열셋

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HOSEOK

Sollocé sobre Taehyung durante tanto tiempo que me dio dolor de cabeza. Mis
miembros dolían y mis ojos estaban tan hinchados que casi se cerraban cuando
volví a la tierra de los vivos y rodé el rostro por su pecho para mirar sus ojos azules.

—Jesús —murmuró, ahuecando mi mejilla—. ¿Puedes ver? —Podía verlo, y era todo lo que realmente quería ver, así que me encontraba bien. Pero al parecer tardé demasiado tiempo en responder porque se sentó y comenzó a salir de la cama.—Conseguiré un trapo húmedo y caliente. —Me sentía demasiado débil y hueco como para discutir con él, así que me quedé ahí, exhausto y agotado en la cama; mi cabello se agitó sobre mi rostro cuando me moví para descansar mi adolorida cabeza sobre una almohada. Cuando Taehyung volvió, se sentó a mi lado y quitó con cuidado la maraña de cabello para ver mi rostro.

—¿Aún estás ahí? —preguntó con voz divertida. Resoplé.

—No. —Yo era solo una cáscara vacía de miseria. Pero entonces unos bellos ojos azules se reunieron con los míos, arrugados en las esquinas con una sonrisa suave.

—Te encontré.— Presionó una toallita plegada a mi piel. Tomé aliento por el delicioso aguijón del suave calor. Agarrando la muñeca que sostenía el trapo en mi rostro, me aferré a él como un salvavidas.

—Lo siento por arrastrarte a esto.— Suspiró.

—Te disculpas otra vez, y realmente te haré cosquillas hasta que te orines. Nada de esto fue tu culpa.— Con un resoplido, sacudí la cabeza.

—Entonces, ¿por qué me siento como
un idiota? Es decir, ¿qué ingenuo tiene que ser un chico como yo para pensar que iba a una cita real cuando el chico solo salía con él para ganar una apuesta? No me gusta decírtelo, pero soy la única persona que he oído a la que esto le ocurre.— La tela fue arrancada de mi rostro, así Taehyung podía dedicarme toda la intensidad de su ceño fruncido.

—No eres idiota, ingenuo u otra cosa. Cuando un idiota bastardo te engaña y trata de usarte de la forma en que este lo hizo, eso es problema de él. No tuyo. Y en realidad lo atrapaste antes de que hiciera algo, por lo que honestamente, estoy impresionado de lo inteligente que eres. —Solté una risa aguda.

—¿Inteligente? Sí claro. Es gracioso. Fui tan inteligente que le pedí consejo a Rose sobre conseguir mi primer beso mientras me preparaba para esta broma de cita. En realidad también quería uno. Quiero decir, de verdad creí... —Cerré los ojos con fuerza e incliné la cabeza—. Yo solo... me siento tan estúpido.

—¿Dejarás de decir eso? No eres estúpido. Ese idiota es un bastardo. Fin de la discusión.— Pero mis lágrimas regresaron, y no parecía poder sofocarlas. Taehyung suspiró y frotó un punto en el centro de su frente. Luego soltó un gruñido de irritación. Sabía que era porque él odiaba cuando lloraba. Siempre lo llenaba de una impotente especie de frustración.
Finalmente, murmuró.

—En cuanto a tu primer beso... aquí. —Se inclinó hacia adelante, presionó su boca contra la mía. Totalmente desprevenido, me senté ahí, aturdido, sorprendido, frente a él.

—Cierra los ojos —dijo contra mi boca, diversión tiñendo su tono. Cuando habló, sus labios estaban secos pero suaves mientras se frotaban contra los míos. El calor ondeó en espiral en la base de mi estómago, y al instante cerré los parpados. Él soltó un sonido de apreciación. —Ahora regrésame el beso. —No tenía idea lo que eso significaba, por lo que fruncí la boca como lo hacía cuando besaba las mejillas de mis sobrinos y, a continuación, hice sonidos de besos y me alejé. Taehyung se rió, sus ojos azules brillaban con delicioso humor. Luego de comprender que el sonido de besos probablemente fue totalmente innecesario, empecé a ruborizarme por la humillación, pero me dijo.

Impagable  (VHOPE) Historia 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora