¡ ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ᵗʷᵒ

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—¡Harry James Potter ven aquí en este instante! —El Gran Comedor hizo silencio, Hestia se encontraba junto a las enormes puertas, sus ojos ámbar detonaban furia. Harry se levantó con cuidado, podría estar enojado con ella pero sin dudas no quería invertir los roles. Caminó hasta ella, que, molesta, lo tomó del brazo y lo empujó hasta los pasillos más alejados del salón.

—¡Hestia, más despacio! ¡Duele! —Hestia lo soltó con brusquedad y se giró indignada a verlo.

—James, ¿se puede saber qué es eso de tu duelo nocturno? —Hestia cruzó sus brazos, Hermione había corrido hacia ella desesperada y temerosa de que sus nuevos amigos fueran expulsados por ir a un duelo a medianoche.

—¿Y tú cómo te enteraste de eso?

—No importa eso James, como tu hermana mayor tengo que impedirte hacer estupideces. —Hestia se agachó para estar a la altura de Harry. —Jamie, tengo mucha más experiencia que tú en este colegio, no vayas a ese duelo.

—¿Por qué no? —El fénix de Hestia chilló asustando a Harry.

—Porque ni siquiera sabes hacer el más sencillo encantamiento, porque si te descubren tu casa perdería incontables puntos y porque si es verdad que te citaron en el salón de los trofeos es una maldita trampa.

—¡No es una trampa y me sé defender! —Harry dio un pisotón.

—¡Claro que no! Apenas llevas unos días aquí, ¿qué encantamiento podrías haber aprendido para agredir a alguien?

—Si te los digo podrían escucharme y usarlos en mi contra más tarde. —Esta vez fue Harry quién se cruzó de brazos, haciendo exasperar a Hestia.

La pelirroja suspiró tratando de calmarse. —¿Quién te citó?

Harry hizo silencio, sus ojos esmeralda la observaban con desconfianza. —Un niño de Slytherin de mi año, Draco Malfoy.

Hestia abrió los ojos con sorpresa, sintió a Callie tensarse en su hombro. —¿Malfoy? ¿El hijo de Lucius Malfoy, uno de los más importantes en el Ministerio de Magia que tiene opinión sobre esta escuela y lleva la sangre más pura corriendo por sus venas? ¿Ese Malfoy?

—Supongo. Sí.

—¡Por Merlín, Harry! —Hestia masajeó su sien. —Definitivamente no irás a ese duelo, te lo prohíbo y no quiero ninguna queja porque no sabes dónde te estás metiendo.

—¡Pero Hestia no es justo!

—¿Sabes que tampoco es justo? Que por tu culpa y la de ese Weasley la casa de Gryffindor se vea afectada por su estupidez y que luego todos tus compañeros los repudien por hacerlos perder puntos, no son veinte o diez los que se descuentan Harry, son muchos más. —Hestia pasó una mano por su cabello estresada. —No irás Harry, hay muchas cosas que pueden salir en tu contra y no quiero eso. No se discute más el tema.

Harry se alejó furioso hacia el Gran Comedor, insultando entredientes a Hestia.

—¿Sabes Callie? A veces quiero patearlo en la cara. —El ave apoyó su cabecita en el cabello rojo de Hestia, haciéndole saber que la entendía. Pasaron un par de minutos más antes de que decidiera regresar al comedor.

Su tercer año en Hogwarts no estaba saliendo como ella había imaginado, Harry le hablaba pero siempre era cortante o terminaban discutiendo y cada vez, Hestia desconocía la verdadera razón del enojo de su hermano, estaba segura de que había algo más aparte del rencor solo que aún no lo descubría.

Hestia abrió la puerta del comedor y sin mirar a nadie, se dirigió a la mesa de Ravenclaw y se sentó junto a Laurent. Le sonrió y le pasó los brazos por sus hombros como de costumbre y la apretujó contra su pecho. —Hola chicos.

𝚃𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚎𝚢𝚎𝚜 - ʰᵃʳʳʸ ᵖᵒᵗᵗᵉʳ ᵘⁿⁱᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora