– ¿Y ese brócoli?
Virginia arrugó la nariz y lo apartó con su tenedor.
–Todo tuyo.
Adam rió.
Utilizando como una pinza su dedo índice y pulgar, Adam robó el pequeño árbol de brócoli para después devorarlo.
–Sigues siendo una niña con los vegetales.
–Y tu sigues siendo un niño cuando de cubiertos se habla. –replicó Virginia, golpeando su mano con el tenedor. Adam rió con más fuerza mientras alejaba su mano.
– ¡Virginia! –la llamó Jordán. – ¡Mira! ¡Esta vez sí lo he logrado!
Adam le sonrió a Virginia.
–Tus hijos te llaman.
Ella le hizo una mueca.
–Tu no deberías estar aquí. Estas tutorías son solo de los jugadores de fútbol. –le recordó Virginia, levantándose de la mesa donde se habia sentado junto a Adam para comer su almuerzo tardío. – ¿No tienes a nadie más que molestar?
–Resulta que me divierte molestar a Sarah, y mientras ella este fuera de la ciudad, me temo que tu eres la siguiente más divertida de molestar.
Virginia le sacó la lengua mientras llegaba al pupitre de Jordán.
Tomo su cuaderno y reviso los ejercicios que les habia dejado a todos para que resolvieran mientras comía.
Ella suspiró.
–Te has vuelto a equivocar en...
–No me digas en el signo otra vez. –gimió Jordán.
–En el paréntesis, en realidad. –dijo Virginia.
Otra vez, le explicó cómo debía resolver el ejercicio y el orden en que debía de resolverlo.
–Vamos, resuelve este ahora. –dijo, escribiendo otra línea nueva de números. –Si lo haces bien, te daré un poco del chocolate que tengo. ¿Trato?
Los ojos del jugador se iluminaron.
– ¡Pues esta vez lo lograré!
Y con renovadas fuerzas, Jordán sujetó su lápiz y retomó sus cálculos.
Ella lo vigilo por un par de segundos, pero al ver que iba por buen camino, Virginia tomó su cabello largo y negro entre sus manos y comenzó a enroscarlo detrás de su cabeza para mantenerlo firme con un bolígrafo que encontró.
Caminó hasta el pupitre de Mark Evans, quien fruncía tan profundamente el ceño que Virginia pudo jurar que le quedaría una arruga permanente en ese lugar.
Arrastró una silla libre, y otra vez comenzó a explicarle. A medida que ella hablaba, Mark comenzó a relajar el ceño y cuando finalmente Virginia le dijo como llegar a la solución, la sonrisa ya habia vuelto al rostro del capitán.
Discretamente, deslizo un trozo de chocolate sobre la mesa.
–Si hace otro ejercicio bien, te daré otro trozo. –le prometió.
Al igual que Jordán, los ojos de Mark se iluminaron y con una nueva determinación, se hizo cargo de su cuaderno con los nuevos ejercicios que Virginia habia escrito.
– ¿Por qué esto me trae recuerdos de cuando quisiste entrenar a tu cachorro a dar la pata? –preguntó Adam aún sentado en la mesa del profesor.
–Chist. –dijo de inmediato Virginia. –El condicionamiento operante es una teoría aprobada por muchos psicólogos. Si hacen algo bien y reciben su recompensa, ellos van a repetir la acción.
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Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]
FanfictionVirginia Sanna debe cumplir una misión a todas luces imposible. Debe lograr que los jugadores de fútbol del instituto aprueben matemáticas para pasar de grado, de lo contrario el equipo de fútbol dejara de existir como tal. Las esperanzas de todo e...