¡ ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ˢᵉᵛᵉⁿ

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Hestia se encontraba en la biblioteca, tenía una hora libre antes de ingresar a su clase de Runas Antiguas y planeaba pasar ese rato leyendo todo lo posible sobre hechizos de defensa contra las artes oscuras antes de perder la cordura ni bien su profesor abriese la boca.

Sereia se le había unido unos minutos atrás y había comenzado con su pergamino de treinta centímetros que su profesor de pociones había dejado como tarea para el día siguiente. Cualquiera se hubiese quejado, pero la hufflepuff era una pocionista nata y tenía un gran amor por los brebajes e ingredientes de dudosas procedencias.

Hestia suspiró. —¿Cómo se supone que Lockhart piensa enseñarnos estos hechizos si en sus libros solo describe lo fabuloso y encantador que es?

Sereia hizo una mueca. De todas las personas que conocía, la hufflepuff era quien más detestaba a su nuevo profesor. —Te apuesto dos galeones a que nos tomará un examen sobre él.

—¿Es una apuesta o tan solo estás prediciendo el futuro? —Sereia rió.

—Hest, sabes tan bien como yo que jamás hemos tenido un profesor de Defensa que sepa, por más irónico que suene, defenderse. —Cerró su libro y lo apiló con los demás. —Lo único que nos queda hacer es fingir que nos interesa lo que dice para que nos apruebe y luego correr a la biblioteca para educarnos nosotros mismos.

Hestia bufó. —Lo sé, pero comienza a tornarse algo aburrido, quiero decir, es nuestro cuarto año y todos los profesores de esa materia han sido un completo desastre, ¿tan difícil es conseguir a alguien que sepa lanzar un desmaius sin tener la varita al revés?

Sereia soltó una carcajada, recordando como en su primer año habían tenido un profesor tan inútil que en una de sus clases había querido mostrarles aquel encantamiento, pero la punta de su varita apuntaba hacia su pecho, por lo que cuando gritó -muy seguro de sí mismo- "Desmaius", el pobre hombre cayó al suelo inconsciente.

—Al menos podremos divertirnos un poco.

—Por supuesto. —Soltó una risa irónica. —Antes de que encontremos un hechizo lo suficientemente complejo como para que ninguno de nosotros pueda averiguar cómo conjurarlo correctamente y no tengamos a nadie a quien acudir.

Sereia hizo una mueca, no podía argumentar nada contra eso. Devolvieron su vista a sus libros y se mantuvieron calladas por un buen rato, hasta que una vocecilla interrumpió su paz.

—¿Puedo tomarte una foto? —Los ojos de Hestia se abrieron en su totalidad.

—¿Disculpa?

—Soy... soy Colin Creevey, estoy en gryffindor. ¿Podría... me dejas... tomarte una foto?

—¿Una foto? ¿A mí? —Hestia tiró su cabello hacia atrás. —¿Y por qué querrías una foto mía?

—Um, bueno, soy un gran fan de Harry Potter, señorita, y usted es su hermana mayor. —Las sonrisas de Hestia y Sereia decayeron, compartieron una mirada, disgustadas. —He querido tomarme una foto con Harry, pero un niño de slytherin nos interrumpió y no he podido, así que pensé: "¿Y por qué no sacarme una foto con su hermana?". Verás, soy hijo de lo que ustedes llaman "muggles" y fue una gran sorpresa cuando descubrí que las cosas raras que hacía eran magia, mi padre es lechero así que tampoco podía creerlo y yo me dedico a sacar montones de fotos para luego enviárselas a casa. También averigüé toda la historia de Harry Potter, ¡es mi héroe! Y tú formas parte de su vida por lo que una foto contigo sería algo adicional a la colección. ¿Qué dices? Tu amiga puede tomarla.

El niño las miró con felicidad y esperanza en sus ojos, se había acercado tanto a Hestia que tuvo que apartarlo unos cuantos centímetros para poder acomodarse en su lugar. Le echó una mirada a Sereia y fijó su vista en el niño, que la miraba con una expectante sonrisa.

𝚃𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚢𝚎𝚜 - ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ᵘⁿⁱᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora