𝚃𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚢𝚎𝚜 - ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ᵘⁿⁱᵛᵉʳˢᵉ

¡ ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᵗʰⁱʳᵗᵉᵉⁿ

Las últimas semanas habían pasado volando para Harry Potter, y como ya era costumbre, habían ocurrido con muchos inconvenientes. Sin embargo, esta vez estaba arruinado, toda la escuela sospechaba de que él fuera el verdadero descendiente de Salazar Slytherin y por ende, el responsable de todas las petrificaciones.

Casi no había dormido pensando en lo que le había sucedido la noche anterior en el club de duelo, su mente le había dado vueltas sin parar al mismo tema: podía hablar con las serpientes. Harry encontraba irónico que sospecharan de que él fuera quién estaba atentando contra la escuela por haberle dicho a una pequeña serpiente que no atacara a Justin.

Aún así, se había decidido por confrontar a Justin y explicarle lo que realmente había sucedido. Era hora libre y Harry podía asegurar de que lo encontraría en la biblioteca. Sin embargo, solo se encontró con un grupo de tejones en la parte de atrás de la biblioteca.

Comenzó a acercarse, cuando un par de palabras sueltas lo alarmaron y se escondió detrás de una de las estanterías para escuchar mejor.

—Así que le dije a Justin que se ocultara en nuestro dormitorio. Quiero decir, si Potter ha señalado a su próxima víctima es mejor que se deje ver poco durante una temporada. —Algunos de los presentes asintieron de acuerdo. —Por supuesto, Justin se temía que algo así pudiera ocurrir desde que se le escapó decirle a Potter que era de familia muggle. Lo que Justin le dijo exactamente es que le habían reservado plaza en Eton. No es el mejor comentario que se le puede hacer al heredero de Slytherin, ¿verdad?

—¿Entonces estás convencido de que es Potter, Ernie? —Harry la reconoció como Hannah.

—Linda, sabe hablar pársel. Todo el mundo sabe que esa es la marca de un mago tenebroso. ¿Sabes de alguien honrado que pueda hablar con las serpientes? Al mismo Slytherin lo llamaban lengua de serpiente. —Los tejones comenzaron a murmurar. —¿Recuerdan lo que apareció en la pared? "Teman, enemigos del heredero". Potter estaba enemistado con Filch. A continuación, el gato de Filch resulta agredido. El niño de primero, Creevey, molestó a Harry en el partido de quidditch sacándole fotos mientras estaba lesionado. Y entonces aparece Creevey petrificado.

—Vaya, Ernie, a ti si que te encantan las teorías conspirativas. —Harry sonrió de lado, Hestia estaba en todas partes.

—Oh, Potter niña, ¿estás aquí para juntar información para el psicópata de tu hermano?

La vio sonreír.

—Na, ya le hice una lista la semana pasada, y adivina, ¡tú estás primero!

El color desapareció del rostro de Ernie, sacándole una carcajada a Hestia.

—Por favor, niñitos, ya es tiempo de madurar y dejar florecer a esas neuronas que tienen de adorno, ¿qué les parece?

—No sé de qué estás hablando, claramente, yo sí sé utilizar mis neuronas. —Ernie se cruzó de brazos dirigiéndole una mirada retadora. Hestia se incorporó.

—Claro que no cariño, porque si realmente supieras usar ese cerebro tuyo, no le estarías echando la culpa a mi hermano. Harry salvó al mundo mágico siendo apenas un bebe, y lo hizo de nuevo el año anterior salvándolos a todos ustedes de que Voldemort se llevara la piedra filosofal, si no fuera por él, Ernie, más de la mitad de Hogwarts estaría muerto.

—Bueno, Hestia tiene un punto, Ern. —Hannah toqueteó su cabello rubio, pensativa.

—Por supuesto, a menos que consideres el hecho de que nadie sabe cómo sobrevivió a la maldición asesina. Quiero decir, era apenas un niño y ni el mismísimo Dumbledore había sido capaz de detenerlo. —Ernie alzó el mentón orgulloso. —Si me preguntan a mí, solo un mago tenebroso con mucho poder podría haber sobrevivido. Por eso es que quien-ustedes-saben quería matarlo, no quería tener a otro Señor Tenebroso que le hiciera competencia.

Los murmullos comenzaron otra vez.

—Me pregunto qué otros oculta Harry. —Escuchó a Hestia gruñir.

—Escúchame bien claro niñito, Harry es más que inocente y no necesito mostrarte pruebas para comprobarlo, pero tú lo que necesitas es salir de esa estúpida burbuja de conspiraciones en la que te metiste y volver a pisar la Tierra. Di tan solo una insignificante y pequeña palabra en contra de mi hermano una sola vez más y te juro que-

Harry decidió interrumpir, salió de su escondite y carraspeó sonoramente, llamando su atención. Contempló la quietud que se había producido, lo miraban petrificados y pálidos, Ernie lucía asustado, pero no podía descifrar si se debía a su aparición a Hestia, quien lo tenía acorralado y apuntado con la varita. Decidió que era por ambos.

Hestia le sonrió y empujó a Ernie al suelo. Se acercó a darle un abrazo y aceptó gustoso. —Hola, busco a Justin Finch-Fletchley.

Los Hufflepuff miraron atemorizados a Ernie. Este pasó saliva. —¿Para qué lo buscas?

—Quería explicarle lo que sucedió realmente con la serpiente en el club de duelo.

Ernie se mordió los labios y respiró profundo. —Todos estábamos allí. Vimos lo que sucedió.

—Oh, no sabía que hablabas pársel tú también, niñito.

—¡No hablo ese idioma asqueroso, Potter! —Hestia rodó los ojos y le colocó la mano en el hombro a Harry, dándole apoyo. —Yo solo me di cuenta de que hablaste en lengua pársel y le echaste la serpiente al pobre Justin.

—¡Yo no se la eché! —Harry se sentía ofendido. —Después de lo que le dije, ¡la serpiente retrocedió!

—No me digas que necesitas usar anteojos. —Hestia soltó una risilla burlona.

—¡Tu ni siquiera estabas ahí!

—Oh cállate, Robin. Si no puedes diferenciar entre acercar y alejar, no mereces tener voz en ninguna opinión.

Ernie carraspeó, devolviendo la atención hacia él. —Además, Potters. Por si les entran dudas, pueden rastrear mis antepasados hasta nueve generaciones de brujas y brujos y no encontrarán una gota de sangre muggle, así que...

—Como si eso te fuera a salvar, cara de rata. —Ernie abrió grande los ojos, visiblemente ofendido. Harry ya estaba cansado de la situación.

—¡No me preocupa qué tipo de sangre tengas! ¿Por qué tendría que atacar a los de familia muggle?

—He oído que odias a esos muggles con los que vives.

—¡No es posible vivir con los Dursley sin odiarlos!

Hestia se rió. —Tu no durarías ni un día, aún menos con toda esa sangre pura que presumes, niño.

Ernie estaba a punto de volver a hablar, pero Harry tomó a Hestia de la muñeca y la arrastró fuera de la biblioteca. Se la soltó en el corredor e intentó escapar yéndose por el lado contrario, pero Hestia lo tomó de la capa.

—Jamie, te prometo que todo se resolverá.

Harry frunció los labios. —Lo sé, Hest. Pienso atrapar al culpable y hacerlo confesar.

Se soltó la capa y desapareció en la esquina del pasillo. Dejándole a Hestia un sabor amargo en la boca.

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no tengo ni idea de dónde salió esto pero ajá.

QUÉ ONDA CÓMO ANDAN MIS AMORES LOS EXTRAÑO MIL