Capítulo 5: El Departamento de Registros Mágicos.
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El barullo de la calle, los sonidos de los cubiertos y el cristal de los vasos hacía que los silencios fuesen casi estrictamente obligatorios en su conversación.
Cómo siempre, la comida era deliciosa y reconfortante, aligerando cualquier tensión, sobre todo si podía robar comida del plato de su amigo cada que lo deseara.
—Deberías deshacerte de eso— añadió Harry entre bocados, señalando con su tenedor la esquina del sobre de propuestas saliendo de su bolso.
—¿Eso hiciste tú?— inquirió ella, adueñándose de su último trozo de carne.
—No, pero lo haré pronto, pequeña ladrona. No vas a necesitarlo más, y cualquier otro idiota que se atreva a hacerte una proposición…
Le sorprendía casi tanto como la divertía el odio con el que Harry se refería a todos sus posibles prospectos de prometido, incluso cuando ya lo había elegido a él sobre todos.
—Ya haremos algo al respecto— lo detuvo, antes de que pudiera empezar a maldecir, consultando su reloj. Pronto debían marcharse al ministerio y entonces... Sabrían que Harry era su prometido, sin marcha atrás para arrepentimientos.
—Estuve pensando en eso ayer, durante toda la tarde— contó él, terminando su sustancioso desayuno con expresión satisfecha.— Haremos todo como se supone que sea. Lo correcto.
¿Que significaba? No lo sabía, pero Hermione no quiso preguntar. Con el tiempo ambos aprenderían como ser los mejores prometidos en su peculiar posición y esperaba que, sin dañar su amistad.
—¿Estás listo para registrarte?— cuestionó ella cuando la cuenta llegó. La mano de Harry cubrió la suya sobre la mesa.
—Siempre que tú lo estés.
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El recién creado Departamento de Registros Mágicos resultaba un lugar extraño, ubicado en uno de los últimos pisos del Ministerio, con empleados recién contratados que no se daban abasto y montones de documentos apilados estratégicamente por todos lados.
Posiblemente Hermione estaba adelantándose al pensar que el presupuesto para sus oficinas no había sido suficiente, pero todo ahí, desde el asfixiante aire caliente hasta la carencia de buena iluminación natural, organización de las oficinas y cubículos creaba el ambiente perfecto para la desolación.
Desde el momento que ella y Harry subieron al elevador, reconfortándose uno al otro con cualquier pequeño gesto, la vitalidad que habían conseguido desayunando juntos comenzó a evaporarse.
Dejaron pasar los primeros pisos, incluidos los suyos, mirando con envidia a las pocas personas que bajaban antes que ellos para caminar a sus respectivos trabajos.
En su lugar, esperaron en silencio, sin separarse aun cuando el espacio fue suficiente para hacerlo. Incluso si solo la punta de sus dedos se tocaban, la presencia del otro era como un bálsamo.
Al final del recorrido, solo quedaban ellos y una muy joven pareja que ni siquiera se atrevía a mirarse. La postura de cada uno, alejándose como si la vida se les fuera en ello, sin hablarse ni tocarse materializó toda la esencia del estatuto.
Sentir la mano de Harry buscando la suya con el mismo anhelo, los mismos miedos y expectativas, la reconfortó totalmente. No estaba sola. Los dos, juntos, estaban dispuestos a esforzarse en la misma medida para hacerlo funcionar.
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❅ BONDED FOR LIFE
FanficHermione siempre creyó sentirse cómoda con su solitaria independencia. Luego de dejar Hogwarts y la guerra en el pasado, su vida se volcó al único interés que siempre soñó con cumplir: crear un cambio real en la sociedad que siempre la rechazó por s...