Con la poca visión que le quedaba, miro a Eunji y juraba que estaba mirando a un ángel. Aquel vestido de novia la hacía verse hermosa ante los ojos de Yeonjun. Su débil y fría mano intento acariciar el rostro de la joven, no sabía si esa sería la última vez que la vería así que quería guardar todos los detalles posibles de la chica de la cual se había enamorado.
No eran necesarias las palabras, las sonrisas apagadas y las miradas decían todo lo que sus labios no podían sacar ni lo que sus mentes podían formular.
Solo eran ellos dos en ese instante, no hacía falta ninguna otra persona, solo ellos dos en su mundo.
―Madame Jeongyeon esta abajo, dice que es necesario que bajen a Yeonjun. ―aviso el pelirrubio sin entrar a la habitación.
Los dos desconectaron miradas, Beomgyu ayudo a Eunji para tomar el cuerpo débil de Yeonjun y así bajarlo hasta donde la bruja había dicho. Los pasos eran lentos pero seguros, no sabían lo que sucedería después, pero necesitaban salvarlo, no lo iban a dejar ir.
Yeonjun tenía que vivir.
―Solo Yeonjun y Eunji pueden ir, ustedes dos no. ―ordenó la bruja a Beomgyu y Taehyun quienes asintieron dudosos. Las brujas solían tener mala fama así que eso conllevaba a desconfiar.
Jeongyeon iba caminando frente a los dos jóvenes, Eunji llevaba a Yeonjun casi arrastrándolo, el chico no tenía la fuerza suficiente siquiera para apoyarse sobre la tierra y andar. Su cuerpo dolía con cada movimiento, sus pies dolían con cada paso que daba, sus suplicas eran ignoradas por la joven quien no se quería rendir todavía.
Necesitaba luchar, no se podía dejar por vencido, esta no sería la manera, ella estaba a su lado y ayudaría a Yeonjun para que su color, su alegría, su sonrisa, su paz, su vida volviese a él. Ella estaba dispuesta a todo para romper con la maldición de los Choi y saber de una vez que tipo de unión tenía con Yeonjun, además, quería tenerlo con ella, a su lado, dándole todo lo que no podía darle justo ahora.
¿Valdría el sacrificio? Confiaba en que sí.
―Detente aquí. ―le ordenó quedando justo en el centro del jardín de la mansión.
Con las fuerzas desgatadas Yeonjun se quedó quieto junto a Eunji, ésta le sostenía con fuerza para que no terminara tendido en el césped.
La bruja se incoó para hacer empleo de la magia. Recito unas palabras en un idioma extraño mientras hacía movimientos más extraños con sus manos, Eunji no podía ver lo que estaba haciendo, solo estaba escuchando aquel idioma que no podía entender. Paso un minuto cuando Jeongyeon se movió de lugar dejando ante la vista de ambos chicos una rosa roja.
―Deja al chico en el césped. ―hizo caso a lo que le dijo.
Recostó a Yeonjun con sumo cuidado y la bruja se acercó hasta ellos.
―Dame tu mano. ―le volvió a ordenar.
― ¿Para qué? ―pregunto confusa, sobre todo cuando noto el cuchillo que ella saco.
Tomo la mano de la joven e hizo una cortada rápido en su palma haciendo que Eunji gritara por el dolor y ardor que se presentó, Jeongyeon acerco la mano sangrante a la boca de Yeonjun, éste comenzó a negarse, no bebería sangre de ella, desde un inicio él juro que bebería la sangre de su amada y aunque se estuviese muriendo, no lo haría siquiera.
Yeonjun comenzó a mover la cabeza, no dejaría que una sola gota de la sangre escarlata de la joven entrara a su boca. Jeongyeon se impaciento demasiado rápido, tomo la cabeza del pelinegro para dejarlo quieto, aprovecho y acerco la mano de la chica todavía más para que la sangre cayera sobre de él.
"La sangre del alma pura de la elegida será la principal inflexión para el hechizo romper".
―Choi Yeonjun, camina hasta la rosa, tú y solamente tú debes tocar la rosa roja. ―ordenaba mientras Eunji colocaba un paño de tela sobre su palma.
― ¿Para qué mi sangre? ―se atrevió a preguntar.
―Eres la elegida, la que está ligada a Yeonjun de nacimiento, tu alma es pura y por lo consecuente lo es tu sangre, es la parte esencial para romper el hechizo. ―explico.
El pelinegro trago la sangre y comenzó a arrastrarse por el césped hasta llegar a la rosa, Jeongyeon miraba junto a Eunji quien estaba todavía confundida por saber cuál sería el efecto de aquella rosa y porque debía tocarla.
― ¡YEONJUN! ―grito al verlo desplomarse en el césped nuevamente.
Él, al acercarse y tocar la rosa, las espinas hirieron su mano, su sangre corrió y en un instante, Yeonjun cayó tendido en el césped.
Pero no muerto, sino dormido.
El efecto del veneno en las espinas lo haría dormir en los brazos de la muerte que tenía orden de llevárselo antes de la media noche.
― ¡¿Qué hizo?! ―grito a la bruja quien miro a la chica sin expresión.
―Es parte dé. ―respondió con simpleza.
Eunji se acercó hasta Yeonjun para sacudirlo varias veces, él no le respondía, estaba sumido en su sueño y si ella no se apresuraba, perdería a Yeonjun para siempre. Y ella no quería eso, pero tampoco conocía realmente lo que tenía que hacer para hacerlo despertar.
―Antes de la media noche sino la muerte se lo llevara, aunque tú te opongas. ―le dijo mientras se alejaba.
Pero antes de desaparecer dijo:
―Un acto de amor que borrará todo rastro de orgullo y vanidad del corazón.
¿Qué acto de amor podría lograr eso?
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ʀᴜɴ ᴀᴡᴀʏ | ᴄ. ʏᴇᴏɴᴊᴜɴ
Fanfiction𝐖𝐇𝐈𝐓 𝐌𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐌𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 || ❝Un acto de amor que borrará todo rastro de orgullo y vanidad del corazón. Corre lejos. Corre lejos junto a él❞. Una maldición les hizo darse cuenta que estaban unidos de por vida desde antes de nacer y fue prec...