십칠

1.3K 223 34
                                    

HOSEOK

Me sentí como la mierda cuando desperté el martes en la mañana. Taehyung ya no estaba. Presioné la mano en su almohada vacía, esperando que la noche anterior no hubiera pasado. No la parte de la cita. La cita fue increíble. Y tampoco la parte donde se envolvió a mi alrededor y me sostuvo por siempre hasta que sucumbimos al sueño juntos. Eso fue la unión de nuestras almas. Pero la parte donde arruiné todo pidiéndole que tomara mi virginidad. Sí… esa parte apestó. Como grandes y mutadas bolas de burro de tamaño elefante. Aún no podía creer que lo hice. Justo hasta el segundo que la pregunta dejó mi boca no tenía planeado hacerla. Y luego él vino y me dio una salida tan pronto lo pregunté, diciéndome que podíamos olvidarlo todo. Pero no… tuve que insistir. ¿Por qué? ¿Por qué presioné?
Podría haber sido porque Taemin me afectó, tal vez, me dejó cuestionándome
todo, y me volví tan determinado a mostrarle a él y a mí mismo —demonios, al mundo entero— que podía ser una persona común y corriente. Pero Taehyung tuvo razón de nuevo cuando me dijo que intentaba usarlo para hacerme sentir mejor. Dios, odiaba cuando tenía razón. Nunca pretendí menospreciarlo y tratarlo
como un objeto. Incluso así, no saber cuál era el secreto que escondía me molestaba. Demasiado. No nos escondíamos cosas, aunque ahora que lo pensaba, nunca compartió nada de su vida sexual conmigo, a propósito manteniéndome lejos de esa parte de él. Solo… no podía entender por qué. Me sentía humillado y avergonzado, triste, herido, y sin embargo muy agradecido de que hubiera vuelto y pudimos arreglar las cosas. Si lo hubiéramos dejado como una pelea frente a mi casa, me hubiera sentido demasiado avergonzado para siquiera enfrentarlo de nuevo. Y ahora me sentía incluso peor por herir sus sentimientos, y luego por traer a colación un tema que, obviamente, era delicado para él. Lo presioné demasiado. Me disculparía de nuevo. Le hornearía algunas galletas. Algo.

Cuando el reloj despertador sonó, le di una palmada al botón de repetición por como la tercera vez esta mañana y suspiré hacia el techo, deseando que tan solo pudiera quedarme acurrucado en la cama durante el resto del año... o al menos hasta que derramara esta culpa horrible. Segundo después, la puerta de mi dormitorio se abrió de golpe y Sun Ho seguido por Sun Mi entraron corriendo para treparse a mi cama y luego subirse encima de mí, balbuceando algo acerca de cereal, creo.

—¡Sun Mi! ¡Sun Ho! —Rose se hallaba unos segundos detrás de ellos mientras se precipitaba en el cuarto—. Dejen a su tío dormir.—Se veía desaliñada y a medio vestir para el trabajo—.Lo siento, Hoseoki. Los sacaré de aquí.

—No, está bien —le dije—. Haz lo que tengas que hacer. Pueden quedarse
conmigo unos minutos mientras te alistas. No tengo clase hasta las nueve.

—Oh Dios mío. ¡Gracias! Estoy retrasada así que lo aprecio. —Presionó un rápido beso en mi frente, le dijo a los niños que se comportaran y luego salió del cuarto. Los gemelos se quedaron en la cama conmigo, y jugamos a hacernos cosquillas hasta que Rose resolvió todo. Engullía una barra de granola cuando regresó para llevárselos.

—Gracias de nuevo, Hobi. Eres un salvavidas. —Después de coger a Sun Ho, le tendió la mano a Sun Mi para que se parara. Entonces se detuvo y preguntó—: ¿Necesitas ayuda con algo?—  Me preguntaba eso cada día. La mayoría de las veces, necesitaba algo, ayuda con mi cabello, ropa interior, maquillaje. Pero ella siempre estaba retrasada y además, me mortificaba cuanto tiempo me dedicó a través de los años. Sin querer ser una obligación esta mañana y sabiendo que podía conseguir lo esencial por mí, con un poco más de tiempo y esfuerzo, negué con la cabeza.

—No, gracias. Lo tengo controlado. —Eso la hizo detenerse insegura.

—¿Estás seguro?— Asentí. Hoy, no podía ser una molestia para nadie más. No podía… no sé. Después de anoche, todavía me sentía egoísta y necesitado. Así que era extra importante para mí probarme que podía manejarlo bien sin apoyarme en nadie más para mi comodidad y felicidad.

Impagable  (VHOPE) Historia 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora