Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]

Capítulo VII

No habia una explicación lógica, pero aún después de varias horas después del final del partido, esa energía que habia sentido Virginia seguía retumbando en su interior. Un eco de la emoción que la habia sacudido al ver a esos jugadores luchando como en un campo de batalla por la victoria.

No podia terminar de explicarlo.

Habia visto partidos de fútbol. Cielos, ella habia visto partidos de todo tipo pero nunca nada como Inazuma Eleven.

Solo quizás ahora podia entender la determinación de sus profesores porque esos muchachos siguieran jugando y pasaran matemáticas.

Quizás.

Todavia existía una parte de ella razonable que sabia que solo eran un puñado de jugadores que con suerte tendrían unos años de fama y seria todo. Iniciaban jóvenes y terminaban jóvenes.

No era una profesión muy buena ni larga, pero...tal vez emocionante.

Ella respiró hondo.

Esta bien. Admitía que tal vez podia entender un poco porque esos muchachos amaban tanto su deporte. Si ella como espectadora habia rozado a la euforia, no podia llegar a imaginar lo que se sentiría estar en una cancha.

Con un estadio repleto gritando tu nombre, corriendo casi a ciegas en una cancha donde lo único a lo que podías aferrarte era a tus más primitivos instintos y a tus compañeros. Luchar por un balón que todos deseaban conseguir.

Debía de ser algo asombroso. Inigualable.

Sus ojos violetas se abrieron en sorpresa apenas pensó eso.

No, no, no.

¿Qué le estaba pasando? El fútbol era malo. Bueno, no malo pero si irracional. Eso era lo que ella siempre habia pensado.

Mordisqueó su labio inferior.

Tal vez pasar demasiado tiempo con esos chicos si le estaba afectando.

–Estás distraída.

Virginia se sobresaltó como si hubiera sido encontrada haciendo algo que no debía y miró de inmediato a su derecha, donde se encontró para su desconcierto a Axel Blaze. Tranquilo y sereno, como se hubiera materializado desde las sombras. ¿Desde hace cuanto él la habia estado acompañándola?

Después de reunirse con Adam, todos ellos pusieron marcha hacia el local de comida favorito de los jugadores para celebrar la victoria contra la Royal Academy.

Ella solo habia salido un par de minutos del local para tomar aire y tratar de volver a la normalidad. No se sentía como ella desde ese partido y estaba algo mareada por todas las sensaciones que habia experimentado.

Pensó en mentirle a Axel, pero ese agudo brillo de inteligencia en los ojos del delantero de fútbol le advirtió que él lo descubriría.

–Un poco. –admitió a regañadientes, arreglando un mechón de su cabello lejos de su rostro. Se obligó a aparentar frialdad, poner otra vez los límites entre tutora y estudiante. – Hay tres exámenes esta semana. Ya debería haberme ido a casa.

No era mentira en el estricto sentido de la palabra, pero a ella poco le importaban esos exámenes ahora o la hora en que Adam la acompañara a casa. De todas formas, solo estaría su hermana ocupada investigando algo sobre la contaminación en el mar o algo por el estilo.

Axel sonrió de medio lado y apoyó su espalda en la pared del frente del local de comida. No habia mucha gente en las calles. Estaba a punto de oscurecer y la mayoría ya estaban en sus casas, reunidos con su familia para dar termino al día.