Virginia miró tras su hombro.
El corredor tras ella estaba vacío y silencioso, todos los estudiantes ya se habían ido hace mucho tiempo a sus hogares y el único ruido que se distinguía era el lejano eco del coro estudiantil que estaba practicando para una presentación.
Arregló su cabello negro tras su oído y luego volvió sus ojos hacia la puerta frente a ella.
Reviso el número que le habia entregado el director y se aseguró de que fuera la sala correcta.
No escuchaba ningún ruido tras esa puerta y eso la hizo sospechar.
¿Tal vez a esos muchachos se les habia olvidado que sus clases particulares comenzaban hoy?
Mejor para ella si era así.
Si esos brutos no tenían ninguna intención de cooperar, ¿Que podia hacer ella?
Así que, levantó su barbilla y golpeó la puerta con sus nudillos, deseando internamente que la sala estuviera vacía así ella podría marcharse a su hogar y comer de esa deliciosa tarta que estaba preparando su hermana por la mañana.
Pero la puerta se abrió y una chica de cabello de rizos castaños la recibió.
Nelly Raimon.
— ¿Eres Virginia?
Virginia alzó una ceja, sin poder creer la pregunta que le estaba haciendo.
Chica, hemos sido compañeras por cinco años. ¿No me reconoces?
Bueno, tampoco podia culparla. La muchacha faltaba semanas enteras por viajar con el equipo de fútbol. Y en las raras ocasiones que Inazuma Eleven se encontraba en la ciudad, Nelly Raimon asistía a clases solo para quedarse viendo embobada a Mark Evans por todo el tiempo que duraba la clase.
Nelly pensaba que nadie se daba cuenta de que estaba enamorada del capitán del equipo.
Virginia pensaba que la muchacha Raimon tenía suerte de ser bonita y millonaria.
—Sí, soy yo. —respondió Virginia ofreciendo una sonrisa que pensaba que podría parecer amable.
La sonrisa de Nelly fue brillante en respuesta así que Virginia se dio por satisfecha.
— ¡Adelante! ¡Te estábamos esperando!Virginia fingió no notar como los jugadores corrían a los pupitres ni como uno de ellos tropezó con un bolso y cayó al suelo de narices para que otro lo recogiera y lo empujara a una silla libre.
Camino con paso decidido y relajada hasta la mesa del profesor donde dejo caer su bolso, ocultando su desagrado por tener que estar ahí, con ellos.
Con sus dedos recorrió la suave superficie de la mesa del profesor. Desde ese día seria suya. No era ninguna novedad para Virginia, ella siempre accedía a realizar tutorías de vez en cuando a compañeros que necesitaran de su ayuda.
La novedad eran sus estudiantes de ese día.
Los famosos jugadores de futbol de Inazuma Eleven. Algunos incluso eran miembros de la selección nacional.
Virginia retuvo las ganas de hacer una mueca.
La mayor parte del instituto (si no es que todo) amaba a esos muchachos. Gritaban eufóricos, agotaban las entradas de los estadios donde debutarían sus partidos y coleccionaban revistas con títulos tontos como Doce datos curiosos del capitán de Inazuma Eleven o ¡Averigua cual jugador es tu alma gemela con este test!
Muchas chicas darían su vida sin pestañear por esos jugadores.
Excepto Virginia.
Ella gustosamente los arrojaría frente a un camión y se iría sin remordimientos.
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Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]
FanfictionVirginia Sanna debe cumplir una misión a todas luces imposible. Debe lograr que los jugadores de fútbol del instituto aprueben matemáticas para pasar de grado, de lo contrario el equipo de fútbol dejara de existir como tal. Las esperanzas de todo e...