|Sexo por Amor| Christopher Vélez

Capítulo 32

- Amiga, tu vida es todo un caso tan complicado, es que no entiendo cómo pasó tanto en tan poco tiempo - Dijo Emma confundida.
- Emma, yo tampoco lo entiendo - Confesé.

Emma y yo estábamos hablando por teléfono, le había contado todo lo que había pasado con Christopher, con Diego, ella estaba igual de perdida que yo.

- Quisiera decirte que tengo algo para decir pero no sé que hacer en tu caso, ¿Qué quieres tú? Acabas de decirme que no quieres formar nada con Diego y eso está bien porque estás segura, pero ¿Christopher? ¿Qué hay de él? ¿Qué quieres con él? -.

¿Qué quiero con él? Buena pregunta, ¿Qué quiero con él?

- No lo sé, él me hizo saber que solo soy la otra, así que buscarlo y decirle, Christopher, amo ser la otra y que me lo recuerdes cada que te enojes, ¿Por qué no seguimos con ésto?, no creo que sea la mejor opción - Respondí.
- Entiendo que se pasó con todo lo que dijo, incluso yo en tu lugar le habría dado una buena bofetada, pero ambos dijeron cosas que no debían decir y es entendible, pero, ___, tú, ¿Te enamoraste de él? - Inquirió.

Vaya, enamorarme.

- No Emma, creo que no, es que yo, jamás me he puesto a indagar en esa parte de mis sentimientos y la verdad es que no quiero entrar en ellos, no ahora, no estoy lista - Dije sincera.
- Llevan un año saliendo y teniendo sexo desenfrenado a escondidas de su novia, ¿De verdad jamás se han puesto a hablar de amor? ¿Nunca has pensado en lo que sientes por él? -.
- Nunca Emma, ¿Sabes por qué? Porque se que si indagamos en eso vamos a describir cosas que no queremos descubrir, acabas de decirlo, un año a escondidas, haciendo algo que está mal, engañando a una chica que no merece ésto, ella no tiene la culpa de que la hayan educado para que crea que el sexo debe ser hasta el matrimonio, y tampoco me quiero sentir culpable, seguro tendría que confesarme mil veces y rezar cada segundo de mi vida porque mi alma sea perdonada tras cometer tantos pecados, no lo deseo Emma, solo tengo veintidos -.

Emma soltó un suspiro seguida de mí, ¿Qué debíamos hacer?

- Habla con Christopher - Mencionó.
- ¿Eh? -.
- ___, tú tienes miedo de descubrir si sientes amor por él, llevan un año compartiendo más de lo que seguro él y Katya han compartido, y sé que la chica no tiene culpa pero en el corazón no se manda, sino estás lista para descubrir que sientes por él entonces no abras tu corazón, pero vamos amiga, ¿Por qué lo invitaste a la boda de tu hermano sino es porque te hace sentir bien estar con él? Si no quieres que sea amor estará bien, no lo sientas, pero seguro compartir tiempo juntos, palabras, sexo, alegrías, tristezas, te ayudará a saber que quieres, ya rechazaste a Diego porque estás segura de que no quieres estar con él, pero no haz rechazado a Christopher ni negado no albergar sentir algo por él, inténtalo amiga, date la oportunidad - Sugirió.

Ay por Dios, ¿Cómo podría hacer eso si todavía me sentía una cría descarriada? Además, ¿Descubrir si estoy enamorada de Christopher a pesar de que estamos haciendo todo mal? Claro que no, eso no podía ser, pero Emma tenía razón, me hacía bien estar con él, me sentía segura y sin miedo, por algo quería a Christopher conmigo en esa boda, claro que hablar con él era sin duda la mejor opción tan solo para al menos continuar con esta aventura clandestina que ambos necesitábamos.

- No voy a intentar enamorarme de él ni descubrir si lo estoy, pero quiero estar con él aunque esté mal, y sé que hay mucho de que hablar porque hay cosas que seguro dijimos porque estábamos enojados pero que no sentimos de verdad, hablaré con él - Aseguré.
- Hazlo amiga, haz lo que creas que te hace sentir bien, no importa como pero busca tu felicidad sin dañar a los demás, solo se tú ___ -.
- Creo que ya me habría vuelto loca sin ti, gracias Emma -.
- Oye, te amo con todo mi ser, eres mi mejor amiga, mi hermana, estaré en tus crisis como tú en las mías, somos tú y yo antes que nada, ánimo preciosa amiga -.

|Dos días antes de la boda|

Honestamente aún no encontraba las palabras adecuadas para pedirle a Christopher que nos viéramos para hablar, quizá rechazaba verme y me decía que todo lo que dijo era solo la verdad, o tal vez aceptaba verme para decirme a la cara que todo lo que dijo es verdad.
Muchas opciones no había para mí así que ahora me tocaba prepararme mentalmente para enfrentar sola a mi hermano en su boda.
No tenía un rumbo fijo para conducir así que solo me dirigí al lugar en el que sabía podría estar sola, el departamento que compartimos Christopher y yo, seguro él está tan ocupado con Katya que ni lo recuerda.
Rodé los ojos tratando de sacar cualquier pensamiento de ellos dos juntos de mi cabeza y conduje sin más a mi destino.
Cuando llegué entre igual de sigilosa que siempre, el hecho de venir sola no quería decir que más tarde la gente no se enterara de algo.
Cuando entré al departamento dejé las llaves sobre la encimera de la cocina y me serví un vaso de agua, no había ruido así que mi teoría estaba confirmada, nadie había venido aquí.
Caminé hacia el living y me dejé caer en el sofá, definitivamente necesitaba pensar con claridad y esta calma ayudaba.
De pronto escuché que algo se cayó fuertemente, abrí los ojos y rápidamente me levanté del sofá.

- Mierda - Ay no, ¿Qué estaba haciendo aquí?

Christopher se agachó para limpiar el contenido del vaso que tiró, mi vaso de agua, y maldijo a lo bajo.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunté llamando su atención.
- ¿Qué haces tú aquí? - Preguntó sin mirarme, seguía recogiendo.
- Si no te quitas de una vez esos vidrios van a encajarse en tus pies, yo lo limpiaré -.

El hombre iba descalzo, ¿Acaso no usaba la cabeza? Solo para lo que le convenía.