¡ ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᵉⁱᵍʰᵗᵉᵉⁿ

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—¿Ginny, verdad? —La niña se sobresaltó, y asintió despacio. —¿Te acuerdas de mí? —Ginny negó. —Está bien, eras muy pequeña cuando visité la madriguera, soy Hestia, la hermana de Harry.

—Los gemelos hablan de ti a veces. —Le dio una tímida sonrisa.

—Quería hablar contigo sobre lo que sucedió ayer, ya sabes, con el mensaje musical. —Hestia tomó asiento. Ginny se puso colorada y trató de esconder su rostro. —En primer lugar, quería pedir disculpas por reírme, estuvo mal. Y... también quería saber cómo te sentías, fue algo duro lo de ayer.

Ginny vaciló. —Me encuentro bien, gracias, Fred y George han estado insoportables y no pararon de reírse, al igual que los demás, pero me lo tenía merecido. El mensaje musical fue una mala decisión.

Hestia le sonrió con ternura. —Está bien, Harry aún no ha sentido atracción por nadie, tiene las hormonas demasiado lentas por si no te diste cuenta, así que es normal que haya huido. No quiero que pienses que fue personal, conozco a Harry y estoy segura que la situación hubiera sido algo diferente si hubiera sido un poco más... privada.

Ginevra asintió, mas no dijo nada. Hestia se aclaró la garganta.

—¿Estás segura que te encuentras bien? Tienes ojeras, y son muy notorias... —Ginny se puso de pie de un salto.

—¡Estoy de maravilla! No oculto nada malo, de verdad. —Forzó una sonrisa.

Hestia la miró extrañada. —De... acuerdo. Si necesitas hablar con alguien en algún momento, no dudes en buscarme.

—Lo haré.

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Antheia suspiró con pesadez. —¿Podrías recordarme qué estamos buscando?

Hestia bufó. —Un libro de criaturas, es urgente.

No podía entender cómo no se le había ocurrido antes, la voz, el pársel, Harry... todo tenía sentido ahora. Pero primero debía encontrar ese libro.

Antheia soltó una risita. —Malfoy está espiando a Granger otra vez. —Hestia miró por sobre su hombro, Draco lucía nerviosamente ansioso, tenía el puño cerrado y se mordía las uñas, con la vista fija en Hermione. Debe haber sentido la mirada persistente de ambas, porque giró en su dirección y les frunció el ceño fastidiado.

Escucharon una exclamación y un grito ahogado. Los tres giraron sus cabezas, Hermione y una chica de Ravenclaw se encontraban petrificadas, los alumnos alrededor se acercaron para ver qué había sucedido, incluida la bibliotecaria. Se escucharon gritos y murmullos.

—Hest, —Antheia le tiró de la manga de su camisa y le alcanzó un libro que había caído al suelo. —creo que lo encontré.

Hestia quiso ir con Hermione, pero sabía que no podía hacer nada para ayudarla. Fijó sus ojos en Antheia y en el libro polvoriento de tapa dura que sostenía. Leyó el título y asintió.

Lo tomó entre sus manos y buscó la sección de monstruos peligrosos, en la "B". Soltó un gruñido. La página había sido arrancada.

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Estaba mal. Todo estaba mal. Hagrid y Dumbledore se habían ido, y estaban siguiendo unas arañas hasta el bosque prohibido. No tenían idea a dónde se dirigían exactamente, pero no podía ser bueno. Ron no dejaba de repetir que era una mala idea, y Harry no podía culparlo, el pobre le tenía fobia a las arañas, estaban solos y sólo contaban con la luz que salía de su varita para alumbrarlos.

𝚃𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚢𝚎𝚜 - ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ᵘⁿⁱᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora