Capitulo 23

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-Claro que si, pero tengo mucha hambre en estos momentos.

Marcel: No te desesperes, ya mandé a traer algo para ustedes.

-¿Cómo manejas está ciudad?

Marcel: Tengo una arma secreta que impide que las brujas hagan magia, maté a todos los hombres lobos que vivían aquí y todos los vampiros están de mi lado, fácil.

-¿Prefieres todo esto a ir a buscar a Rebekah?

Marcel: No lo entenderías, la amo pero todo esto es difícil de entender.

-Nunca entenderé a los hombres.

Marcel: ¿Por qué sigues con Niklaus?

-Es lo único que tengo, yo si sé elegir lo que en realidad quiero.

Marcel: Eres la persona que más admiro, a pesar de todo has cumplido la promesa que le hiciste a Klaus. No sé cómo puedes con tanto.

-Estuvo ahí para mí y yo si sé cumplir mis promesas. -dije haciendo referencia a la promesa que tenían el y Rebekah de salir adelante juntos y casarse, pero Marcel la rompió.

Klaus: Regresé. -dijo apareciendo detrás de mi y rodeando mi cintura con su brazo.

Marcel: Aquí tienen sus bocadillos, solo no los maten. -dijo y aparecieron 2 chicas ya hipnotizadas, Klaus y yo procedimos a beber si sangre para calmar el hambre que traíamos, luego Marcel las dejó ir.

Marcel: Daré una fiesta mañana en honor a su llegada.

-Espero y no sea aquí en el barrio Francés, me da algo de nostalgia.

Klaus: Cuenta con nuestra presencia, ten algunos bocadillos listos.

Marcel: ¿Dónde pasaran la noche?

Klaus: Sarah y yo tenemos un hotel por aquí cerca.

-Que la pases bien Marcel, nos vemos mañana. -dije despidiéndome de el.

Klaus: Adiós amigo. -dijo y salimos de aquel bar hacia el hotel, supongo.

-¿A dónde fuiste?

Klaus: A buscar un hotel y comprarnos algo de ropa. -seguimos caminando hasta que llegamos hasta el hotel, Niklaus como siempre pidió el último piso donde había comedor y esas cosas.

-Linda habitación.

Klaus: También conseguí muchas bolsas de sangre.

-Me daré una ducha ¿Compraste pijama?

Klaus: No, pero puedes usar una de mis camisas.

-Está bien. -dije y entre al baño, me tomé una ducha de unos 30 minutos y luego salí, revisé entre los cajones de la habitación y Niklaus había comprado mucha ropa, al parecer nos quedaríamos algunas semanas aquí. Saqué una de sus camisetas y me la puse junto a unos shorts cortos que encontré.

Klaus: Me daré una ducha yo, pero a excepción de ti yo no me demoraré. -dijo y entró al baño. Yo me acosté y me metí dentro de las sabanas.

-¿Dormirás así? -dije viendo a Niklaus venir hacia la cama solo en boxers.

Klaus: No hay nada que no hayas visto antes. -Se tumbó en la cama y se metió debajo de las sabanas junto a mi.

Klaus: Eres todo lo que quiero, Sarah. -dijo tomando la mano donde estaba mi anillo de bodas y dándole un beso.

-¿Entonces a qué vinimos aquí? Quieres conquistar tu ciudad de nuevo.

Klaus: Solo quiero mi casa, dónde prometí que viviríamos todas nuestras vidas.

-Pidesela a Marcel y listo, te evitas guerras innecesarias.

Klaus: Eres mi talón de Aquiles, siempre manteniendome cuerdo. -Soltó una pequeña risa.

-Marcel es importante para ti y no quiero que hagas algo de lo que te vayas a arrepentir más tarde. -dije apoyando mi cabeza en su pecho y trazando su tatuaje con mi dedo índice.

Desde El Principio De Los Tiempos - Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora