Capítulo XVI

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¿Qué cosas había hecho mal en su vida? Muy pocas.

Y de aquellas cosas, ¿Él alguna vez se había arrepentido de alguna?

Nunca.

Pero esa vez se sentía extraño. Quizás la palabra culpa lo definiría de una forma que nunca creyó posible.

Y Axel Blaze no recordaba un viaje tan largo. El tiempo parecía haberse ralentizado sobre esa caravana.

Mordió distraídamente la uña de su dedo pulgar. Se obligó a no mirar hacia Virginia, sabiendo de antemano que su tutora se encontraba solo tres asientos atrás de él.

Seguía pensado en el rostro de ella. La sorpresa, la confusión y luego el miedo.

Nunca la había visto asustada de esa forma. La forma en que sus ojos violetas lo habían observado se repetía en su cabeza.

Pensó que había algo entre ellos. No había sido su imaginación, se repitió.

Pero todo aquello tenía un sabor a mentira demasiado grande.

Necesitaba hablar con ella, pero Virginia había corrido y cuando la encontró estaba con las gerentes. Le había dado intencionalmente la espalda, y Axel entendió perfectamente que no deseaba hablar con él.

Cuando finalmente la caravana se detuvo frente al Instituto Raimon, parecía haber pasado una eternidad. A penas se distinguía algo entre las sombras de la noche y al parecer, por la forma en que Nelly Raimon apretaba los dientes, el auxiliar de aseo había ignorado su llamada y no había dejado encendidas las luces externas para su llegada.

Uno a uno fueron bajando, y algo totalmente instintivo, nacido casi de la desesperación obligó a Axel a tocar el hombro de Virginia.

Ella alejó su mano, apartándose como si su tacto le hubiera quemado.

—No te preocupes por aquellos ejercicios. –dijo con rapidez, sin voltear a mirarlo. –No tienes deberes, Axel. Pero si tienes más dudas, mañana podemos hablar.

—Pero...

—Hoy no. –determinó la muchacha, usando un tono cortante que Axel no había escuchado.

Axel se obligó a cerrar la boca. Tenía demasiadas cosas que decir, pero también sabía que incluso para él, su comportamiento podría levantar sospechas. Y por primera vez en mucho tiempo, no quería que ninguno de sus amigos metiera las narices en sus asuntos.

—¡Vi—vi! –gritó una mujer desde un auto. Axel alcanzó a ver su melena rubia mientras ella sacudía su mano. — ¡Virginia, cariño! ¡Estamos aquí, hermanita! ¿Josh, crees que nos haya escuchado?

—Creo que medio Inazuma te ha escuchado, amor. –respondió un hombre saliendo de la puerta de copiloto.

Virginia agitó su mano en respuesta.

— ¡Los he oído! –respondió ella con una sonrisa. Kevin se había asegurado de ir sacando las maletas del portamaletas, pero él tomó las precauciones de que la maleta de Virginia fuera la primera.

Jordán le ayudo a llevarla hasta el auto de su hermana mientras ella se terminaba de despedir de todos.

Cada uno le dedico un abrazo y palabras cálidas que ella respondió antes de subirse al auto con su hermana y marcharse.

Axel suspiró para sí mismo.

Quizás se había imaginado todo.

Virginia Sanna era amable con todos. Todos sus amigos la tenían en alta estima.

Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora