ᴏᴛᴛᴏ

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Al concluir la cena la cual, por cierto, ame por la conversación tan amena que tuvimos los tres riéndonos y después saltando a la cuerda.

Nótese claramente mi sarcasmo.

Yeonjun me acompaño hasta la habitación que había designado para mí, con un empujón incluido me hizo entrar y al voltearme para verlo éste hizo lo mismo. Una corta mirada de diez segundos exactos para después azotar de nuevo la puerta. Quise hacer algo en cuanto esa puerta se cerró, pero al escuchar cómo le echaba seguro mi mundo se detuvo y lo único que logré hacer fue correr hasta la puerta.

― ¡Ábreme la puerta! ―seguí golpeando y forcejeando la perilla para intentar abrirla, pero fue en vano― ¡Yeonjun abre la puerta maldita sea!

No era una loca psicópata en un manicomio como para que me tuviera encerrada. Apenas llego y me tiene como su prisionera. No entiendo que es lo que le pasa por la mente, quisiera poder preguntarle a Beomgyu, pero como puedo salir de aquí es obvio que tengo que retener mi curiosidad.

El relinchar de un caballo atrajo mi atención, volví a abrir las ventanas para recargarme en el barandal de concreto y notar como Yeonjun se perdía entre los árboles. ¿Por qué sale a esta hora cuando la luna ha salido?

Gire mi rostro cuando escuche la puerta abrirse permitiéndome ver a Beomgyu, volví a cerrar las ventanas y me encamine hasta él.

― ¿Por qué ha salido? ¿Por qué me ha dejado encerrada como prisionera? ¿Qué está pasando aquí Beomgyu? ―hable alterada, me pidió que me tranquilizara y me llevo hasta un pequeño sofá para sentarnos y supongo que hablar.

―Primeramente, quiero que me escuches lo que te diré, ¿okay? ―asentí―, no vas a poder salir a partir de esta hora hasta que el sol salga.

―No entiendo. ―soné desesperada y sí, sí lo estaba―. ¿A qué te refieres?

―Por favor Eunji solo hazme caso, no salgas desde las ocho hasta las seis del siguiente día, ¿de acuerdo? ―asentí. No estaba del todo segura, pero si me lo decía es por algo así que debía hacerle caso.

A fin de cuentas, él era el que vivía con Yeonjun, él sabía todo el otro. Lo más seguro es que sean familia, aunque no se parecen en nada, pero supongo que lo son así que eso puede marcar a mi favor y poder hacerle las preguntas que antes en la cena me había hecho. Quizá si me gano su confianza pueda decirme sobre el verdadero objetivo de tenerme encerrada porque eso de que debía cambiar mi vida a cambio de la de mi hermano no me la creo completamente.

―Beomgyu, ―me miro esta vez―, ¿Qué hago aquí?

―Decidiste cambiar lugares con tu hermano así que por e-... ―le interrumpí negando, eso no quería escuchar porque sabía que era mentira.

―Quiero saber la verdad. No nos llevamos mucho de conocer, hace apenas unas horas, pero enserio no puedo estar aquí sin saber la verdadera razón por la cual me tienen aquí. ―y no mentía, con mi mirada le podía confirmar que eso era lo que más me intrigaba.

―Escúchame Eunji esas preguntas te las responderé, pero no ahora, solo debes esperar un poco más, te prometo que todas las preguntas te serán respondidas. ―trato de tranquilizarme con una sonrisa y lo admito lo logro ya que su sonrisa es muy hermosa.

Al menos responderá a mis dudas, no tan pronto como espero, pero necesito saber porque estoy aquí realmente.

Todo este misterio me abrumaba, sentía que en cualquier momento colapsaría, sobre todo por no poder ver a mi familia.

ʀᴜɴ ᴀᴡᴀʏ | ᴄ. ʏᴇᴏɴᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora