ᴠᴇɴᴛᴜɴᴏ

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La familia Jung y Choi estaban sentados en la misma mesa, todo estaba en silencio, los cubiertos chocar contra los platos de porcelana era lo único que se escuchaba y resonaba por todo el comedor, estaban tan sumidos en sus pensamientos que nadie hablaba, y tampoco querían hacerlo, al menos no Soobin.

―Y bien chicos, ¿cómo va todo con respecto a la boda? ―pregunto Hoseok dirigiéndose a su hijo y a Eunji quienes se miraron al mismo tiempo.

―No hemos comenzado a planear la boda, quiero tomar este día para estar con ella y tener planificaciones listas. ―respondió Wooyoung. Tenían otra intención su pedido, pero nadie más que él y la chica lo sabían.

―Es un buen paso, además, sirve que se conozcan mejor de lo que ya lo hacen. ―alentó Mina a los dos jóvenes y ambos asintieron dándole la razón.

Los Jung y los Choi llevaban generaciones conociéndose, pero siempre existió una rivalidad entre ellos. No había sentimientos de por medio hasta que la noticia de que Jung Hoseok había asesinado a Choi Minho llego a los oídos de los Choi. Desde ese momento un odio creció, uno que no ha podido ser borrado y que no tiene la intención de irse.

Pero claro, a veces los que parecen ser culpables no lo son en realidad.

―Entonces la boda va en serio. ―un cierto fastidio se presentó en Soobin, Eunji le miro y pidió que no comenzara nada o se complicaría todo.

―Yo creía que no se casarían. ―dijo Yunho, el hijo mayor. Su pensamiento era el mismo que el de Soobin, al menos concordaban en algo partes contrarias.

― ¿Mi hermana usará un vestido como de las princesas? ―pregunto ilusionada la pequeña al imaginarse a la pelinegra con un vestido hermoso y ostentoso con el que después no podrá ni caminar.

―Te aseguro que será un vestido de princesa como se lo merece. ―la niña sonrió mucho más al escuchar esas palabras y aplaudió satisfecha.

El resto del desayuno permaneció en silencio hasta que termino, Jongho hizo berrinche porque quería quedarse con la mayor así que ella cargo con él en su viaje con Wooyoung con la famosa madame Jeongyeon. Habían echado mentiras de que irían a la ciudad para revisar las cosas de la boda cuando no era así, Jung quería ayudarle así que no se lo negaría.

―Dame a Jongho, dudo que quieras entrar con él. ―le había leído la mente y el chiquito fue a los brazos del peligris―. Lo cuidare, te esperamos acá afuera.

―Gracias. ―le sonrió, se giró sobre sus talones para entrar a la casa de madera perteneciente a la bruja.

Todo era gótico, había figuras de todo tipo, veladoras apagadas esparcidas por el lugar, tarot acomodado en la mesa junto a una bola de cristal, era una casa como toda bruja tendría y el ambiente era demasiado pesado, había hecho bien en dejar a Jongho con Wooyoung.

― ¿Puedo ayudarte en algo jovencita? ―se asustó por la voz de la fémina detrás suyo pegando un brinquito.

―Sí, necesito su ayuda en algo importante y que creo que entra en su rango. ―la miro mejor; capa negra que cubría un hermoso atuendo de dos partes color morado con encaje, su cabello era rubio, largo y ondulado.

No era como las brujas que se pintan en las historias.

―Te escucho. ―dijo Jeongyeon tomando asiento y extendiendo su mano para ofrecerle asiento a la pelinegra.

― ¿Usted se encarga de maldiciones en la familia? ―la pelirrubia asintió interesada―, entonces puede ayudarme.

―Comienza a explicarme la situación y veré si puedo ayudarte. ―pidió bajando un poco los ánimos a la joven, pero no fue impedimento para que comenzara a contarle todo.

Tardo demasiado en contarle lo que Yeonjun y Beomgyu le habían dicho, toda esa historia que marca a su familia, las trabas y los sentimientos que les rodeaban, así como también la frase que el peliazul le había dicho.

Tenía demasiada curiosidad, pero, por culpa de esa curiosidad, hará salir a la luz muchos secretos que incluyen a su familia y a la de Wooyoung.

ʀᴜɴ ᴀᴡᴀʏ | ᴄ. ʏᴇᴏɴᴊᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora