Capitulo: 28

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La época navideña definitivamente era lo mejor, me encantaba salir al centro comercial a caminar y ver los adornos, el ambiente que se respira, también amo ver cómo las familias adornan sus casas, mi padre me contó que retomaron los concursos para ver que casa era la mejor adornada, se realizaba una ruta donde cada familia adornaba lo mejor que podía mientras un grupo de personas pasaba calificando, justamente esta noche seria ese recorrido, el cual no iba a perderme. Recibí algunos mensajes de viejos conocidos, quise tomarme el tiempo para saludarlos, la noche anterior nos fuimos a un bar, ahora tocaba ir a un café, era el acuerdo, aunque Andrea y Marcos no conocían a mis amigos, estaban dispuestos a juntarse con nosotros, de esta manera quedamos de ir a cenar, ya que comeriamos en la casa, mi padre no tenía problema, otro pretexto para juntarse con sus amigos. La noche llegó, Thom se veía un poco ansioso, subimos al auto y condujo hasta el lugar designado. Volver a ver a mis viejos amigos era maravilloso, lamentablemente algunos no podían, pero ver a la mayoría era un regalo.

Al final sólo quedamos Andrea, Marcos, Thomas y yo, los demás se retiraron temprano porque tenían otros asuntos, pero lo importante era saludarlos. No podía evitar sentir un poco de nostalgia y tristeza, por lo que he hablado con los chicos, Sam a estado muy ausente, hacia tiempo que no hablaba con ellos, algunos mensajes y poca cosa, eso me hizo recordar cuando lo vi con un grupo de chicos que jamas había visto, no negaría que me preocupaba un poco, sólo porque también fue mi amigo y vivimos momentos complicados, es difícil olvidar lo vivido. Me sumergido tanto en mis pensamientos, que no escuche lo que me estaban diciendo.

—¡Rocío! ¿Otra vez andas soñando despierta? —Sonrei nerviosa.

—Perdon, estaba pensando en los viejos tiempos, cómo extraño esa época, a pesar de lo malo. —Cuando dije eso, note con las expresiones de los chicos cambiaron.

—A pesar de todo, nuestra amistad era más fuerte... —Andrea sonrió con un hilo de tristeza.

—Ojala Sam estuviera aquí. —Trague saliva tras las palabras de Marcos, Thom no conocía mi pasado con el, no quería tener que explicar todo ese lío.

—¿Sam? —Justo lo que no quería que preguntara.

—Un amigo en común, pero hace tiempo que no hablamos con el, nos estamos distanciando y nos pone nostálgicos. —Agradeci la rápida reacción de Andrea.

—Lamentablemente su madre falleció de un tumor, ha estado en un sube y baja desde entonces, por eso nuestra reacción. —Agrego Marcos.

—Ya veo... Es una pena, espero que se encuentre bien. Entiendo porque su expresión se torno un poco triste, pero si les preocupa tanto, ¿porque no lo buscan? A veces esas personas están tan sumergidas en su dolor que no piden ayuda, aunque la necesitan. —Tenia razón, Sam no era una persona que pediría ayuda, pero ha pasado tanto tiempo, que no sabría que decir.

—Hay un pequeño detalle. —Thom me miró curioso. —Sam y yo fuimos novios, terminamos poco antes de irme... No es buena idea volver a vernos.

—Ya veo, pero ¿por que no mensionaste eso antes? —Me miró de tal manera que me sentí incómoda.

—Es una historia que quiero evitar contar, es complicado, aquel tiempo fue muy difícil, porque la señora era muy buena conmigo, recordarla me pone triste, por eso.

—Entiendo, te trae malos recuerdos. —Solo asenti.

Más tarde nos despedimos de los chicos, esta vez era la despedida hasta que nos volvamos a ver más adelante, durante el camino a casa, mis expresiones estaban apagadas, Thom trataba de animarme, no buscó discutir, trato de entenderme y por eso lo quiero, le contare bien esa historia cuando me sienta lista. Llegamos a casa, las luces estaban encendidas, papá aun estaba con sus amigos tomando unas cervezas, siempre me he preguntado porque lo hacen, si hace frío, no se antoja, pero igual es cosa de ellos.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora