Capítulo 33

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- Está bien, lo estoy haciendo yo - Dijo simple.
- Christopher - Advertí.
- ___ - Se quejó.
- Bien, hazlo tú - Dije resignada.

Caminé devuelta al living y me tumbé en el sillón para cerrar de nuevo los ojos.

- ¿Por qué no estás con tu novio? - Se atrevió a romper el silencio.
- ¿Cuál novio? - Dije cansada sin abrir los ojos.
- ¿Todavía no te lo pide? -.
- ¿Quién y qué? -.
- No te hagas la loca ___, sabes de quién y de que hablo -.
- Pues no, no lo sé, al parecer conoces más de mí que yo misma, vaya -.

Escuché como Christopher caminó, tiró los cristales hechos pedazos y luego de unos minutos también llegó al living para sentarse en uno de los sofás.

- ¿Dejaron de intentarlo? - Inquirió.
- Christopher cierra la boca, si tanta urgencia tienes por saber si Diego es mi novio o no, si lo estamos intentando o no, ¿Por qué no vas a buscarlo y le preguntas a él? Seguro lo haces feliz y él a ti cuando se tengan de frente - Respondí con fastidio.

Escuché como dejaba salir un suspiro y se acomodaba en el sofá, yo no abría los ojos aún, no quería verlo.

- ¿Ahora quieres que lo enfrente para sentirte mejor? -.
- Ay, piensa lo que quieras, la verdad es que ya me da igual -.
- Todo te da igual, ¿Por qué no me lo confirmas tú? Dime que estuviste viéndome la cara de idiota y te metiste a su cama porque lo deseabas y extrañabas, dime qué te metiste a la cama de cincuenta más porque el sexo que yo te daba no era suficiente, dímelo a la cara ___ - Exclamó enojado.
- ¿Eso es lo que quieres escuchar? - Cuestione.
- Pues sí, quiero oírlo de tu boca -.

Solté un suspiro de resignación, abrí los ojos y me senté mejor sobre el sofá para mirarlo a los ojos.

- Estuve viéndote la cara de idiota y me metí a la cama de Diego porque lo deseaba y lo extrañaba, me metí a la cama de cincuenta hombres más porque el sexo que tú me dabas y todas esas cosas que pasábamos juntos no me era suficiente, ¿Ahora estás satisfecho o hay algo más que quieres que te diga a la cara? - Dije enojada.
- ¿De verdad lo has admitido? - Me miró incrédulo.
- ¿No era eso lo que querías oír? Bueno, ahí lo tienes, ¿Quieres dejarme tranquila ahora? Tengo muchas cosas que sí tienen sentido en las que debo pensar -.
- ___, lo acabas de aceptar ¿Y me dices que no tiene sentido? -.
- No lo tiene para mí, te dije lo que querías escuchar, no lo que de verdad pasa, ¿Por qué iba a darle sentido a lo que tú piensas cuando es estúpido? - Dije obvia.
- ¿Quieres qué piense que nada paso con ese tipo y que es mentira  todo lo que me dijiste? -.
- Yo no quiero que pienses nada, la verdad es que no me importa si crees o no en mis palabras, no voy a humillarme para que pienses que hablo con honestidad, si crees conocerme o no sabrás que creerás de mí y que no, así que piensa lo que quieras Christopher, yo no soy perfecta, no me conociste perfecta y no fingire ser perfecta ahora, ¿Algo más? -.

Él se quedó callado tan solo mirándome, estaba pensando tal vez en que decirme pero no iba a darle tiempo.
Me levanté del sofá y caminé hacia la cocina para tomar mis llaves, estaba dispuesta a irme.

- No te vayas otra vez, no así - Lo escuché decir.

Me detuve cuando tomé la manija de la puerta y dejé que hablara.

- Nada de lo que dije salió de mi corazón, lo dije porque estaba muy enojado y no justifico mis palabras, pero jamás imaginé que algo como eso pasaría, lo ví tan decidido a todo por ti que sin duda supe que si se proponía recuperarte lo haría porque él sí te tendría como la única mujer en su vida, y yo entiendo perfecto que es lo que tú mereces porque realmente para el que te conozca como yo o como él, tú eres perfecta -.

Christopher suspiró, yo solté la manija de la puerta y giré sobre mis talones para verlo, seguía sentado en el sofá.
Luego de unos minutos se levantó y se acercó a donde yo estaba, se puso delante de mí, bastante cerca y tomó mis manos entre las suyas.

- Lo siento mucho de verdad, discúlpame, estos días sin ti han sido complicados, eres en quién confío, a quién puedo acudir cuando algo me abruma, eres con quién puedo cumplir todas esas fantasías sexuales sin tener que limitarme porque confío en ti y sé que confías en mí, no debí decir nada de lo que dije pero ya lo hice y me arrepiento en serio, dejaré que me expliques si así lo deseas, voy a creer en tu palabra porque sé que te conozco demasiado bien y que no vas a mentirme, pero no vuelvas a irte ___ - Completo.

Yo solo lo miré fijamente a los ojos, de verdad había arrepentimiento en ellos, Christopher lamentaba lo que me había dicho y ahora me hacía saber que no me consideraba solo la otra en su vida.

- Dime algo ___, por favor - Me pidió en un susurro bastante audible.

Yo me mostraba impacible, realmente quería decirle mucho pero no sabía por dónde comenzar.

- He podido meterme a la cama de cincuenta hombres, entre ellos la de Diego, he podido compartir departamento con cien hombres más, entre ellos Diego, he podido enamorarme de otros cien, entre ellos Diego, he podido hacer lo que me plazca con todos los hombres del mundo, entre ellos Diego, y sin embargo no he hecho nada de lo que he podido hacer por una sola razón - Comencé a decir.
- ¿Cuál? -.
- Acepté ser la otra Christopher, la otra en tu vida, y aunque tal vez los primeros meses jamás imaginamos que llegaríamos a compartir incluso un departamento, ahora sé que un año y un departamento dicen mucho, y sé que no debo ni me debes ningún tipo de explicación sobre fidelidad, pero en cambio estamos aquí hablando sobre Diego y los mil hombres de los que no estoy enamorada ni me metí a su cama porque me es suficiente con ser la otra de Christopher Vélez -.

|Sexo por Amor| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora