Se llegó el día de despedir a mi madre, estaba algo triste y nerviosa, pero mis amigos nos acompañaron a la central, para decirle adiós. Sam y los demás se han portado tan lindos conmigo que es imposible no estar eternamente agradecida. Regresamos a mi casa, pero no quería entrar, no estaba lista, así que se ofrecieron hacerme compañía un rato más, pero lo negué, solo estaría retrasando lo inevitable, que triste sentir esto en tu propia casa.
Me despedí de los chicos y entre al que sería mi hogar un tiempo más, mi padre ya se encontraba de regreso, al verme sonrió con tristeza, me acerque para abrazarlo, tal vez debería odiarlo, pero no puedo, el también ha sufrido como mamá, y ambos tienen la culpa por dejar que su relación se quebrara tanto. Sentí sus brazos rodearme y como su respiración se agitaba, me deje abrazar y le devolví el gesto, al fin de cuentas, es mi padre.Los días posteriores siguieron con normalidad, la rutina no había cambiado mucho, simplemente pasaba más tiempo sola en casa, el cual me hacía bien para pensar y acomodar mis ideas, escuchaba música a todo volumen, retome la lectura de distintos libros que anteriormente había pausado, también me dedicaba a dibujar, sentía la necesidad de mantener mi mente ocupada, enfocarme en lo que realmente importaba, incluso me inscribí a un curso de primero auxilios junto con Alonso, él fue quien me lo sugirió, tenía ganas de hacerlo, pero no quería ir solo, Melisa y Mariana lo descartaron, no les interesaba, la verdad es que todas las personas deberían tomar un curso así, nunca se sabe cuándo se puede ocupar. Lunes, Miércoles y Viernes eran los días que impartían ese curso, pronto nos acoplamos, a veces al terminar la clase, íbamos a tomar algún café o simplemente platicábamos, lo cierto es que Alonso era mi mejor amigo, aunque me parecía gracioso como se ponía nervioso en ocasiones, antes no solíamos pasar tiempo a solas, pero desde este curso, nuestra amistad se fue reforzando, y de hecho, hoy viernes me invito a cenar, mi padre accedió sin problemas y por primera vez en mucho tiempo, me presto su auto, desde que tenía 16 no me lo prestaba, a pesar de que estuvo insistiendo para enseñarme a conducir, Alonso no tenía auto así que se sorprendió cuando le dije que pasaría por el para ir al curso ya que íbamos en autobús, terminando, conduje hasta el lugar que me pidió, me aprendí al ver que era un lugar algo costoso, no es que no pudiera pagar, pero normalmente era un sitio para citas románticas y ahí fue cuando mi corazón se aceleró "Alonso me invitó a una cita" temía que se me confesara, no podía verlo como algo más que un amigo, entre dudosa y nerviosa, parece que se dio cuenta.
—¿Estas bien? Te noto algo tensa. —Sus ojos me analizaron, trate de disimular lo mejor posible.
—No, bueno, es qué... Es un lugar algo costoso, ¿está seguro?
—Claro, no te preocupes, yo te invite, yo pago.
—¿Qué? ¡No! Claro que no, no dejare que pagues por —Me interrumpió.
—Antes de continuar, no te hagas una idea equivoca, te invite a este lugar, porque quiero ver que tal esta, quiero traer a una persona aquí y tener una cita, supongo que te estoy usando como conejillo de indias. Lo siento, pero por eso voy a pagar todo. —Por unos segundos me quede en blanco, pero me relaje, no eran lo que pensaba.
—Ya veo... Entonces ¿Quién es tú enamorada? —Solté en tono burlón.
—Aun no te puedo decir.
—¿¡Melisa!? —Supe que había acertado cuando sus mejillas se ruborizaron y sus ojos se abrieron mostrando sorpresa.
—Me conoces tan bien que no puedo ocultártelo...
No tardaron mucho en atendernos, nos acomodaron en la terraza, al aire libre, dejaron el menú, trague saliva al ver los precios, definitivamente no iba a dejar que pagara la cuenta solo, así que le advertí que si no me dejaba pagar, me iría antes de pedir o no le hablaría en mucho tiempo, así que término accediendo, pero insistió en pagar la mayor parte, solo por esta ocasión, se la dejaría pasar. Durante la "velada" me hablo sobre muchas cosas, parecía que quería tocar un tema más importante, supuse que sería la razón del porque estábamos aquí, lo detuve antes de que sugiera parloteando, me miro extrañado, le dije que soltara la sopa y que no se avergonzara, en parte sabía que me invitó para pedir consejos.
Melisa le gusta desde que la vio por primera, incluso recordaba la ropa que llevaba puesta, no me sorprendió porque tiene buena memoria, lo que me sorprende es que me eligiera para aconsejarlo, no soy muy buena en esos temas, aun así intentaría ayudarlo.
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Caminos Cruzados
RomanceSam y Rocío son dos jóvenes que estudian en la misma universidad, pero nunca han cruzado palabra alguna, soló miradas, hasta que llega el día en el que cruzan sus caminos finalmente, ambos tienen sus problemas, y ambos buscaran la manera de ayudarse.