ʀᴜɴ ᴀᴡᴀʏ | ᴄ. ʏᴇᴏɴᴊᴜɴ

ᴠᴇɴᴛɪꜱᴇᴛᴛᴇ

Cuatro semanas habían pasado, la familia Choi y Jung andaban en boca de todo el pueblo y de los aledaños también, la fiesta de compromiso se llevaría a cabo dentro de unas horas y Eunji no dejaba de pensar en ello.

No había vuelto a ver a Yeonjun y tampoco le importaba verlo. Le guardaba rencor, un rencor tan grande por no haberle dicho la verdad desde un inicio. Además, aquella muerte se trataba de su padre y eso jamás se lo perdonaría.

― ¡Hermanita que linda te ves! ―grito la niña al entrar a la habitación donde la joven estaba siendo arreglada.

―Gracias Lia. ―respondió muy apenas, una contestación que atrajo la mirada de Soobin quien también estaba allí.

―Lia por favor ve con Chanhee y Jongho, necesito hablar con nuestra hermana. ―la niña asintió y cerró la puerta cuando salió.

La mayor lo miro por el espejo, sabía las palabras que le diría, eran las mismas que le venía repitiendo desde hace ya días atrás. No quería escucharlo, ya se las sabía, solo quería terminar de arreglarse para la fiesta y poder cumplir con las ordenes de su abuela para poder salvar a su familia.

Era un precio que pagar.

― ¿Me pondrás atención? ―ella negó.

―No quiero escuchar lo que me dirás porque ya me lo sé de memoria. ―le reprocho la pelinegra y Soo rodo los ojos.

―Es un gran sacrificio que harás solo por nosotros, pero no debes hacerlo, no deberías casarte con Wooyoung. ―se mantuvo firme a sus palabras, él no quería aquello, sabía que su hermana sería infeliz.

―De todas formas, no saldría corriendo detrás de Yeonjun. ―el más alto rio, ella frunció el ceño.

―En ningún momento pensé en Yeonjun, tu sola lo mencionaste. ―se defendió, un ataque bastante hábil.

―Da igual, mi decisión está tomada, hoy se hace público mi compromiso y en una semana me caso con Wooyoung, ya así de sencillo. ―volvió a tomar asiento en su silla para colocarse la peineta.

―Entonces lo único que me queda es desearte la mayor de las felicidades hermana. ―se giró y salió de la habitación azotando la puerta.

Había palabras que decir, solo que no era el momento adecuado. Pero entonces, ¿cuándo sería el momento correcto de decirlas? Ella ni siquiera sabía que era lo que estaba haciendo, pero lo hacía por su familia. Únicamente por ellos. Quería lo mejor para su familia, sobre todo Jongho que apenas era un niño de tres años que no sabía que era enfrentarse al mundo todavía.

Eunji había hecho la promesa de hacerse cargo de la familia Choi, de sus hermanos, de darles el ejemplo ideal y excepcional, de jamás dejarlos solos y eso justamente estaba haciendo; cumplía la promesa que nunca en su vida pensó siquiera en romper solo por palabras de otros. Aunque esos otros fuesen sus hermanos.

―Pero mírate nada más cariño, te ves preciosa. ―halago la señora Jung cuando entro a la habitación y la vio―. El vestido realmente va muy bien con la estación y contigo, una combinación perfecta.

―Es una gran elección, me encanta. ―ambas sonrieron y Mina agrego un detalle más en el cabello de su futura nuera.

―Este prendedor lo use en mi boda, me trajo mucha suerte durante toda mi vida de casada y quiero que lo uses ahora y el día de tu boda con mi hijo. ―le pidió, Eunji asintió y de nuevo se sonrieron.

Ambas mujeres salieron de la habitación, se toparon con Hoseok y Wooyoung en el camino de los pasillos que conducían a las escaleras principales, los dos adultos bajaron primero para dar el anuncio de que ellos estarían por bajar, Wooyoung ofreció su brazo con elegancia, ella se aferró a éste con nerviosismo notorio, no sabía con qué clase de gente iba a tratar, pero daría lo mejor de ella para encajar.

Formaría parte de una sociedad a la cual no pertenecía y ni siquiera sabía cómo sentirse al respecto por ello.

Los aplausos no se hicieron esperar cuando los dos jóvenes comenzaron a bajar las escaleras, todos vestían con elegancia, ropas caras y las mujeres con bolsos y joyas a combinación realmente extravagantes. Todo el ambiente le hacía saber que no pertenecía allí, que solo sería importante por el apellido Jung. Todo tipo de pensamientos en las mentes de los invitados y las miradas que Eunji recibía, hacían que Soobin se diera cuenta de las inmensas ganas que tenia de sacar a su hermana de allí.

Pero no había marcha atrás.

O eso creían.

― ¿Dónde está Yunho, mamá? ―pregunto al no verlo por ninguna parte.

―No tengo idea, pero ya tu padre mando a buscarlo. ―calmo al bicolor y éste asintió satisfecho.

Solo que Hoseok tardaría un poco más de lo esperado en encontrar a Yunho.

[···]

El timbre resonó por toda la mansión, Beomgyu bajo corriendo las escaleras para irlas a abrir y revisar de quien se trataba. Bajaba a todos los ángeles del cielo para que fuera Eunji, pero su sorpresa fue otra.

― ¿Qué haces aquí tú? ―pregunto al ver a Yunho.

―Taehyun me dijo lo que sucede con Yeonjun. ―se abrió paso entre la puerta y Beomgyu para entrar―. Así que prefiero decirte a ti en vez de a él.

El castaño cerró la puerta, caminaron juntos hasta la biblioteca en donde podrían platicar a gusto sin que Yeonjun les escuchara.

― ¿Qué sucede? ¿Qué me quieres decir? ―ofreció asiento al más alto notando lo nervioso que estaba.

―Se está llevando a cabo la fiesta de compromiso de mi hermano con Eunji. ―los ojos de Beomgyu se abrieron de más, tenía entendido que ese evento sería dentro de dos semanas.

― ¿Por qué tan de prisa? ―pregunto confundido, no estaba entendiendo el manejo de la situación―, ¿Qué está pasando en tu familia para que hagan eso?

―Porque Wooyoung está dispuesto a llevarse a Eunji lejos de aquí por sobre todo y todos para que jamás se entere de lo que paso realmente con el señor Minho.