Capítulo X

1.9K 156 30
                                    

Virginia ya estaba sacudiendo su cabeza.

–No, no, no.

Lo dijo tres veces, para asegurarse de que la oyeran.

Pero el director simplemente reunió sus manos entre sí y la miró fraternalmente, como si se compadeciera de ella.

La muchacha se crispó.

–No es una obligación de los tutores. Ningún tutor jamás ha hecho algo así por sus estudiantes. –insistió, otra vez.

–Tú no eres como cualquier tutor. –aclaró el director del instituto Raimon. –Y ellos no son como los otros estudiantes. Además, tengo entendido que el examen de matemáticas es en seis días. ¿Verdad, señor Travis?

El entrenador, sentado a la izquierda de Virginia, asintió con gesto solemne.

–Debes entender que cualquier calificación a esta altura del año es crucial para ellos. –continuó el director. –Te necesitan.

Los dedos de la chica morena se cerraron alrededor de los brazos del asiento. Se recordó conservar la calma. Se recordó ser paciente.

Se recordó que no podia estrangular al director del instituto.

–Director. –logró articular con dificultad. –He preparado cada clase minuciosamente. Ellos han alcanzado cada objetivo que me he propuesto. Podrán dar un examen satisfactorio sin necesidad de que viaje con ellos a su partido de fútbol.

Satisfactorio no es lo mismo que un examen bueno. Conoces mejor que nadie la diferencia.

El director se reclinó contra su asiento acolchado.

Ella miró al entrenador del equipo de fútbol.

Y Virginia lo supo en ese momento. Su destino habia sido decidido y zanjado antes de que ella entrara en esa oficina.

Sus ojos relampaguearon iracundos, pero sus labios permanecieron cerrados. Se levantó con decisión del asiento, sujetando la correa de su bolso entre sus dedos.

"Me dará una carta de recomendación", repitió en su mente. "Una carta de libertad"

–Si eso es todo señor, supongo que debo retirarme para hacer maletas. –recitó con voz respetuosa. –Le deseo una buena tarde.

Se volvió hacia la salida antes de que pudiera perder el control.

Trató de que sus pies no delataran su enojo. Trató de que la puerta no cerrara de golpe.

Trató de tragar ese grito que deseaba dar.

Y como cada cosa que intentaba, salió perfecta.

Fue la estudiante perfecta una vez más.

Se encontró en el corredor del piso de dirección del Instituto Raimon, con todo el equipo de fútbol esperando por ella.

No fue capaz de mirarlos.

Antes de que cualquiera pudiera decir algo, ella se detuvo imperiosa. La furia la cubría como un halo. Alzó su mano con gesto demandante y pronunció en voz muy baja y a nadie en particular.

– ¿Acaso sabían de esto?

El silencio fue tan absoluto que ella escuchó como alguien tragaba saliva con dificultad.

Fue todo lo que necesitó para tener su respuesta.

Apretó los dientes con fuerza. Giró hacia el corredor y se alejó de ese equipo de fútbol.

Entre nosotros. [Inazuma Eleven-Axel Blaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora