observaba, era la misma mirada de siempre solo que ahora me causaba terror.

- ¿Qu-que haces aquí? - Pregunté, inconcientemente empecé a buscar la puerta.

- Hmn vengo a buscar lo que me pertenece - Contestó, había comenzado a acercase a mi haciendo que mi corazón se acelere - Oí que tienes un alfa - Dijo ya frente a mi, trague fuerte, a mi lado era mucho más alto, yo no era nada a comparación de él - Pero ambos sabemos que es mentira, tú eres mio - Agregó, levantó una de sus manos y acarició mi cabeza, temblaba completamente - ¿O no?, Lixie - Dijo.

- N-no - Respondí bajo.

- ¿Que dijiste? - Bajó su mano a mi rostro y lo tomó con fuerza.

- Que n-no - Dije un poco más fuerte.

- ¿No?, entonces creo que debo arreglar eso - Dijo, me pegó a la pared y se escondió en mi cuello, sentía su lengua pasar, me daba asco - Supongo que debo marcarte para que todos sepan a quien le perteneces - Dijo.

- ¿Que? - Dije, no pude realizar movimientos alguno ya que me sujetó firme y me levantó, tenía agarrada mis muñecas con una mano y con la otra sujetaba mi cintura.

- NO SUÉLTAME - Comencé a patalear, intentaba sacarme de su agarre, pero nada servía, él tenía mucha más fuerza que yo, no podía hacer mucho - NOO - Grité alto, mis ojos comenzaban a cristalizarse.

Él comenzó a dirigirse al interior del bosque, camina casi a oscuras, solo la luz de la luna alumbraba el camino.

- Ayuda - Dije bajo mirando el circulo blanco del cielo - Papá, mamá, ayúdenme - Dije, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

𝐔𝐧 𝐀𝐥𝐟𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥𝐚𝐝𝐨 ᶜʰᵃⁿᵍˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora