Después de pasar un par de días nuevamente en revisión, la mamá de Sam regreso a casa, su piel se veía cada ves más pálida, pero no dejaba de expresar aquella calida sonrisa, en este tiempo, trate de estar a lado de el, quería hacerlo sentir acompañado, que no se sintiera sólo atravesando toda esta situación, a veces iba a su casa saliendo de clase, y cuando no podía, iba en la tarde, los últimos días estaba pasando más tiempo en casa de mi novio, que en la mía. Mi padre ya comenzó a trabajar, así que no tenia de que preocuparme, pero sí me daba una que otra advertencia, clásico en los padres, o al menos en la mayoría.
Ambos necesitábamos una distracción, alejarnos de todo, estábamos enfadados, estresados, había tantas cosas en las que pensar y darle vueltas a todo, sólo nos fastidiaba más. El lunes por la mañana, me encontré a Andrea cerca de la entrada a la universidad, poco antes de entrar a clases, ambas nos saludamos y entramos por la puerta principal charlando un poco, ella también iba de visita, así como Marcos e incluso Lily que desde hace unos días, se volvieron buenos amigos, todos, querían mostrarle apoyo.—Hoy no vendrá a clases. —Note la preocupación en su tono de voz, Andrea tenia una sonrisa que expresaba tristeza, lo cual me preocupó.
—¿Sucedio algo? —No quería alterarme, ayer no pude acompañarlo, tenia mucha tarea. Temía que algo malo estuviese pasando.
—Sam avanzo mucho, sabes que no es la persona más social del mundo, contigo esta aprendiendo a dirigirse a los demás, entablar conversaciones y esas cosas, pero cuando las cosas se dificultan mucho, comienza a encerrarse, es cómo si pusiera una muralla para evitar al resto, temo que esta comenzando actuar de esa manera.
—¿Que debería hacer? —Mi corazón latía a mil por hora, no quería verlo hundido, haría todo lo posible para evitarlo.
—No lo sé, ni yo sé que deberíamos hacer.
Medite unos segundos, llegamos al aula donde Andrea tenia clases, me despedí de ella, camine lo más rápido que pude hasta mi aula, al llegar encontré a Melisa, le entregue mis trabajos, tenia la intensión de estar con Sam todo el día, no me importaba faltar a clases, pero Mariana y Melisa trataron de negarse, Alonso las calmo, el me entendía bien, me despedí y salí en dirección a su casa. Baje en la parada del bus más cercana, avance unas cuantas calles, había una luz encendida, era la de su habitación, rápidamente saque mi móvil, minutos después bajo para abrirme, se veía algo molesto.
—¿Que haces aquí? Deberías estar en clases. —Su expresión eran de pocos amigos.
—Vine con mi novio, ya que me entere que no iría a clases, así que decidi acompañarlo, ¿acaso no puedo? —Lo mire retadora.
—Estoy bien, es sólo que anoche mi madre volvió a sentirse mal, no es gran cosa, pero quiero estar por si necesita algo, puedes estar tranquila. —Por primera vez en lo que llevó de conocerlo, sus ojos no expresaban nada, sus ojeras estaban marcadas, nuevamente tenia aquel rastro de barba, incluso cuando me vio, no expresó nada.
—Y no tienes que preocuparte por mi, estoy aquí para ayudarte. —Hice el intento de darle un beso, pero se quito, tal vez no de manera brusca, pero se alejó, contrario a lo que creí que sera mi reacción, lo jale y le di el beso. —A mi no me vas andar negando un beso y mucho menos, tratar de hacerme a un lado.
Ahora el me beso, después me abrazo, por un momento lo sentí tan inseguro, era como abrazar a un cachorro, tenia miedo, eso era obvio, aunque su madre estuviera en casa, no significaba que su salud mejorara, se le podía ver un poco más demacrada, estaba segura de que una sola idea no paraba de dar vueltas en su cabeza, eso me ponía triste, pero mi deber era hacerlo sentir bien y eso Iba hacer.
—Sabes, sé que voy a perderla, pero al menos quiero que me vea titularme, quiero que se marche tranquila, sabiendo que tendré una buena... —Su voz se quebró. —Una buena vida... Yo...
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Caminos Cruzados
RomansaSam y Rocío son dos jóvenes que estudian en la misma universidad, pero nunca han cruzado palabra alguna, soló miradas, hasta que llega el día en el que cruzan sus caminos finalmente, ambos tienen sus problemas, y ambos buscaran la manera de ayudarse.