ʀᴜɴ ᴀᴡᴀʏ | ᴄ. ʏᴇᴏɴᴊᴜɴ

ᴅɪᴄɪᴀꜱꜱᴇᴛᴛᴇ

Toda preocupación se fue cuando vi salir de la casa a Soobin, me alejé de San para poder abrazarlo fuertemente mientras nos repetíamos mutuamente cuanto nos habíamos extrañado. Los tres entramos a la casa, Chanhee y Lia se me acercaron corriendo para abrazarme al mismo tiempo, mi hermana lloraba sin parar, tuve que alejarla de mi para limpiarle las lágrimas que yo misma provoque con mi partida y que volveré a provocar porque debo regresar.

― ¡Noona! ―escuche la tierna voz de mi hermanito menor, corrió torpemente hasta mí y lo alce por los aires para dejarle muchos besitos en su carita.

―Espero te hayas portado bien mi niño bonito. ―le sonreí, me senté con él en uno de los sofás mientras mis hermanos esperaban que les contará todo.

―Cuenta, cuenta, cuenta todo noona. ―pidió Chanhee y acomode a Jongho en mis piernas para empezar a hablar, sabía que tardaría así que debía ser clara.

― ¿Te quedaras por fin? ―negué a la pregunta de Lia―, ¿por qué?

― ¿Regresaras con la bestia? ―esta vez asentí ganándome una mirada de sorpresa por parte de Soobin.

―Por favor Soobin no le llames de esa manera, hay una explicación para todo esto. ―se sorprendieron que yo haya dicho eso y que si, si escuchas a alguien decir eso como si nada pensarías que no está totalmente cuerdo.

― ¿Te has vuelto loca? ―quisiera estarlo, pero estaba viviendo la realidad.

―Las cosas no son como el pueblo las cuenta, he podido conocer a Yeonjun y a Beomgyu todo este tiempo que he estado junto a ellos. Beomgyu es extrovertido, ama los libros como tu Lia, ―se emocionó de tan solo escuchar la palabra libros―, pero Yeonjun puede ser un misterio a la primera vista, admito que no nos caíamos bien al principio, pero todo ha cambiado.

Nadie me estaba entendiendo, menos Jongho quien seguía jugando con las piedritas de mi vestido mientras reía al notarlas brillar.

Si esta parte no la entendían, mucho menos la que venía.

Toda la mañana la pase contándoles toda la historia, desde que llegué hasta ese momento, tuve que contarles también lo que Yeonjun me había dicho días atrás acerca de la maldición que les acechaba, sin eliminar ningún detalle.

― ¿Por qué dice ese chico que nosotros estamos ligados a su familia? ―pregunto San, yo también me hacia esa pregunta así que no pude darle respuesta.

―No lo sé, Yeonjun no me dijo esa parte, pero él necesita ayuda y estoy dispuesta a dársela, si puedo ayudarle lo haré. ―mis hermanos me miraron tratando de comprenderme, sobre todo Soobin, pero no ponía de parte para lograrlo.

―Me parece estúpido que quieras volver. ―se levantó de su asiento dándome la espalda―. No le encuentro lógica y explicación alguna a tu comportamiento ahora. ―ni yo misma lo sé, pero es lo que siento y quiero hacer―. Estaba dispuesto a ir por ti, a sacarte de sus garras y ahora me encuentro con esto.

―Soobin, en serio puedo jurarte que Yeonjun no es como lo pintan en el pueblo, me defendió cuando estuve a punto de ser comida para lobos, se convirtió permitiéndome ver como es por dentro, él es diferente y aunque quisiera correr no puedo. ―no sabía si era yo la que estaba hablando o si ese sentimiento me estaba controlando de nuevo.

―Hermana no sé qué decirte, ―comenzó a hablar Chanhee―, no tengo las palabras adecuadas para poder responderte a todo lo que nos has dicho, ―me miro por unos segundos la ropa que traía puesta y después a los ojos―, pero en serio que estás cambiada, estás mucho más hermosa que antes, esa ropa te ha sentado bien.

― ¿Es todo? ¿Te compro con lujos? ―en serio que su actitud me estaba cansando, no podía hacerle cambiar de opinión en nada a Soobin―, dime Eunji, respóndeme con la verdad, olvida esas dos preguntas y respóndeme esta: ¿te has enamorado de ese chico?

¿Ahora qué le digo?