이십 육

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HOSEOK

Me sentía diferente.....

No era solo la quemadura de barba que hormigueaba en mi cuello, pecho y muslos, o tampoco el dolor entre las piernas. Era algo en mi interior, algo
emocional. A mi lado, Taehyung  se movió, y su cabello rozó mi mejilla, haciéndome tomar un respiro antes de mirarlo. Sus ojos azules ya se hallaban en mí, observando. Esperando.

—¿Estás bien? —murmuró, con voz ronca. Parecía preocupado. Solté la respiración. Este hombre estuvo dentro de mí. Me vio desnudo, aún me veía desnudo, y me escuchó haciendo sonidos extraños y embarazosos. Él había estado tan bien. El sexo estuvo lleno de piel en contacto, posiciones extrañas, funciones corporales, y más sentimientos de los que esperaba. Pero también fue algo bello, tierno y mágico. Una cosa era cierta: no había manera, no podría haberlo hecho con alguien en quien no confiara implícitamente. Sin duda podía ver cómo el sexo podría pasar de hermoso a malo con la pareja equivocada. Y estaba tan feliz de haber elegido a alguien considerado y minucioso, alguien a quien le gustara y pusiera en primer lugar mis sentimientos. Me sentía más cerca de él de lo que nunca me había sentido antes. Tomando impulso, le di un golpe en el brazo.

—¡Ay! —chilló, sacudiéndose—. ¿Por qué fue eso?

—Por decir que el sexo era decepcionante, y no es nada de eso. Eres un mentiroso. —Esta había sido la experiencia más intensa de mi vida. Frotándose el lugar donde lo golpeé, frunció el ceño con confusión.

—¿Y cuándo diablos dije eso?

—La noche en la que te enteraste de mi cita con Taemin, justo después de decir
que respetabas totalmente a los vírgenes.

—Oh. Sí. —Con una sonrisa de arrepentimiento, se encogió de hombros—. Sí, bueno... Solo dije toda esa mierda porque me preocupaba que fueras a tener relaciones sexuales con otra persona. En realidad, el sexo es muy impresionante. —Me miró a los ojos y luego pasó su dedo por mi brazo—. Especialmente el sexo contigo.—El cumplido me calentó por todo el cuerpo y me hizo sentir resplandeciente. Pero para él, levanté mis cejas en señal de advertencia.

—¿Y qué hay sobre el yo respeto a los vírgenes que me dijiste esa noche?

—Pues... —Se rascó la ceja—. También respeto a los no vírgenes. La verdad, el nivel de promiscuidad de una persona prácticamente no tiene relevancia en la
obtención de mi respeto. Mi respeto más que nada depende por completo sobre qué tipo de ser humano eres, así que...

—Mmm ajá —murmuré—. Es un gran mentiroso, señor Kim.

—Sí, pero soy tu mentiroso. —Juguetonamente, frotó la parte superior de su cabeza contra mi mejilla antes de mirarme y sonreír como un perrito ansioso, listo para complacer—. ¿Ahora hará cualquier cosa conmigo, señorito Jung?

—Buena pregunta. —Rodé hacia él hasta que estuve encima de él—. Voy a tener que pensar en ello. —Entonces lo besé. Me respondió el beso, agarrando mi cabello y empujando su lengua. Pero cuando lo sentí crecer con fuerza contra mi estómago, nos dio la vuelta hasta que él estuvo encima, sujetándome al colchón, recordándome que no le gustaba estar en la parte inferior. Y luego, cuando traté de deslizar las manos por su espalda porque, vamos, solo quería hundir los dedos en sus músculos lisos y gemir, agarró mis dedos y los bajó a mis costados. Solté un sonido de disgusto; quería explorarlo tan desesperadamente, pero me mordí la lengua, porque sabía por qué él no podía ir allí. Pero levantó su rostro para buscar mis ojos.

—Te está molestando eso, ¿verdad?

—Lo siento —dije bruscamente, cerrando fuerte los ojos y deseando haber contenido mis frustraciones un poco más en silencio—. Sé que no puedes evitarlo. Yo solo... quiero tocar cada centímetro de ti. Me dejas tocarte todo el tiempo. Por qué…

Impagable  (VHOPE) Historia 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora