Abrí los ojos y observe lo que mi vista alcanzaba analizar, me asuste un poco, pero al ver donde me encontraba y ver con quien estaba durmiendo, una sonrisa se me escapo, la noche anterior habia sido increíble, Sam seguía durmiendo, trate de levantarme cuidando que no se despertara por mis movimientos, quería prepararle el desayuno, pero temía que su madre estuviera en la sala, aunque lo dudaba, aun era temprano, tenían que inventar alguna escusa por si llegaba a encontrarmela, me puse mis pantuflas, salí con cuidado de la habitación, camine hasta llegar a la cocina, volteando a todos lados, cuando me asegure de que estaba sola, busque en la cocina algo para preparar, no tenía mucho en la alacena, de hecho, no había nada que pudiera preparar para desayuno, así que busque las llaves donde Sam las colgaba, no había muchas, no tarde en encontrar la correcta, salí de la casa y avanse por la calle, pregunte algunas personas sobre una tienda cercana, me dieron las indicaciones, la encontré girando en una esquina, entre y busque algunas cosas, ya sabia lo que iba a preparar, pague la cuenta, salí agradeciendo.
Llegue nuevamente a la casa, abrí la puerta, gracias a al cielo no había nadie, tarde unos cuantos minutos en preparar hotcakes, no conocía los gustos de Sam, así que lleve miel, mermelada y dulce de leche para que el echara lo que le gustase más, di media vuelta y me lo tope en el marco de la puerta observándome con una sonrisa.—No tenías por qué molestarte. —Entro para ayudarme a llevar el desayuno a la mesa.
—¿Como esta tu madre? —Me sentía nerviosa, hace unas horas estaba desnuda con el acariciando mi cuerpo y ahora tenia nervios por tenerlo simplemente frente de mi desayunado.
—Esta durmiendo, desde que salio del hospital, duerme entre 9 y 10 horas, no aguanta mucho tiempo estar activa durante el día. —Su mirada decayó, lo cual me provoco una sensación extraña en el pecho, obviamente los nervios se esfumaron.
—Sam, si tienes problemas económicos, yo podría ayudarte un poco y... —Fui interrumpida.
—Tiene incapacidad por parte de su trabajo, no le están pagando el sueldo completo, pero al menos nos ayuda bastante, además, en mi trabajo me están pagando más, así que estamos bien, no te preocupes por mi. —Centro su mirada en el trozo de panque y lo llevo a la boca.
—Sabes, te admiro mucho. —Nuevamente sus ojos me buscaron.
—¿Porque?
—Lo que estas enfrentando no es fácil, no cualquiera tiene la estabilidad mental y fortaleza física para aguantar el ritmo de vida que llevas.
—Siendo sincero, estoy muy cansado de todo esto, aunque tú y mis amigos me están ayudando a sobrellevarlo, sino fuese por ustedes, me hubiera rendido hace tiempo.
—Estare para ti cuando me necesites, tal vez no pueda resolver tus problemas, pero puedo escucharte, ser la persona con la que te desahoges, y si esta en mis manos, hacer algo más.
Sus mirada cambio, aún se veía cansada, pero esta vez tenia alegría en en ella, cambiamos de tema y seguimos charlando sobre tonterías. Subí hasta la habitación mientras el llevaba el desayuno a su madre, necesitaba cambiarme e ir directo al hospital, papá dijo que hoy mismo podría regresar a casa, me sentía más tranquila, guarde mis cosas en la mochila, ya había terminado de vestirme, entonces Sam entro, se tiro a la cama, por alguna razón hice lo mismo, lo abrace y devolvió el gesto. Sentí su respiración cerca de mi cabeza, la sensación de sus dedos acariciar mis brazos, la manera en que me abrazaba se sentía tan bien, me sentía tan tranquila, tan segura, era cómo si estuviera siendo protegida por un campo impenetrable, nunca me había sentido así de segura, justo en ese momento recordé lo de anoche, una risita se me escapo al pensar en la manera que estábamos charlando; desnudos. Sam me encaro, pregunto por la risa, simplemente le dije lo que había pensado y eso basto para sonrojarlo, así que decidí robarle un beso.
Salí de su casa antes de que su madre se diera cuenta de mi presencia, insistí en que no tenia que llevarme, pero termine accediendo, ya tenia que devolver el auto, así aprovecharía para dejarme y regresaría en bus.

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Caminos Cruzados
RomanceSam y Rocío son dos jóvenes que estudian en la misma universidad, pero nunca han cruzado palabra alguna, soló miradas, hasta que llega el día en el que cruzan sus caminos finalmente, ambos tienen sus problemas, y ambos buscaran la manera de ayudarse.