CAPÍTULO 27: SIN UN NOSOTROS, NO HABRÁ DOLOR

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"Hay amores que no están destinados a ser.

No importa cuánto luches, ni cuánto te aferres.

Ese amor tan doloroso e intenso,

Solo se te escurrirá entre los dedos."

AINHOA

Pasé toda la noche intentando controlar la fiebre de Tom, apenas fui consciente de que esta cedió casi al amanecer. Lo observé dormir con tranquilidad, en un estado imperturbable y con la comisura de sus labios a medio curvar en una sonrisa. Aquella sonrisa torcida que solo tenía para mí, aquella sonrisa que dibujaba en su rostro cuando estábamos a solas.

Apoyé mi cabeza sobre mis brazos a un lado de su cama, mi vista se perdió en un punto infinito dentro del espacio. No supe en qué momento me quedé dormida; pero, cuando volví a abrir los ojos me encontraba en la cama que antes había ocupado Tom. Froté mis ojos con algo de somnolencia buscando al dueño de la habitación sin éxito alguno. Después de unos minutos me rendí y decidí permanecer acostada por un rato más, no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera emitiendo un chirrido que hizo que la piel se me erizara.

—Veo que ya estás despierta. —Aún se veía un poco pálido y débil, me levanté por inercia e ignorando sus palabras, coloqué una mano en su frente para saber si ya no tenía calentura. —Tranquila, fui a comprar algo de medicina. Tenías la ropa húmeda, así que la cambié. —Miré hacia abajo y llevaba puesto solo una camisa. Supuse que la camisa era suya.

—Tú... ¿Tú me vestiste? —Pregunté con algo de duda y vergüenza. Sentí como la sangre subía hasta mis mejillas. Me giré buscando mi ropa al tiempo que tiraba de la camisa intentando cubrir mis muslos todo lo posible.

—Por favor, Grindelwald. Te he visto sin nada de ropa otras veces. —Giro para encararlo, él se encuentra tan cerca de mí que al inclinar un poco la cabeza podría besarlo. Puedo sentir su respiración en mis labios. —Tu ropa está secando en el patio, en un rato la traeré para ti. —Asiento en señal de afirmación sin que ninguno se aparte del otro. Me quedo mirando sus ojos azul intenso, sin meditarlo antes llevo mi mano derecha acariciar su rostro. Él cierra los ojos al sentir mi caricia, me levanto un poco sobre las puntas de mis pies y uno mis labios a los suyos. Siento como corresponde mi beso con cuidado y unos minutos después profundiza el beso colocando una de sus manos en mi nuca; lo rodeo con mis brazos y me levanta del suelo con delicadeza, enredo mis piernas en su cintura. —No grites. —Es todo lo que dice antes de depositarme con delicadeza de la cama, sonrío por su comentario y lo ayudo a quitarse la camisa que lleva puesta. Se acomoda entre mis piernas y con lentitud comienza a desabrochar cada uno de los botones de la camisa que llevo puesta.

—Riddle, eso es tortura. –—Susurro, me mira a los ojos y me regala una sonrisa antes de depositar un beso en mis labios, iniciando un camino de besos que desciende por mi cuello hasta llegar a mis senos. Su lengua se detiene en uno y luego en el otro, continua su camino de besos hasta llegar a mi ombligo. Me incorporo buscando sus labios, mi mano acaricia su miembro al tiempo que escucho un pequeño jadeo de su parte al sentir mi caricia. —No es divertido ¿Verdad? —Le ayudo a deshacerse de su pantalón y me tumba en la cama con cuidado, quita mi ropa interior con rapidez y se coloca en mi entrada. —Te extrañé. —Es todo lo que digo antes de sentir como él entra en mí.

—Tú siempre serás mía, Grindelwald. —Sus embestidas son duras, siento sus dientes en algún punto de mi cuello. Es un placer doloroso. —Que le quede claro al estúpido de Black. —Sus palabras son acompañadas por otra embestida que me arranca otro gemido de los labios. Después de varios minutos, alcanzamos el máximo placer juntos y puedo sentir como se corre dentro de mí. Me mira a los ojos por un instante eterno. –—Te amo, Grindelwald. —Deposita un beso en mis labios y se tumba en la cama, me rodea con uno de sus brazos y apoyo la cabeza en su pecho. Sonrío al sentir nuevamente su corazón latir cerca de mi oído. Me dejo arrastrar por la inconsciencia.

Almas de Fuego [Tom Riddle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora