Capítulo 37

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|Al día siguiente|

Mi papá y Chris estaban subiendo las maletas al auto, ya teníamos que salir al aeropuerto para viajar a México, la boda era mañana y bueno, eso solo significaba enfrentarme a Héctor muy pronto, ¿Cómo se suponía que tenía que actuar?

- ¿Lista? - Preguntó Chris poniéndose detrás de mí, logrando así que ambos pudiéramos vernos a través del espejo.
- ¿Qué debo decirle? - Inquirí.
- No tienes que decirle nada sino quieres, solo un felicidades tal vez, no te presiones nena, ya sabrás que hacer -.

Sonreí coqueta y giré sobre mis talones para quedar frente a frente con Chris.

- Gracias por venir conmigo guapo, no sabes cuánto significa para mí - Le dije.
- Tú no tienes una idea de lo que para mí significa todo lo que pasa entre nosotros, no necesitamos nada más -.

Sin pensarlo dos veces besé los labios de Chris, necesitaba hacerlo de cualquier forma.

- ___, Chris, vámonos - Gritó mi mamá desde la planta baja.

Chris y yo nos separamos, nos miramos a los ojos y dejamos que nuestra respiración se tranquilizara.

- Vamos cariño, es hora - Mencioné.

Dejé un último beso en sus labios y sin más ambos salimos de mi habitación dispuestos a unirnos con los demás.

(...)

Viajar con Chris como compañero definitivamente era increíble, él jamás había dejado de hablarme o cantarme con tal de que yo no me pusiera a pensar en mi hermano o lo que podría pasar, mis padres estaban encantados de que viniera porque sabían perfecto que me hacía sentir mejor, las gemelas lo miraban con deseo y a mí me daba mucha risa, aunque ellas no supieran que algo pasaba sexualmente entre nosotros, ahora ya sentimentalmente, sí sabían que Chris tiene novia, se aprovechaban de que fuera 'mi mejor amigo' para estar cerca, pero realmente ninguna se acercaba con malas intenciones a él, digamos que eso lo hacía sentir más tranquilo tras estar a la mira de dos mujeres que juntas son poderosas.

- Estos días, a tu lado me enseñaron que en verdad ieh, no hay tiempo determinado para comenzar a amar, siento algo, tan profundo que no tiene explicación, no hay razón ni lógica en mi corazón -.

Cantó Chris mientras yo me recargaba en su hombro, pudiendo así embriagarme de su delicioso aroma.

- ¿Por qué tienes que cantar tan bonito? - Dije haciendo un puchero.
- ¿Te parece? - Dijo riendo.
- Sí Chris, lo confirmo, podría vivir con eso toda la vida -.
- ¿Podrías vivir conmigo toda la vida? -.

Levanté el rostro hasta quedar cerca del suyo y le devolví la sonrisa.

- Depende - Respondí.
- ¿De qué? - Cuestionó curioso.
- De qué tanto pueda descubrir sobre mis sentimientos por ti - Dije completamente sincera.

Si bien es cierto que adoro quien es él, aún me daba un poco de miedo lo que sentir amor hacia él implicaba, por supuesto que quería sentirlo, y me gustaría que fuera más fácil poder expresarlo, de cualquier forma no renegaba, si entre Chris y yo las cosas fueran fáciles, no valdría la pena estar juntos bajo tantos términos que resultan abrumadores para unos, para mí era divertido, y me encantaba poder llevar de la mano a Chris y que él pudiera llevarme a mí.

- Ya no tengo dudas, voy a lograr que descubras mucho - Aseguró.

Dejé salir una risita y deposité un beso rápido en sus labios.

- ¡___!, podrían vernos tus padres o tus hermanas - Dijo alarmado.

Reí y me acomode de nuevo en su hombro.

- La verdad no me importa - Afirmé.

Chris se relajo sobre el asiento y paso su brazo alrededor de mis hombros para después acomodarse sobe mi cabeza, estábamos tan cómodos.

- A mí tampoco me importa -.

Era muy pronto para explorar en mi corazón, pero vamos ¿Quién no muere tan solo viendo la sonrisa de Chris? Hemos vivido tantas cosas y me siento afortunada porque pude conocerlo y ser parte de su vida, no de la mejor forma pero sin duda soy parte de ella, y el hecho de que ahora estemos en un punto que definirá que pasará entre nosotros y sobre la relación con Katya, me asusta, me hace sentir rara y completamente perdida porque siempre cargaremos con tal vez este pecado de lastimar a quien no lo merece, comprendo que sexo fue lo único que nos había unido, pero aunque quisiera hacerme tonta algo más comenzó a crecer al punto de que un departamento tenemos juntos, con cualquier otra persona habría bastado con la habitación de un hotel o su casa, la mía no porque mis padres me habían enseñado a respetarla y si alguna vez me atrevía a hacerlo, sería con quién valiera la pena romper las reglas, y de algún modo no faltaría al respeto porque entonces ya sería con quién fuera seguro.
Había tantas cosas en mi cabeza, pero ahora solo quería pensar en lo que quiero y siento por Chris, este hombre definitivamente era un sueño y no me importaba que tanto tiempo tomara, estaría con él hasta que me sea posible con los términos necesarios.

(...)

Por fin, luego de horas que fueron eternas para mí, habíamos bajado ya del avión, íbamos de camino al hotel, Héctor sabía que llegábamos hoy pero no a qué hora así que eso estaba bien, menos tiempo para estar con él, y no porque yo fuera una horrible persona, pero ahora no sabía muy bien que iba a decirle y cómo iba a reaccionar.
Cuando llegamos al hotel mi papá nos dijo el orden para acomodarnos, él y mi mamá juntos, Chris solito y yo con las gemelas.

- Papá, voy a terminar en la habitación de Chris llorando con no se aceptan devoluciones, desde hace años no duermo con las gemelas, no sé ni que hacen - Mencioné en tono de queja.
- Ja-ja, muy graciosa - Dijo Melisa mirándome mal.
- Te encantará estar con nosotras hermana, te lo aseguro - Mencionó Carla.
- Christopher no te recibirá - Afirmó mi papá.
- ¿Verdad que sí Chris? - Lo mire.
- Señor Edgar, es ___, ¿Qué le digo? - Inquirió alzándose de hombros.

Mis papás y Chris comenzaron a reír, mis hermanas lo miraban encantadas, pero no, no con Chris, pensé.

|Sexo por Amor| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora