HOSEOK
Me encontraba mirando en mi portátil un par de ofertas de trabajo de programación informática por mi zona cuando alguien llamó a la puerta. Alzando la vista, parpadeé cuando entró Taehyung sonriendo, y mi corazón latiendo rápidamente, casi salió de mi pecho.
—Hola. ¿Estás ocupado? —preguntó. Se veía bien, especialmente bien. Lo cual era raro, porque no estaba arreglado. Llevaba una simple camiseta blanca de cuello en V, y unos pantalones vaqueros azules normales que, vale, lucían más nuevos que otros que tenía. Pero, no sé, había algo, como si se hubiera afeitado antes de venir o se hubiera peinado o... ¿qué demonios? ¿Era perfume lo que olía en él? ¡Lo era! Ese era el aroma que le regalé para Navidad. ¿Por qué diablos llevaba perfume?
—¿Hoseok? —preguntó, elevando una ceja y luciendo divertido por la forma en que lo miraba sorprendido. Negué con la cabeza, regresando la cabeza donde estaba. Ocupado, preguntó si estaba ocupado.
—Claro —dije—. Quiero decir, no. Desocupado. ¿Qué necesitas? ¿Todo bien? —Juro que sus ojos brillaban de alegría mientras me sonreía.
—Todo está perfecto. Pero necesito que vengas conmigo.—Se comportaba tan misterioso, que me reí.
—¿Dónde?
—Es una sorpresa —murmuró, manteniendo una mano hacia mí—. ¿Te apuntas o no?
—Oh, me apunto. —Él sabía que tenía debilidad por las sorpresas. Tomando su mano mientras me ayudaba a ponerme de pie, le pregunté—¿Es un lugar público? ¿Debo cambiarme?
—No te cambies. Estás perfecto. —Siguió sonriendo mientras me ayudaba con mi silla, e hizo que mi estómago se revolviera, recordándome nuestro beso. Parecía un niño pequeño que no podía esperar para dar a sus padres los regalos de Navidad que eligió para ellos. Era absolutamente adorable.
—Te comportas muy misterioso —no pude evitar decir. Riéndose, se inclinó para susurrarme al oído.
— Y te encanta. —Me estremecí, y por una vez, estaba contento de tener parálisis cerebral para utilizarla como una excusa por mis temblores, porque, santo infierno, su aliento en mi cuello era el paraíso. Enderezándose, torció su dedo para que le siguiera. —Por aquí.—Podría dirigirme directamente al centro del infierno, y le seguiría con entusiasmo. Luciendo de la forma en que lo hacía y siendo tan juguetonamente misterioso, Taehyung era demasiado tentador para resistirse.
Mientras entrabamos en la habitación del frente, donde se encontraba Rose
trenzando el cabello de Sun Mi, Taehyung chasqueó los dedos y la apuntó.—¿Puedo tomar prestado algo de tu cocina? —preguntó—. Juro que lo devolveré cuando hayamos terminado.
—Uh... —Rose parpadeó antes de sonreír con malicia—. Bueno, claro. Adelante.
—Gracias. —Salió corriendo de la habitación, y miré detrás de él, preguntándome qué diablos estaría tomando. Sintiendo un poco de baba en la comisura de mi boca, me limpié rápidamente y envié a mi cuñada una mirada confusa.
—¿Sabes de qué se trata?
—Ni idea —respondió, y luego susurró— Tal vez quiere besarte de nuevo.— Mi cara se calentó —¡Shh! —Rose rió disimuladamente. Luego se echó a reír.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Taehyung, entrando de nuevo en la
habitación.—Nada —chillamos juntos Rose y yo. Nos envió una mirada extraña antes de murmurar.
—Está bien —y mantuvo la puerta abierta para mí. Miré de nuevo a Rose, curioso por su excesivamente buen comportamiento. Con ojos brillantes de alegría, me lanzó un beso.
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Impagable (VHOPE) Historia 5
FanfictionBienvenidos a un Rincón Vhope Tres cosas eran un hecho en mi vida. Necesito a Hoseok para sobrevivir. Necesito el sexo para mantener la cordura. Y nunca podía mezclar el sexo con Hoseok. Simplemente sabía -en mi interior- que si lo mezclaba, iba a p...