Capitulo 44

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Al día siguiente.
Narra Sarah.
Ayer casi hay una guerra en esta casa, Niklaus no estaba de acuerdo con que Hayley se quedara en esta casa, pero lo tuvo que aceptar. Marcel había mudado a Davina a una habitación en un edificio cerca de nuestra casa. La perra de Hayley todo el tiempo estaba mirándome mal, pero se lo prometí a Elijah. Estaba en el sillón de la sala sentada junto a Ella hablando sobre Elena o como las dos le pusimos "la bella durmiente"

Ella: Mi hermano está loco al ir a buscar a Katherine. -dijo riendo.

-El amor ciega a las personas, el tiene esperanzas de levantar a Elena.

Ella: ¿No hay forma de levantarla?

-Creo que no, si Katherine no sabe nada, tendremos que esperar a que Bonnie muera para que despierte.

Ella: Yo pensé que la bella durmiente era un cuento inventado.

-Ahora sabes que no es inventado.

Rebekah: Sarah ¿Podemos hablar? -dijo llegando a la sala.

-Si, claro. -Ella se levantó del sillón y se fué, Rebekah se sentó dónde antes estaba Ella

Rebekah: Me voy a ir con Marcel.

-¿A dónde?

Rebekah: Quizás a Roma, Niklaus lo ha amenazado mucho y quiero estar feliz y en paz.

-Adelante, se feliz por las dos. -la abracé y ella correspondió.

Rebekah: Ya mis maletas están afuera, venía a despedirme de ti.

-Que disfrutes tu viaje, se feliz.

Rebekah: Cuídate mucho Sarah. -dijo y se fué de ahí, maldito Marcel, me presentó a Davina para que yo la protegiera y el largarse de aquí. Genial ahora tengo a ir encargarme de otra niña más, me levanté del sillón, Vi como Marcel y Rebekah se iban. Salí de la casa, compré algo de comida y fuí al lugar donde estaba Davina, entre y estaba dibujando algo.

-Hola, te traje comida. -dejé las bolsas en una mesita.

Davina: ¿Y Marcel?

-El muy estúpido se marchó a Roma y me dejó a cargo de ti.

Davina: El no haría eso.

-Confirmalo tu misma con tu magia. -Se quedó sería al darse cuenta que yo no mentía.

-No dejaré que te pase nada, puedes confiar en mí. -Ambas nos sentamos en la cama, ella comía lo que traje y yo miraba los dibujos que hacía.

Davina: Marcel me dijo que tienes un hermano muerto.

-De hecho son dos.

Davina: ¿Como eran ellos?

-Finn era muy responsable, serio, reservado, no hay mucha que decir de el, Kol era como una luz en medio de tu obscuridad, pero una luz roja, era rebeldía, sarcasmo, diversión.

Davina: ¿Lo extrañas? A Kol.

-Mas que a nada.

Davina: No tienes que venir todos los días a traerme de comer.

-Yo siempre cumplo mi palabra, nos vemos mañana. -dije y salí de ahí, ¿En qué momento mi vida se convirtió en esto? ¿Acaso iba a llevar una vida miserable por el resto de mi eternidad?
Llegué a casa y solo quería tirarme en mi cama pero Klaus estaba en el pasillo.

Klaus: Sarah ¿Podemos hablar?

-Ahora no Klaus.

Klaus: Sarah...

-No quiero hablar ahora.

Desde El Principio De Los Tiempos - Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora