Ni siquiera podía recordar si alguna vez había tenido miedo de entrar a la cafetería, pero aquel día Virginia estaba nerviosa.
No había visto a Sarah o Adam en toda la mañana. Se fue de casa antes de la hora en que Adam la recogía y durante la mañana, no había compartido clases con ninguno.
Ahora los vería.
Casi obligándose a dar un paso después del otro, Virginia entró a la cafetería.
Ella no era popular, pero era conocida y querida (o eso le gustaba creer a ella). Vamos, les había tendido una mano a casi todos ellos en más de una ocasión para explicarles algún ejercicio. Le debían tener aprecio, ¿Verdad?
Pero no fue su imaginación cuando la cafetería entera se quedó en silencio cuando ella se puso a la vista.
Tragó saliva nerviosa.
Quizás aquel era un muy, muy buen día para saltarse el almuerzo.
Pero el regaño del doctor seguía muy presente. Si seguía saltándose comidas, las píldoras de hierro iban a ser remplazadas por un tratamiento más intenso. Se convenció de que estaba imaginándose cosas.
Claro, ¿Quién podía estar interesada en su vida? Se lo repitió como un mantra mientras caminaba hasta el final de la fila de la cafetería.
—Realmente quiero golpearte. –masculló Sarah, apareciendo a su espalda mientras Virginia tomaba un lugar en la fila. –Pero ayer desapareciste y estoy feliz de que estés bien.
Virginia exhaló.
—No voy a disculparme. –advirtió. –Tú y Adam...
—Teníamos razones. –gruñó su amiga. –Axel intentó...
A Virginia no se le pasó por alto como una chica que ni siquiera conocía se quedó mirándola fijamente.
Sarah igual lo notó.
—Eh, tú morenita. –Sarah chasqueó su lengua. — ¿Tenemos payasos en la cara? Sigue caminando.
La muchacha se sonrojó, se aferró a su bandeja de comida y siguió caminando con paso rígido lejos de ellas.
Virginia parpadeó.
— ¿Por qué todos me están mirando?
Incluso la mesa de los chicos de los videojuegos la estaban observando con (no tanto) disimulo.
Sarah se removió nerviosa.
— ¿Qué has hecho en la mañana?
—Estaba repitiendo el examen de matemáticas del otro día. –murmuró Virginia. — ¿Me he puesto la ropa al revés como esa vez que...?
—No, estas bien. –murmuró Sarah. –Es solo que...puede que...
—Estas provocándome ansiedad, Sarah. –gimió Virginia.
La chica rubia suspiró profundamente.
—La casi pelea ayer entre Adam y tu-ya-sabes-que-idiota se convirtió en rumor. –admitió Sarah. –Y ya sabes cómo van los rumores y eso.
—Ay.
—Sí, ay. Pues dicen que Axel te quiere y Adam también. Y ayer estaban peleando por ti. Y tu aún no has escogido. Eres como la novela del día, pero estoy segura que para mañana se les olvida. Oye, oye. Estas muy pálida, ¿Te estas tomando los medicamentos del doc?
Virginia solo pudo asentir porque no le salían palabras.
Sarah pasó una mano por su espalda, como si intentara sacarle los gases a un bebé.
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Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]
FanfictionVirginia Sanna debe cumplir una misión a todas luces imposible. Debe lograr que los jugadores de fútbol del instituto aprueben matemáticas para pasar de grado, de lo contrario el equipo de fútbol dejara de existir como tal. Las esperanzas de todo e...