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TAEHYUNG(16 años)

Después de que Hoseok dejó mi casa para vivir con Sehun y Rose, las cosas
cambiaron. No tenía idea de qué me hizo, pero lo echaba de menos como un loco. Extrañaba su presencia en mi casa. Lo extrañaba durmiendo en mi cama. Lo extrañaba solo estando ahí para hablar cada vez que quisiera. En algún lugar entre secarle las lágrimas cada noche y ayudarle a cepillarse el pelo cada mañana, me volví dependiente de su cuidado. A veces le diría a Nam que iba al parque a jugar a la pelota con los chicos, cuando en realidad iba a su casa. No sé por qué mentía, tal vez porque temía que me dijera que pasaba demasiado tiempo con él. Sin importar qué, no iba a pasar menos tiempo con Hoseok. Luego, por la noche, después de que Sehun me dijera que necesitaba volver a casa, me colaba por su ventana tan pronto como salía por la puerta principal, metiéndome en su habitación para así pasar más tiempo con él. No era que hiciéramos algo malo.

Solo pasábamos el rato, veíamos películas, nos burlábamos de los mensajes en Facebook juntos; cosas normales y aburridas de amigos. La mayoría de las veces, usé su ventana. Pensábamos que reducíamos el número de preguntas de esta manera, sobre todo teniendo en cuenta que por lo general terminaba quedándome dormido a su lado. Teníamos la sensación de que su hermano tendría dificultades en creer que nuestra relación era puramente platónica si una noche me descubría abrazándolo por la espalda en la cama. Así que, evitaba que alguien más supiera de mis visitas. No podían echarme al toque de queda si no se daban cuenta de que me encontraba allí. Además, era muy divertido torcer un poco las reglas. Una noche, Hoseok se encontraba sentado en su cama mirando algo en su ordenador portátil con auriculares cuando llegué tocando su ventana. Levantó la vista y sonrió cuando nuestras miradas se encontraron a través del cristal. Luego se arrastró por el colchón para agarrar la ventana y levantarla.

—No lograré sobrevivir a este año escolar —me quejé, incluso antes de empezar a subir al interior—. No solo.— Hoseok simplemente rodó los ojos mientras volvía a la cabecera de la cama para sentarse sobre las almohadas y acomodar de nuevo la computadora portátil en sus piernas.

—¿Quién es hoy? ¿Jackson o Namjoon?— Fruncí el ceño. Bueno, quizá me quejé demasiado últimamente por tener a mi cuñado trabajando en la escuela como mi profesor de inglés y a mi hermano como mi  nuevo entrenador de fútbol, pero Dios... era jodidamente embarazoso.

—Nam—despotriqué de todos modos, a pesar de su falta de interés—. Es decir, ha trabajado allí apenas una semana, la temporada casi ha terminado, y ¿sabes cuántos ejercicios matadores nos hizo hacer hoy en la práctica?

—¿Sabes qué no puedo creer? —preguntó Hoseok, con su atención en el ordenador y no en mí—. Que viniste a verme mientras estás borracho.—Parpadeé, con total perplejidad.

—¿De qué diablos hablas? No he bebido.

—¿En serio? —Levantó la mirada mientras arqueaba una ceja desafiante—. Entonces, ¿por qué todo lo que escucho es vino, vino, quejas?

—Vaya. —Negué con la cabeza y entrecerré los ojos antes de dejar asomar una sonrisa renuente y sentarme a su lado contra la cabecera de la cama—. Golpe bajo, listillo. Muchas gracias. Pero bien. Voy a dejar de quejarme. —Sinceramente, me encantaban sus formas sabelotodo. Siempre era tan diferente cuando estábamos solos. En la escuela, por lo general se retiraba en su caparazón, introvertido. A veces era incluso difícil conseguir que me hablara en público. Pero tan pronto como sabía que no había nadie alrededor, dejaba de lado
la timidez y era mi Hoseok, una vez más. A una parte de mí le complacía que fuera de esta manera. Nadie más sabía lo divertido, inteligente y sarcástico que era en realidad, por lo que yo podía acapararlo. No tenía que compartirlo con nadie. Por otra parte, también me preocupaba que no siempre pudiera estar cerca, y que su tímido comportamiento retraído lo convirtiera en un gran objetivo para los agresores.

Impagable  (VHOPE) Historia 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora