¿Se han preguntado a que vienen al mundo? ¿Cuál es la razón de su existencia? Yo sí, más de lo que quisiera, la mayoría tendrá sus razones, yo no tengo una, al menos no una con la que me sienta conforme, siempre he creído que terminaré trabajando encerrada en una oficina, en un empleo mediocre, con un sueldo mediocre y una vida mediocre, entiendo que me falta motivación, ambición y esas cosas, pero siendo sincera, no la tengo, no tengo nada que me motive, a veces siento que me muevo en automático, vivo mi vida como cualquier otra, voy a a la universidad, trabajo, hago mis deberes, a veces salgo con mis amigos, y aún así no me siento en paz, siempre estoy pensando en las cosas que quiero y no tengo, ahora menos me puedo dar el lujo de gastar en tonterías por lo sucedido, mi padre no aguantara tanto tiempo viviendo en otro lado que no sea su casa, mamá quiere irse cuanto antes, esta la posibilidad de que ella se marche y yo la siga en cuanto termine el semestre, fui yo la que quería terminarlo, así que no me puedo quejar al respecto.
Me tire a la cama observando el techo, algo que ya era rutinario, Melisa quiere hablar conmigo así que me invito a un café, estoy casi segura que trama algo, en la mañana alcance a escuchar cómo le rogaba a Mariana por acompañarla, por lógica creo que trata de hacer que nos reconciliemos, la verdad es que no me interesa, no pienso volver hablarle a una persona que me demostró lo contrario a una amista sincera, en este momento odiaba mi vida, sé que hay personas que la pasan peor, pero no quiere decir que mis problemas no me afecten, no soy ningún robot para no sentir nada. Trate de relajarme, agradecía que hoy no trabajaba, quería ver a Sam, pero su trabajo lo mantendría ocupado, Andrea y Lily estarían ocupadas, no quería estar en casa, no me podía sentir tranquilo en mi propio hogar, eso es triste, incluso pensé en aceptar la oferta de Melisa, pero debería estar loca para ir, o al menos eso creía, ya que al darme cuenta, estaba entrando a la ducha, sonreí con ironía, esperaba que Mariana no aceptara ir, porque decidí hacerlo, no quería topármela, y no es porque le tuviera miedo, simplemente no tenía ganas de discutir o armar una escena en público.Llegue al centro, baje del taxi, pague la cuota y avance por la zona hasta llegar al lugar donde Melisa me cito, me alegre al encontrar a Alonso, me saludo con una cálida sonrisa, Meli por otro lado, adoptó una postura algo nerviosa, mis sospechas para mi mala suerte, eran acertadas, Mariana salió del baño de mujeres, al verme expresó una mueca de disgusto, yo no le di importancia, no iba a entrar a su juego, simplemente salude con cortesía, el ambiente estaba tenso, Alonso trato de hacer platica hablando de una beca que le ofrecieron, era bueno para el fútbol, el primer semestre que entramos hizo pruebas y las paso, hace seis meses fue a un torneo y represento nuestra institución a nivel nacional, Melisa se veía feliz, Mariana se veía indiferente ante la noticia, eso me molesto, pero como dije antes, no le daría importancia.
—Si tengo buen nivel, podría ser uno de los representantes a nivel internacional, eso me ayudaría para costearme el resto de universalidad, aunque debo mantenerme al nivel o mejorar si quiero que eso pase. —Hablo con ese brillo en los ojos que le hacía ver más lindo.
—Me alegro por ti Al, eres muy bueno, y creo que deberías jugar a nivel profesional. —Le dedique la mejor de mis sonrisas.
—¿Crees? Lamentablemente tengo 22 años, a esta edad debería estar debutando y debí haber estado en una academia, es más difícil que un club se fije en mí.
—Pues si nos representas en las internacionales, estoy segura de que algún club se fijara en ti. —Hablo Melisa.
—Yo creo que eres bueno, pero no tanto, no deberías hacerte ilusiones porque eso sólo hará que te duela. —Expreso Mariana con un tono muy seco, Melisa le dio una mirada de reproche, Alonso le restó importancia pero yo sí me enoje, aunque no le dije nada.
—El que no creé y no lucha, está destinado a fracasar. —Exprese.
—Ustedes dos, compórtense, antes eran amigas y por una tontería se han peleado, no entiendo que les pasa. —Melisa se veía algo molesta.

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Caminos Cruzados
عاطفيةSam y Rocío son dos jóvenes que estudian en la misma universidad, pero nunca han cruzado palabra alguna, soló miradas, hasta que llega el día en el que cruzan sus caminos finalmente, ambos tienen sus problemas, y ambos buscaran la manera de ayudarse.