Escondí la nota y el dron en algún lugar de la habitación y una emoción me recorrió el cuerpo. Solo a Piero le había dicho que me gustaban los girasoles esa noche después de la discoteca, solo él lo sabía.
Pero mi emoción no solo se debía a eso, sino que también venía combinada con nerviosismo ante el recuerdo de la amenaza de Rafael.
-No quiero que estés con nadie, mucho menos con Piero...
Mi destino parecía estar sellado y condenado a vivir entre esos dos y sus disputas, pero no si lograba escapar, dejaría que se mataran entre ellos y hallaría alguna forma de irme a mi país, perderme para siempre.
Parecía un buen plan en palabras, faltaba ver qué clase de acciones tenía que hacer para lograrlo, eso significaba improvisar.
Me preguntaba cómo llegaría Piero a rescatarme y si hallaría un bache que yo aprovecharía para irme lejos de aquí.
Estuve intranquila el resto de la mañana y toda la tarde; Rafael no sé había aparecido por mi habitación y supuse que estaba muy ocupado en sus negocios, sus hombres estaban tranquilos y sin aparente amenaza ¿Cómo vas a entrar Piero?
En la noche, Rafael mando a buscarme para cenar y me pidió que estuviera bien arreglada pues estos encuentros así significaban siempre algo muy especial, así que me obligué a verme bien sin maquillaje, no tenía ganas de eso, simplemente me puse un vestido de verano color salmón y me amarre el cabello en una cola alta.
-Perfecta como siempre -sonrió al verme entrar al jardín. Le gustaba el aire libre.
-Si gracias, no me bañé -me senté en la mesa y lo vi sonreír -. Me estoy aburriendo de esto, solo me quedo encerrada en la habitación y salgo a comer, nada más.
-Las instalaciones de esta casa son todas tuyas, Mary -dijo -puedes ir a donde quieras.
-Quiero salir de esta casa.
-Ya hablamos de eso.
-Me refiero a viajar, dijiste que estarías dispuesto a complacerme y enamorarme. ¿Que mejor que enamorarme en los canales de Venecia mientras nos damos unos besitos en un bote?
Abandonó la mirada a su comida y me miró fijamente, con esas ansias de destrozar lo que llevaba puesto y hacérmelo encima de la mesa.
-¿Eso es lo que quieres? -pregunto.
-Si, y si no te importa me gustaría ir a ver a mi familia -dije con cautela.
-A México.
-Si, necesito verlos, me siento algo descompuesta y así no puedo darte amorcito.
-¿Es "darme amor" o "darme, amor"?
Supe a lo que se refería y no pude evitar sonreír.
-Que buen humor -admiti.
-Estar con la chica que será dueña de todo lo que poseo, mi esposa y madre de mis hijos me pone de buen humor.
-Mm ya hiciste planes a futuro.
-Todo el tiempo estoy planeando un futuro contigo.
-Cuidado señor Montero -dije suavemente dejando mi busto a su vista, eso lo puso tenso -, a veces lo que planeamos no sale como queremos.
Su mirada volvió a oscurecerse, al menos sabía que podía seducirlo y hacer algo para irme pero había que hacer más. Me acarició la mejilla con el pulgar y levantó la mano en una señal, uno de sus hombres trajo un pequeño cofre en terciopelo y me tense. No estará pensando en...
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Dama De Compañía [EDITANDO]
Teen FictionMary no sabía en lo que se metía al ingresar a una página para citas y darse cuenta que su cita, además de ser un atractivo hombre italiano, era un terrible sicario. Un contrato para ser su dama de compañía. Nada sexual, solo para lucirla. Un enemig...