Capítulo 39

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Ava estaba nerviosa. Ella era una persona que siempre se ponía nerviosa ante las situaciones que requerían algún tipo de evaluación. Y la competencia de baile requería algo de eso, porque el jurado los iba a evaluar para decidir si pasaban a la siguiente fase o no.

Por eso no podía dormir, porque estaba nerviosa y no podía dejar de pensar en todo lo que podía ocurrir al día siguiente. Giraba para un lado, giraba para el otro, y sin importar cuanto ni como se acomodaba, no podía dormir.

De pronto, Sara estuvo ahí para ella. La calmó y la invadió con su confianza. Esa chica era increíble, Ava la admiraba por ser como era y se lo dejó saber.

La miró en silencio por unos minutos. Verla relajada y con los ojos cerrados le daba paz. Se permitió también apreciar su belleza, Ava adoraba las pecas que la otra chica tenía alrededor de toda su cara.

Finalmente, se dejó a sí misma hacer algo que jamás había imaginado que se iba animar a hacer. Unió su mano con la de la otra. Por suerte Sara correspondió su gesto y se aferró a ella con fuerzas. Y así, sintiendo su mano junto con la de Sara, logró relajarse y quedarse dormida.

— Hora de levantarse. — Dijo John, mientras golpeaba una cacerola. — Vamos, arriba, hay que prepararse para la competencia. — Insistió, generando que todos gruñeran ante su brusquedad al despertarlos.

Ava se levantó y se dio cuenta que la mitad de ellos ya se había levantado. Eso era sorprendente, ella nunca era de las que se levantaba más tarde.

Se dirigió a uno de los baños para poder lavarse la cara y los dientes. Todavía estaba tan dormida que se olvidó de golpear la puerta. Al entrar se encontró con algo que no había esperado, Sara estaba saliendo de la ducha, tapada solamente con un toallón.

Ava se quedó totalmente hipnotizada con la presencia de esa chica. No solo porque le parecía tremendamente sexy, sino porque era la primera vez que se percataba de las cicatrices que tenía. Ava pudo ver que tenía cicatrices en sus hombros, en su pecho y en sus piernas; e imaginó que seguramente también tenía en su estómago y su espalda.

— ¿Qué haces acá? — Preguntó Sara, asombrada por la invasión del espacio.

— Perdón, no sabía que había alguien en el baño. — Se disculpó ella.

— Deberías aprender a golpear la puerta antes de entrar. — Comentó Sara, algo divertida ante los nervios de la otra.

— Tenés razón. — Aceptó ella. — Mejor me voy y vuelvo después. — Agregó y dio media vuelta para irse del baño.

— Espera, no tiene sentido cuando ya estás acá. — La detuvo Sara. — Haz lo que necesites hacer y después te vas y me dejas cambiarme tranquila. — Dijo y se sentó sobre la tapa del inodoro en señal de que iba a esperarla.

Ava se lavó la cara y los dientes. Lo hizo lo más rápido que pudo porque la presencia de la otra chica le generaba cierta inestabilidad. Ella notaba que Sara estaba algo incómoda al tener algunas de sus cicatrices a la vista, así que hizo todo lo posible por evitarlas. La miró por el espejo un par de veces y sintió admiración hacia ella porque a pesar de su incomodidad y sus inseguridades, le había dado tiempo a ella para usar el baño. Enfrentar eso y de esa manera, le pareció muy valiente de su parte.

Cuando terminó de hacer su rutina de limpieza de la mañana, se fue del baño y dejó que Sara se cambie en paz.

Desayunaron todos juntos y luego se dirigieron al gimnasio municipal, en donde iba a realizar la competencia. Allí se encontraron con Rip y se cambiaron en los vestuarios.

Antes de que comience la competencia Ava fue a saludar a sus hermanas, su mamá y sus amigos. Se sintió feliz de que estuvieran en la tribuna y hayan venido a alentarla.

I hate to see your heart breakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora