Capítulo 2

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Sara miraba las calles de Starling desde la ventanilla de la camioneta de su madre. Ella no había estado en esa ciudad desde que tenía tres años y no recordaba nada al respecto. La ciudad era grande y luminosa. El centro estaba lleno de comercios y altos edificios. Atravesaron toda la ciudad en auto, hasta llegar al barrio donde vivía su madre con su pareja. El barrio era de calles angostas, casas bajas y humildes.

Al llegar a la casa su madre la ayudó a bajar el bolso y un par de cajas donde tenía guardada sus cosas. Cuando entraron al comedor, allí se encontraba la pareja de Dinah esperándolas.

— Hola, bienvenida. — La recibió el hombre.

— Sara, él es Malcolm; Malcolm ella es Sara. — Los presentó Dinah.

— Hola. — Dijo Sara, cuando se dio cuenta que los otros dos esperaban que diga algo. — ¿Dónde dejo mis cosas? — Pidió saber.

— Por el pasillo, la puerta de la izquierda es tu habitación. — Indicó Dinah.

Dinah le hizo un pequeño tour de la casa, le mostró dónde estaba la cocina, el baño, la habitación que iba a ser para Sara y la habitación de ella y Malcolm. Sara dejó el bolso en su habitación y volvió al comedor para agarrar las cajas.

— ¿Es verdad que haces artes marciales? — Le preguntó Malcolm.

— Si, hace tres años que voy a clases de taekwondo, wushu y muay tay. También se un poco de kick boxing y parkour. — Respondió ella mientras agarraba sus cajas.

Sara se fue para su habitación antes de que Malcolm pueda hacerle más preguntas. Ella pudo escuchar que él le pedía a su madre que le diga no se vaya, pero su madre le dijo que la deje acomodarse y que podrían hablar después. Ella se sorprendió del inesperado interés que tenía ese desconocido por su conocimiento en artes marciales, pero no le dio demasiada importancia.

Fue a su habitación, cerró la puerta y miró todo en detalle. La habitación era pequeña, estaba pintada de blanco y tenía una ventana que le dejaba entrar luz natural. Tenía una cama de madera, una mesa de luz con un velador, un pequeño escritorio y un ropero incrustado a la pared. Sara sacó su ropa del bolso y la acomodó en el ropero, hizo su cama con sábanas limpias, y acomodó sus libros y cómics en una pila al lado del escritorio ya que no tenía una estantería.

La habitación continuaba luciendo algo impersonal y ella necesitaba hacerlo su espacio, así que sacó fotos de una de sus cajas y las empezó a colgar en un corcho había en la pared arriba del escritorio. Puso una foto de ella y Laurel, una foto de ella y su padre y una foto de los tres juntos; también una con sus amigos de California y otra con sus amigos de Nueva York. Al colgar las fotos se dio cuenta que iba a estar incomunicada con sus amigos ya que no tenía celular desde que Damien se lo había roto. Tal vez podría pedirle a Dinah si tenía uno para prestarle... Además había estado ausente de las redes sociales desde la muerte de su hermana y su padre, el facebook y el twitter los había cerrado, lo único que mantuvo fue su instagram ya que era privado, pero como no entraba ni lo usaba era lo mismo que no tenerlo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos ya que la llamaron a cenar. Sara se sentó en la mesa y se dedicó a comer en silencio lo que Dinah había preparado. Dinah y Malcolm conversaban dinámicamente, pero ella ni siquiera se esforzó en escucharlos ni seguir el hilo de lo que decían. O por lo menos no lo hizo hasta que pidieron su atención.

— Antes Malcolm te preguntó si sabías artes marciales porque, ¿Sabías que él fue un competidor famoso en los clubes de lucha libre clandestina? — Enunció Dinah tranquilamente.

— Interesante. — Dijo Sara irónicamente, no le interesaba saber nada sobre ese hombre.

— El punto es que queremos que pelees.— Dejó saber Dinah las intenciones sobre porque tenían interés en sus habilidades en las artes marciales.

I hate to see your heart breakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora