Capítulo XV

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Los últimos días habían sido un remolino de cosas, sin detenerse en ningún momento.

Los días habían pasado uno tras otro con una vertiginosa velocidad.

Virginia también lo había notado, y a pesar de que era estrictamente su tutora y no tenía ninguna otra responsabilidad en aquel equipo, ella no podia quedarse de lado con lo que sucedía.

Había aprendido a armar las porciones de comida exactas para cada jugador, a. Aprendió algunas definiciones dentro del partido y varias expresiones, además de las posiciones.

Remontar el partido significa dar vuelta los resultados.

Un defensa claramente no era lo mismo que un libero.

Y ser arquero no era tan aburrido como ella solía pensar.

Sin embargo, durante el último entrenamiento en la mañana antes del partido, había sucedido algo que ella jamás pensó que podía ocurrir.

— ¡Tutora, lánzanos el balón! –gritó Jordán Greenway.

Virginia levantó sus ojos de los apuntes de sus manos y frunció el ceño hacia el balón que reposaba cerca de ella.

— ¡No es tan difícil, Virgie! –gritó Axel Blaze. — ¡Yo podia hacerlo cuando tenía tres años!

Ella se quedó quieta.

No era deportista. Su fuerte no era lo físico y eso estaba bien. No todos fueron hechos para lo mismo. No había vergüenza en aquello, pero ¿El realmente podia patear un balón desde los tres años?

Tres años. Ella tenía casi diecisiete años.

Podia hacerlo, ¿Verdad?

Pues claro, se convenció. Ella quizás no anotaría en un arco, pero si podia dar... ¿un pase? Si, así era como ellos lo llamaban.

Nunca había tocado un balón de fútbol.

Se levantó de su asiento y extendió su pie para...

—No, no. –dijo Axel, corriendo hacia ella, ligero como una pluma. –Está mal. No puedes colocar el pie así. Debes ocupar el borde interno, ¿Vez?

Axel hizo la mímica de patear un balón, usando la parte interna del pie para guiarlo.

Virginia parpadeó. Jamás se había dado cuenta de aquello. Para ella parecia muy razonable patearle con la punta del pie.

—El borde interno...—repitió para si misma, acercándose para finalmente golpear el balón.

Pero Axel volvió a interrumpirla.

—Estas tensa, vas a errar si pateas.

—Estas alardeando de que tú sabes hacerlo. –masculló ella, deteniéndose otra vez. Lo señaló acusadoramente con su dedo. –Yo no soy así de mala como profesora.

Una sonrisa cruzó el rostro de Axel al verla enfurruñada.

El supuso que debía ser difícil para la muchacha encontrarse con algo que no podia resolver.

—Tienes razón. –admitió con soltura –Estoy alardeando, pero déjame enseñarte a hacer esto.

Se puso detrás de ella.

— ¡Bien! –dijo. Puso las manos sobre sus hombros –Suelta estos hombros. Sigues tensa.

—Tú y tu equipo hacen trizas mis nervios. –gruñó ella, pero relajó los hombros. Agitó su cabello negro y el dulce olor de flores llegó hacia Axel. –Bien, ¿Qué más debo hacer para convertirme en la próxima jugadora estrella?

Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora