Capitulo: 4

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Muchas cosas pasaban por mi cabeza, agradecía que los últimos 3 días, mis padres estuvieran tranquilos, ni una sola pelea, no sabía la razón, pero era suficiente por ahora, yo me centraba en mis cosas, y mis padres en las suyas.
Salí de casa como cualquier otro día, caminaba en dirección a la parada de autobús con mis audífonos puestos escuchando un poco de Pink Floyd. Cuando llegue a la universidad, mis amigos estaban en el salón charlando sobre lo que habían hecho el fin de semana, por primera vez en mucho tiempo, no me interese o trate de meterme en su plática, sólo pensaba en lo huecas que podrían llegar a ser sus vidas, ninguno de ellos se preocupaba por nada, no es que lo tuvieran todo, simplemente es eso; no se preocupan por nada, sus familias están estables, tienen la solvencia para vivir bien, incluso sus mayores preocupaciones a veces son cosas tan triviales, como el que se pondrán para ir a tal bar, tampoco es que me caigan mal, me llevo bien con ellos, tenemos distintas formas de pensar, pero a veces siento que no encajó con ellos, en más de una ocasión he tenido que reír algún chiste sin que me haga gracia, pero esta vez no sentía ganas de estar con ellos, al menos en su plática, recosté mi cabeza en la mesa, al ver mi actitud, preguntaron si algo me ocurría, y con decirles que tenía sueño era suficiente para que siguieran con los suyo, lo cual agradezco. Las clases iniciaron, trate de centrarme en ello, estuve muy activa, participando mucho, los minutos pasaron hasta que término la clase, ahora me encontraba sentada en la cafetería, tenía una hora libre, decidí estar sola, pero ni eso podía tener, cuando voltee a ver quién se había sentado a mi lado, una sonrisa se dibujó en mi rostro, no tarde en saludar a Lily; una vieja amiga, normalmente no la veía porque no teníamos un horario que nos permitiera encontrarnos, a veces la saludaba en los pasillos, pero ella iba alguna clase o yo a otra y no podíamos platicar, más que decirnos hola.

—Lily, ¿Cómo estás?
—Estresada, recién termine un examen, pero de ahí en más, estoy perfecta, ¿Tu qué tal?
—Lo mismo de siempre, pero estoy bien.
—Entiendo, pero recuerda que todo es pasajero, si puedes hacer algo, no te estreses, y si no puedes, ahí sí estresante, pero sólo sí ves que no hay nada que puedas hacer.
—Ese consejo me lo has dicho desde que nos conocimos hace 5 años y sigo sin ponerlo en práctica.
—Bueno señorita, eso es cosa tuya.

Unos minutos bastaron para que olvidará todo lo que tenía a mi espalda, aquella hora se me hizo corta, desde que nos conocimos en el bachillerato siempre me hacía reír, a veces con cosas tan absurdas y tontas, que eso las hacia graciosas, quedamos de vernos pronto, me dio su número para que le mandara mensaje, ambas fuimos a nuestra próxima clase, en uno de los pasillos nos separamos, entonces volví a ver a Andrea y Marcos pero sin Sam, los salude rápidamente, pregunte por su amigo, pero no sabían nada, otra vez no había asistido a clases, eso me preocupaba, ¿Que estaba sucediendo para que Sam estuviera tan ausente? Por ahora solo me centre en regresas a clases, ya se me estaba haciendo tarde, me despedí de los chicos, avance unos cuantos metros y entre a mi salón.
Regresaba a casa, hoy era uno de esos extraños días en los cuales, los profesores por rara ocasión, no dejaban tarea, lamentablemente para mi, tenía otras tareas pendientes, pero bueno, al menos no se me acumularían más. Toda la tarde estuve ocupada terminando mis deberes, suspire cuando finalmente había terminado, me recosté en mi cama, mire el reloj, daban las 8:15, aún era un poco temprano, y por cuarta vez consecutiva, mis padres no habían discutido, baje para ver que estaban haciendo, y era lo clásico; papá viendo un partido y mamá leyendo, me agradan más cuando se ignoran, ¿Qué triste no? Creer que tus padres estén mejor ignorándose, sigo insistiendo en que se separen, odio pensar que sigan juntos por mi culpa, volví a subir a mi habitación, una notificación llego a mi móvil, parece que Lily quería ir a tomar un café y no me dejo decirle que no podía, o no quería, su mensaje tal cual decía "Hola Roció, pasare por ti a las 8:30 más tardar, iremos por un café y no quiero peros, adiós." Así que no me quedó de otra que vestirme con algo más decente y no un simple camisón y short, baje a la sala, pedí permiso a mis padres y justamente llegó Lily, al ver con quien iría, no tuvieron problemas, así fue como terminamos en un café-bar.

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