Capítulo 26

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Sara no sabía qué era lo que la había llevado exactamente a enfrentar a los vecinos de Ava, pero sintió que debía hacerlo.

Quería ayudar a Amy, quería hacer eso por Ava. Porque ella la había estado ayudando mucho, con sus ataques de pánico y con sus pesadillas. Entonces, sentía que si ella las ayudaba con esto, le estaba devolviendo en alguna forma lo que la otra hacía por ella. Porque de eso se trataba la amistad, ¿No? De hacer cosas por la otra persona porque uno quiere.

La retaron a surfear y eso fue lo mejor que podrían haberle pedido. Sara sonrió, tenía toda la confianza del universo de que iba a ganar.

Surfear se sintió increíblemente bien y liberador. Ella no surfeaba desde hace un par de años, cuando su padre las había llevado a Laurel y ella de vacaciones a Florida. Pero Sara nunca iba a olvidar cómo surfear, porque surfear era algo que llevaba en el alma. Disfrutó tanto el momento, que incluso surfeó cinco olas en vez de las tres que le habían pedido. Y se sintió extremadamente bien haber ganado el desafío para Amy y Ava.

— Te queda un poco grande la ropa. — Comentó Amy, cuando vio a Sara salir de la habitación de Ava.

— Lo sé. — Acordó ella riendo.

— Gracias por haber recuperado mi tabla. — Le agradeció Amy. — ¿Me vas a enseñar a surfear? — Preguntó con ilusión.

— Todo es posible pequeña Sharpe. — Le dijo ella, guiñándole un ojo. — Pero creo que mejor será esperar al verano. — Agregó.

— Si, si no vamos a hacer que Ava tenga un ataque o algo. — Bromeó Amy.

Sara volvió a donde estaban sus amigos y continuó disfrutando del cumpleaños, y divirtiéndose mucho.

De regreso en Starling Sara fue a trabajar. Trabajó la noche del sábado, la mañana y el mediodía del domingo. Habría seguido trabajando, para recuperar la parte del sábado que había perdido, pero su jefa prácticamente la obligó a irse a descansar.

— ¿Alguna vez duermes? — Le preguntó Eliza, quitándole la bandeja que tenía en las manos. — Vete, duerme, haz tus tareas del colegio. No quiero verte mínimo hasta el viernes. — Le ordenó.

Y Sara le hizo caso. Ella respetaba mucho a Eliza, porque esa mujer era muy responsable y trataba a todo su personal de una forma muy maternal. La respetaba porque la cuidaba y trataba mejor que como incluso la trataba su propia madre.

Sara se acostó a dormir no bien llegó a su casa. Cuando despertó lo primero que hizo fue ver las notificaciones de su celular. Ava la había etiquetado en una publicación sobre su cumpleaños, y en las fotos había incluído una foto del regalo que ella le había hecho. Sara le dio like a la publicación y decidió mandarle un whatsapp.

Ava

Sara:

Así que te gustó el regalo?

Ava:

Qué si me gustó?

ME ENCANTÓ!!!!

Te pasaste Sara, en verdad es maravilloso.

Sara:

Me alegra que te haya gustado :)

Ava:

Además el talento que tienes! Eres una gran artista!

Sara:

Me parece que exageras, pero gracias.

I hate to see your heart breakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora