Capítulo XXIII

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Axel Blaze no cometía errores.

Pero a veces, y solo a veces, no pensaba demasiado las cosas. Ese fuego que recorría su sangre lo impulsaba a tomar decisiones tontas, de las que después terminaba arrepintiéndose.

El día siguiente cuando vio a Virginia Sanna en el corredor, caminando hacia él, con una mochila gigante en su espalda y cuadernos en sus brazos, el simplemente no pensó.

Solo sabía que él no quería hablar con ella.

No hoy.

Una persona normal, tal vez Jude, hubiera simplemente dicho "No quiero hablar contigo".

Pero Axel era él, un jugador medio loco por el fuego.

Y cuando sus ojos se encontraron con el violeta de Virginia, el simplemente dejó de pensar y actuó.

Giró hacia la persona más cercana a él, una chica ordenando sus libros en su casillero.

—Hola.

La muchacha apartó sus espesos rizos marrones y lo miró, de arriba abajo con desconfianza.

— ¿Qué se te ha perdido conmigo, muchacho?

Axel parpadeó, sorprendiéndose un poco de la frialdad de ella. Dios, ¿Realmente todos en aquel instituto habían olvidado que él era el único y legendario jugador de fuego? Si no pensaban tratarlo con respeto, al menos con un poco de amabilidad.

— ¿Y bien? –insistió la chica, con sus ojos marrones entrecerrados mientras ordenaba su casillero. — ¿La lengua te la ha comido el gato, jugador de fuego o tengo permitido llamarte Axel Blaze?

—Axel esta bien. –dijo él. Vio a lo lejos como Virginia se detenía abruptamente sobre sus pasos y lo miraba desconcertada. Pero rápidamente fingió que estaba buscando algo más y terminó por alejarse.

Axel no supo si se alegraba o entristecía por eso.

—Bueno, Axel. –dijo la chica, pronunciando su nombre tan lentamente que resultó insultante. — ¿Qué quieres? ¿Sanna ya te ha expulsado de sus tutorías y vienes a buscar a otra tutora? Porque déjame decirte que yo no tengo la paciencia de Sanna. Y detesto recoger la basura de ella, así que no. La respuesta es no. Pero creo que Nick puede ayudarte. El siempre busca un ingreso extra.

La sorpresa lo golpeó.

— ¿También eres tutora?

Los ojos marrones de la muchacha lo miraron de lado.

—Matemáticas y física. –dijo despacio. –Pero si no lo sabes, es porque no vienes a eso. ¿Qué, entonces?

Axel quedó en blanco. Él no tenía una respuesta preparada para una pregunta tan directa.

—Te...he visto el otro día. –comenzó inseguro, tratando de urdir una historia simple. La chica era tan orgullosa como Virginia, y con un carácter mil veces peor. –Me has parecido guapa.

La chica arqueó sus cejas.

Ella en si era atractiva, pero ella sacaba el máximo provecho de su belleza natural. Peinado perfecto, maquillaje adecuado y ropa impoluta, acompañado de un porte digno de una reina.

— ¿Quieres una cita? –preguntó. — ¿Siquiera conoces mi nombre?

Axel luchó y falló en tratar de recordar su nombre. Tampoco lo intentó con gran esmero.

El solo quería irse de ahí ahora que Virginia se había marchado.

—Elizabeth. –dijo ella sin esperar a Axel. –Pero prefiero Liesel.

Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora