¡ ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᵗʷᵒ

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Hestia Potter era, entre muchas cosas, una persona prudente. Sabía muy bien las consecuencias que conllevaba enfrentar a sus tíos: semanas de encierro y sin comida. Por lo que cuando escuchó a su hermano menor cuestionar una de las decisiones de su tío Vernon, quiso estrangularlo con sus propias manos. Lamentablemente, eso no le importó a su tío, quien decidió encerrarla junto a él.

Hestia sabía lo mucho que Harry odiaba a Vernon, a Petunia y a su preciado Dudders, ¿cómo culparlo? Su propia familia los veía como esclavos y perfectos blancos de burlas, vistiéndolos con trapos viejos y dándoles de dormitorio una alacena debajo de las escaleras. Y aunque Petunia era su Dursley preferida debido a las múltiples veces que le había perdonado una "falta de respeto", no cambiaba el hecho que los usaran de sirvientes.

Esa noche Hestia Potter se había despertado a causa de las patadas de su hermano y no había podido reconciliar el sueño. Había soñado con la suave voz de una mujer cantando una hermosa melodía que, por alguna extraña razón, le resultaba increíblemente familiar. Miró el pequeño y viejo reloj que su tía Petunia les había dado para que dejaran de ser tan desorganizados, las 6:00 a.m. La pelirroja se estiró con dificultad, pues la alacena no era muy extensa y mucho menos para dos niños de 9 y 11 años. Harry comenzó a roncar, sacándole una risilla a su hermana mayor quien con suavidad comenzó a acariciar su enredado cabello castaño.

Como era de esperarse, dos horas y media más tarde, Petunia golpeaba la pequeña puerta mientras gritaba para que se levantaran e hicieran el desayuno, no mucho después se escucharon las fuertes pisadas de su primo Dudley que bajaba corriendo las escaleras. A Harry y a Hestia le gustaba comparar a Dudley con animales y discutir con cuál tenía más parentesco, por ejemplo, Harry decía que su animal interior -y exterior- era un cerdo mientras que Hestia opinaba que tenía mas similitudes con el pez borrón fuera del agua. Harry aún recordaba la primera vez que él y su hermana habían discutido el porqué de sus elecciones.

Era su octavo cumpleaños, él y Hestia habían sido castigados por culpa de su primo y un jarrón roto. Harry estaba tan enojado con Dudley que había comenzado a llamarlo "gran y oloroso cerdo, con cerebro tamaño maní", su hermana se había reído de él y le había dicho que en su opinión Dudley se parecía más a un pez borrón.

—Pero Hestia, todos saben que los cerdos son gordos y feos. ¿Y qué es un pez boró?

—En realidad Harry, los cerdos son animales curiosos e intuitivos, y se cree que tienen una inteligencia mayor a la de un niño humano promedio de tres años de edad. Son más inteligentes que los perros y tan amigables, leales y cariñosos como ellos. Además, algunos incluso son tiernos. —El pequeño frunció el ceño confundido, ¿qué tipo de cerdo había visto su hermana para definirlo como tierno? —En cambio el pez borrón, no boró, es un pez color crema con un aspecto repugnante, es considerado de gran magnitud debido a que tiene una longitud de unos 30 a 38 centímetros. No son para nada activos, son capaces de comer todo lo que puedan e increíblemente aburridos.

—¿Cómo sabes todo eso?

—Tía Petunia me obligó a hacer la tarea de Dudley. —Harry asintió con lentitud, no había entendido mucho, para él el cerdo seguía siendo gordo y feo y el pez boró un pez de gelatina.

Ese día Harry aprendió dos cosas:

1. Su hermana sabía muchas cosas.

2. Había gente que consideraba que los cerdos eran, por alguna razón, tiernos.

Lo más fascinante de todo, había sido la cantidad de datos que su hermana podía recolectar. Ella se aburría mucho y sabía que la rechazaban en la escuela, por lo que se la pasaba leyendo en los recesos. Y hasta ese día, Hestia crecía y lo sorprendía con datos o teorías que a él jamás se le habrían pasado por la cabeza. Por ejemplo, la semana anterior a esa su hermana había comenzado a hablar de flores, polen y abejas.

𝚃𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚢𝚎𝚜 - ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ᵘⁿⁱᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora