TAEHYUNG
No dormí por el resto de la noche. Fui directo a casa desde la casa de Hoseok, me encerré en mi habitación y caminé de un lado a otro en mi piso. Primero, entré en pánico, demasiado preocupado de haber logrado arruinar nueve años de amistad. El contaba conmigo para hacerlo sentir especial, y no como un fenómeno.
Necesitaba que alguien le mostrara las mejores cosas que podían suceder al tener relaciones sexuales o cualquier tipo de intimidad. Y le fallé de manera estrepitosa. Y luego atravesé una fase de enojo, molesto con el por presionar el tema cuando le dije una y otra vez que no fuera allí conmigo. ¿Por qué demonios no había escuchado y confiado en que era la peor idea de todas? Dios… maldita sea.
Si solo hubiera dejado el tema la primera vez que traté de darle una salida. Pero la ira duró un corto tiempo antes de que enloqueciera de nuevo, preguntándome qué descubrió sobre mí. Oyó, con claridad, lo que solté, y luego me preguntó si estaba bien después de que vio mi rostro. Sabía… sabía que algo pasaba, algo que no tenía absolutamente nada que ver con lo deseable que lo encontraba. Froté mi rostro con la mano, mis dedos temblando de nuevo, mientras seguía desgastando la alfombra. No fui capaz de evitar el recuerdo. Pero mi espalda había estado contra la pared, una boca estuvo alrededor de mi polla, y de repente tenía trece de nuevo, en ese deteriorado remolque con mi madre arrodillada frente a mí, atragantándose mientras alimentaba su ser drogado de mi polla.
—Joder —murmuré, empuñando mis manos y deseando poder sacar el recuerdo de mi mente, restregarlo con un cepillo metálico, quemarlo con gasolina y un encendedor. Nada en Hoseok me recordaba o debería recordar a mi madre, así que, ¿por qué fui absorbido de vuelta a ese momento? Esta era la razón por la que no permitía que nadie me diera mamadas. Sabía que eso arrastraría estúpidas visiones indeseadas. Maldita sea.
¿Por qué dejé que Hoseok …? Obviamente, porque era Hoseok. ¿Cómo podía decirle que no cuando vestía eso y se estiraba por mi cierre? Siseé otra maldición y paseé un poco más. La noche pasó, continué sintiéndome como la mierda, y para el momento en que llegó la mañana, tenía un jodido dolor de cabeza. Colapsé en mi colchón y dormí un puñado de horas antes de arrastrar mi culo de la cama en algún momento después del mediodía. Me alegraba de que fuera domingo, ya que no tenía clases y no debía trabajar esa noche, y deslicé mis pies desnudos desde mi habitación a la sala en busca de comida.
—¡Sí! —gritó una voz cuando entré a la cocina, bostezando y frotando mi nuca. Dejé caer mi mano para encontrar a Zico saltando de una silla en la mesa donde se encontraba sentado para lanzar sus brazos al aire en un baile de victoria. Se giró hacia Seokjin, que seguía sentado con Teyong en su regazo—.Me debes veinte dólares, amor. —Seokjin puso los ojos en blanco mientras se estiraba por otra galleta para dejar que su hija la destrozara..
—Solo porque luce como si hubiera tenido sexo toda la noche no significa que en realidad lo hizo.
—¿Perdón? —Fruncí el ceño ante los dos y abrí mi boca para exigir saber qué siquiera hacían aquí, cuando Zico me señaló.
—Ruedas Calientes usó ese numerito de seda negro y rojo, ¿no?— Mi mandíbula cayó.
—¿Qué diablos? —¿Cómo demonios supo eso?
—¡Oh Dios mío! ¡Taehyung! —gritó Seok, haciendo que Teyong se sobresaltara y soltara su galleta—. ¡Lo hiciste, pequeño y sucio prostituto! En serio lo hiciste. Y aquí, yo teniendo la absoluta certeza de que resistirías a su intento de seducción. No puedo creer que mi hermanito sea tan jodidamente fácil.
—Espera. ¿Qué? —Presionando las manos contra mi cabeza, conté hasta cinco con los ojos cerrados antes de dejar caer los dedos y estrechar la mirada sobre mi hermano y su molesto esposo—. Primero que todo… ¿qué demonios hacen ustedes tres aquí?
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Impagable (VHOPE) Historia 5
أدب الهواةBienvenidos a un Rincón Vhope Tres cosas eran un hecho en mi vida. Necesito a Hoseok para sobrevivir. Necesito el sexo para mantener la cordura. Y nunca podía mezclar el sexo con Hoseok. Simplemente sabía -en mi interior- que si lo mezclaba, iba a p...