Capitulo 85

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Narra Hope.
Me encontraba en el sótano, había recitado aquel hechizo que me había repetido por cuatro años en mi cabeza, perfeccionándolo cada vez más, faltaba el último paso, tirar las cenizas de mi padre. Me moría de ganas por ver su rostro de nuevo y que me diera un fuerte abrazo. Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos y tiré sus cenizas en aquella piscina que se tornó de un color negro, eso significaba que el hechizo estaba funcionando, el agua empezaba a agitarse y mi corazón cada vez se aceleraba más. Estos segundos parecían años. Pasados unos minutos algo empezaba a salir de aquella piscina, tenía mis nervios de punta y fué en ese momento cuando una parte de mi que creí no ver más apareció frente a mis ojos. Mi padre, mojado por aquella agua de la piscina, salió de esta y miraba todo a su al rededor.

Klaus: ¿Hope? ¿Que hago aquí?

-Te traje de vuelta papá, dónde debes estar. -No podía parar de llorar, aún no podía creer que lo había logrado, que había logrado traer a mi padre de regreso.

Klaus: Ven y dale un abrazo a tu padre. -Abrió sus brazos y yo corrí como aquella niña pequeña de cinco años que corría a sus brazos todas las mañanas.

-Te extrañé tanto, no sabes cuánta falta me hiciste. -No quería soltarlo.

Klaus: Te he estado observando desde el otro lado, podía verlo todo. -Me mira a los ojos.

-Papá, dime por favor que no tendré que perderte otra vez.

Klaus: Supe que harías esto, también supe que Sarah no está enterada de nada y no te preocupes, hice un trato con la víbora de tu abuela y todas las brujas del otro lado.

-¿No hay más vacío? ¿Pero como?

Klaus: No pequeña, luego te contaré esa historia.

-Date una ducha y ponte este traje, arriba hay una cena y tienes que darle una sorpresa a Sarah. -Tomó una ducha en uno de los baños que había en el sótano y se puso el traje que le compré.

-Te ves muy guapo, papá.

Klaus: Quiero que sepas que todas las veces que lloraste en tu habitación y deseabas que yo estuviera ahí, todas esas veces estuve ahí, viendo cómo abrazaba una almohada y luego llegaba Sarah a abrazarte hasta que te quedarás dormida. Escuché todas las veces en las que te sentías menos, en las que te odiabas y en las que te preguntabas que habías hecho mal. Eres mi pequeña, tengas los años que tengas siempre lo serás, no has hecho nada mal, todo está bien contigo, cualquier persona no es digna de ti, eres una Mikaelson Hope, todo el tiempo estuve orgulloso de ti. Estuve a cada instante junto a ti, mi.madre me obligaba del otro lado a presenciar cada cosa que les pasaba a ti y a Sarah y me llenaba de ira al no poder estar para ustedes. Sarah te enseñó muchas cosas y te enseñó a ser fuerte. Nunca dudes de tu potencial y no escondas lo poderosa que eres solo porque a alguien no le gusta. Te amo Hope, mi pequeña niña. -Me abrazó, el y yo llorabamos a mares, las palabras que necesitaba el me las había dicho y eso me hacía sentir completa y es aquí donde me doy cuenta que el vacío que he intentado llenar estos años con algún novio, ese espacio era de mi padre y ahora que volvió me siento completa.

-No vuelvas a irte, por favor. -Lo abracé fuerte y el me correspondió al abrazo.

Klaus: Estaré siempre a tu lado, pequeña.

-Anda papá, Hay que darle la sorpresa a Sarah.

Desde El Principio De Los Tiempos - Klaus Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora