Capítulo 40

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___'s POV.
Eran tal vez las siete de la mañana, la alarma de las gemelas sonaría pronto y si no quería levantar sospechas debía irme ahora.
Mi alarma había sonado pero ni así Christopher había despertado, así que dejé un beso en sus labios con mucho cuidado para después salir rápidamente de su habitación y dirigirme a la mía.
Abrí delicadamente la puerta y me asomé para ver si ya estaban despiertas, y gracias al cielo estaban tan dormidas, su sueño era profundo, probablemente me toque despertarlas sino reaccionan con la alarma.
Tomé mis cosas de baño y sin más entré a la ducha, faltaban unos cuantos minutos para que ellas despertaran también y no tenía caso fingir hasta esa hora.
Cuando terminé envolví mi cuerpo en una bata y mi cabello en una toalla, salí del baño y me encontré con dos bellas caras.

- Buenos días hermanas - Dije con una sonrisa.
- Buenos días loquita, ¿A qué hora te despertaste? - Preguntó Carla.
- Mm, como a las ocho - Dije mintiendo.
- Menos mal, démonos prisa, la misa es a las diez y son ocho y media - Comentó Melisa.
- Báñense rápido - Dije.

Mientras Melisa se bañaba Carla había aprovechado para bajar al restaurante a desayunar, la chica no quiso esperarse porque tenía hambre.
Lo primero que hice fue maquillarme, no es que fuera una experta, pero tanto tiempo mirando como maquillan mi rostro otras personas me dejó saber qué hacer y cómo, por eso también maquillaría a las gemelas y a mi mamá.
Las sombras de mis ojos eran oscuras con tonos dorados, el vestido era con esos colores así que iría bien.
Melisa ya había terminado de bañarse justo cuando llegó Carla para hacer lo mismo.
Mientras Melisa se vestía yo quité la toalla de mi cabello y lo seque hasta que pude por fin comenzar a peinarlo, me haría algo sencillo pero sofisticado.

(...)

Por fin estábamos todos listos, mis papás ya nos habían hablado por teléfono para que saliéramos de la habitación, así que tomamos nuestras cosas y salimos a reunirnos con los demás.

- ¿Qué le pasó al cielo que los ángeles se están cayendo? - Dijo Chris provocando la risa de todos.
- Estoy de acuerdo, miren nada mas que hermosas se ven mis cuatro mujeres - Mencionó mi papá.
- Se ven realmente preciosas, serán la envidia de la fiesta - Aseguró Christopher.
- No queremos opacar a la novia - Melisa dijo divertida.
- Pero es imposible que no nos miren - La apoyó Carla.
- Ambos se ven muy guapos, demasiado - Dije dirigiéndome a Chris y a mi papá.

Lo cierto es que ahora mismo tenía ganas de comerme en todo sentido a Chris, se veía condenadamente sexy con ese traje.

- Muchas gracias hija, ¿Todo listo para irnos? -.

Asentimos y comenzamos a caminar hacia el elevador.
Mi mamá iba del brazo de mi papá, las gemelas juntas y yo del brazo de Chris.

- Eres la mujer más sexy que he visto en toda mi vida, esta misma noche seré yo quien te quite ese vestido - Susurró en mi oído.
- Mm, que interesante suena eso, espero la noche con urgencia, digamos que yo no estoy muy feliz de verte vestido -.

Chris río y negó con la cabeza, si ya sabía que podía ser igual o mucho más caliente que él, ¿Por qué me hacía sacar ese lado?

- Eres todo un encanto, de verdad te ves preciosa -.
- Tú también te ves guapísimo, ahora mismo podría besarte, por tú sabes -.

Llegamos al elevador y subimos, Chris y yo tuvimos que quedarnos callados, sin embargo nuestro cuerpo podía expresar claramente que deseabamos al otro, así es, desde la primer hora del día.

(...)

Estábamos afuera de la iglesia esperando a que llegaran los novios, había varias personas en las misma que nosotros así que al menos sabíamos que no habíamos llegado tarde.

- ¿Se dan cuenta de que es la primera vez que vamos a ver a la novia? ¿Qué le decimos? ¿Felicidades cuñada ya te adoro? - Pregunté incrédula, no había pensado en esta parte de las circunstancias - ¿La tenemos que felicitar? -.
- Hija, relajate, todo estará bien - Aseguró mi mamá.

Chris tomó mi mano y la apretó ligeramente, yo le sonreí y esperé junto a él.

- Ay no - Dije en un susurro audible para Chris.
- ¿Qué pasa? - Me miró preocupado.
- Héctor viene para acá, hagamos de cuenta que no lo vimos, dime algo - Pedí con apuro.
- ¿Algo como qué? - Dijo gracioso.
- Algo que me haga reír o no sé -.

Jamás había entrado en pánico cuando se trataba de ver a Héctor.

- Solo quiero que te relajes y que tomes las cosas con la calma que te sea posible, te prometo que no me despegaré ni un segundo de tu lado, estaremos bien - Afirmó.

Antes de que pudiera responderle, Héctor ya había llegado hasta donde estábamos y había pronunciado mi nombre.
Vaya, claro que mi hermano se veía guapo, muy guapo.

- Héctor - Respondí simple.
- Pequeña, que bueno que estás aquí -.

Él tomó mi mano y me jaló hacia él para que pudiera abrazarme, yo no pude evitar corresponderle, es mi hermano y como sea estaba feliz de que estuviera frente a uno de los momentos más importantes de su vida.

- No puedes imaginar cuando te extrañé, ya necesitaba verte, mi pequeña ___ -.
- Ay Héctor -.

Oh no, ahora no debía haber lágrimas, pero todo estaba en mi contra porque no podía evitarlo.

- Arruinarás ese bello rostro espejito, ya hablaremos más tarde hermana, en serio gracias por venir -.

Bueno, yo no sabía que decir así que solo asentí y dejé que él saludara a mis padres y hermanas.

- Te lo dije muñeca, las cosas van bien, ven aquí -.

Chris seco mis lágrimas con cuidado y después me abrazo, pero el carraspeó de la garganta de Héctor nos hizo separar.

- ¿No nos vas a presentar espejito? - Preguntó .

Lo miré y dejé salir un suspiro.

- Chris, te presento a mi hermano Héctor Bloson, Héctor, él es Christopher Vélez, mi mejor amigo -.

Ambos estrecharon sus manos y se dieron un abrazo típico de hombres ya que Chris lo felicitó.

- Es un placer conocerte en compañía de mi pequeña, cuídala viejo, es uno de mis más grandes tesoros -.
- El placer es mío, y pierde cuidado, ___ también es uno de mis más grandes tesoros, la cuidaré como tal -.

Mi hermano lo miró agradecido y entonces supe que la prueba estaba superada, Chris le agradaba a toda mi familia, eso estaba bien mientras creyeran que solo somos mejores amigos.

|Sexo por Amor| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora