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HOSEOK (15 años)

No odiaba a mi madre. Pero no puedo decir que la amaba. Mató cualquier emoción que pude haber sentido cuando la vi vender a mi hermano a la vecina malvada. Ocurrió hace años, cuando vivíamos en EE.UU. Pero aún me perseguía hasta ese día. Habíamos estado atrasados en la renta un par de meses. Así que la señora Garrison vino a cobrar, ya que era dueña de la casa donde vivíamos. Ella y mi mamá tuvieron algunas disputas; la señora Garrison amenazando con desalojo, y mama rogando por clemencia.

-Johana, por favor. Tiene que haber algo que pueda hacer para convencerte de que me des un poco más de tiempo. Nuestro próximo cheque del estado llega este...

-Lo siento, Dawon. -La señora Garrison levantó la mano para parar a mamá-. Pero ya he permitido que estén muy retrasados. No estoy llevando un caso de caridad aquí. No pueden solo... Esta vez, se interrumpió cuando Sehun entró a la cocina en su uniforme de lavado de autos. No era un gran trabajo. Ayudaba en cambios, fregaba llantas, rellenaba la máquina expendedora, y mantenía el lugar limpio. Pero Sehun se enorgullecía de cualquier trabajo que hacía. Lucía lindo en su traje, y la señora Garrison lo notó. Él frenó con incertidumbre en la puerta cuando vio que teníamos compañía y que interrumpía algo. Dio un vistazo entre mamá y la señora Garrison antes de quitarse su gorra de béisbol y murmurar.

-Lo siento. Disculpen. Iba a coger una
botella de agua antes de irme al trabajo. -La señora Garrison sonrió ampliamente hacia él.

-Por supuesto, no dejes que te detengamos. -Agitó su mano para que pasara, aunque era nuestra cocina y no suya-. Es bueno verte otra vez, Sehun. ¿Pasas un buen verano? - Parecía receloso mientras la miraba.

-Sí, Señora. Gracias. -Luego se precipitó hacia ella y abrió de un tirón la nevera para recuperar su bebida. Ignorando a la casera, aunque lo observaba abiertamente, el dio un vistazo a mamá antes de decirle adiós. Cuando finalmente giró en mi dirección, su sonrisa se calentó y sus hombros se relajaron.

-Sé bueno, pequeño. -Tiró en broma un mechón de mi cabello antes de salir por la puerta trasera. La señora Garrison continuó mirando la puerta después de lamerse sus labios y girarse hacia mi madre.

-Por Dios, definitivamente ha crecido bien este último año. -Mamá tuvo la gracia de fruncir el ceño al comentario inapropiado, pero no dijo ni una palabra de reproche. Frotándose las manos, la casera dio un suspiro de deleite. -Te diré algo, Dawon. Por qué no haces un viajecito este sábado, deja a tu chico solo en casa, y tal vez después, si mi día va bien, consideraré darte un poco más de tiempo.

Mi boca cayó abierta. Es decir, literalmente mi mandíbula cayó abierta. No podía creer que la mujer acabara de decir eso a mi mamá. Estaba totalmente fuera de sus cabales. Esperé que mamá la sacudiera para que se quedara lejos de su hijo. Esperé que echara a la perra de una patada a su trasero. Pero mi madre apretó sus labios herméticamente con desaprobación, entrecerró los ojos y luego lamentablemente contestó.

- Está bien. -La miré con la boca abierta, seguro de que había oído mal, pero no. No, dijo está bien, tan claro como el día. La señora Garrison sonrió con aprobación antes de juntar sus manos en el pecho y murmurar.

-Bien. Hablaremos de nuevo el domingo. -Luego se paseó por la puerta como la malvada bruja que era. Después de que la puerta se cerró, me di vuelta hacia mamá, esperando escuchar algún plan que tuviera para pagar las cuentas, uno que no involucrara a Sehun para nada. Por desgracia, no dijo nada. Ni siquiera me miró cuando fue a preparar la cena. Fue como si hubiese olvidado que me hallaba sentado malditamente aquí y que escuché todo lo que se dijo. Por un segundo, me pregunté si tal vez no entendió lo que quiso decir la señora Garrison. Pero demonios, yo solo molesto. Porque si hubiese sido lo suficientemente mayor para entender, hubiese sido lo suficientemente mayor para detenerlo. Excepto que no lo hice.
Nunca advertí a Sehun. Traté de convencerme de que lo que sea que haya hecho Sehun ese sábado que lo dejamos solo fue su propia decisión. Si mamá lo consintió, planeando a sus espaldas sin darle siquiera una advertencia razonable, entonces no podría ser tan malo como imaginaba..

Impagable  (VHOPE) Historia 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora